Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

La primera exhibición misional en Inglaterra se celebra en 1867, pero no
es hasta 1882 cuando se convierte en un vehículo propagandístico para las
sociedades misioneras. La Church Missionary Society es la primera en
reconocer el potencial de este tipo de exhibiciones y crea un departamento
permanente a fin de recaudar fondos para esta causa. Tanto la London
como la Church Missionary Society envían sus exposiciones por toda
Gran Bretaña, dando así a conocer en otras regiones, aparte de en la
capital, su tarea misionera y ofreciendo la oportunidad de que una gran
cantidad de público pudiera contemplar los objetos etnográficos
recolectados. Una de las exposiciones más relevantes fue la conocida con
el nombre de Orient in London, celebrada en 1908 y organizada por la
London Missionary Society. Al año siguiente la Church Missionary
Society celebrará la exposición Africa and the East. Ambas muestras se
desarrollaron en el Royal Agricultural Hall, un pabellón de gran extensión
que permite hacernos una idea de la dimensión de este tipo de
exposiciones. En los dos eventos, además del material recolectado y
exhibido en los diferentes stands que representaban el campo de acción
misional, hubo también otros dedicados a mostrar las actividades
seculares de aquellos cercanos a la misión, como por ejemplo, las
actividades agrícolas.
De la exposición Orient in London de 1908 cabe destacar el “pueblo
africano” (African village). Según Annie Coombes, 467 este “pueblo” era
similar a los que se disponían para las exposiciones coloniales pero, para
la autora, la interpretación es distinta. En este caso los senegaleses
constituían, al igual que sus homólogos de las exposiciones coloniales, un
espectáculo atrayente. No obstante, justifica que en el caso de las
exposiciones misionales, los individuos estaban clasificados como
“artesanos”, y tanto los hombres como las mujeres que se desplazaron
exprofeso para estas exhibiciones fueron empleados realizando alguna
actividad artesanal: tejiendo, tintando ropa, esculpiendo tallas, forjando
algún metal, trabajando la piel, etc. Esta reconsideración del Otro que
pretende exponer la autora no es exclusiva de las exposiciones de carácter
misional -recordemos por ejemplo los ashantis, que ni tan siquiera estaban
en el marco de una exposición y que también desarrollaban diferentes
actividades artesanales-. Sin embargo, la afirmación de la autora de que
esta estrategia de presentar a los africanos como artesanos manufactureros
también sirve a las sociedades misioneras para alentar al gobierno a darles
soporte para la creación de escuelas técnicas para estas sociedades en
África 468 sí establece una diferencia respecto de otros ejemplos que se han
expuesto para este trabajo, por lo que no se trata de una divergencia del
467 Ibíd., p. 180.
468 Ibíd., p. 181.
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