Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

Damas Negras. 501 Precisamente, la misma Orden, también dispuso de
stand en el Palacio de Misiones con objetos procedentes de Japón. En
otros números de la misma revista, se publican otras fotografías de grupos
de niños y niñas de diferentes colegios religiosos que aparecen vestidos
con trajes no occidentales en acontecimientos festivos.
En la crónica reproducida al inicio de este apartado, puede observarse un
resaltado que conviene señalar a propósito de los dos capítulos anteriores.
Nos referimos a los “dos autocars llenos de oceánicos y de negros, uno de
ellos presentados con algunos coches por los misioneros del Inmaculado
Corazón de María”. De ser cierta esta afirmación, significaría que
personas que provenían de las misiones fueron exhibidas en esta
cabalgata. Hecho que demostraría, una vez más, el “reclamo” que
constituiría la presencia de personas de otra raza en las exposiciones y que
todavía se seguía produciendo en 1929. Para Luis Ángel Sánchez: “En
principio, el hecho de que las órdenes católicas no hayan recurrido a la
exhibición pública de ¡salvajes’ paganos o de ex- salvajes redimidos por
la fe, podría ser interpretado como una prueba del respeto y amor fraterno
que sienten los misioneros por sus nativos”. 502 No se han conseguido más
pruebas referidas a los dos autocares llenos de personas de raza negra o
procedentes de Oceanía; lo más probable es que se tratara de más niños
vestidos para la ocasión, pero el hecho de que se describa a modo de
testimonio -“uno de ellos presentados con algunos coches por los
misioneros del Inmaculado Corazón de María”- hace sospechar que
fuera posible que alguien de raza negra o de procedencia oceánica
desfilara en la cabalgata y que, al tratarse de invitados “especiales”, fueran
presentados en los coches descubiertos que participaron en el desfile. Por
otra parte, el elevado coste que hubiera supuesto trasladar a los indígenas,
tanto para la organización de la Exposición Internacional, como para las
respectivas órdenes e institutos misioneros, hace desestimar la idea.
Otra nota que se desarrolló en la cabalgata supuestamente “exótica”,
además de “los ricos trajes” que lucían los niños, fue el desfile de
camellos: “A continuación iban dos niños muy artísticamente ataviados
501 Véase como muestra la fotografía reproducida en el en apéndice documental
número 9: “Distinguidas señoritas que tomaron parte en las veladas benéficas
celebradas en el colegio de Aldatze, con motivo del XXV aniversario de su
fundación” en Barcelona, La Hormiga de Oro, n º17, abril de 1929, p. 268.
502 SÁNCHEZ GÓMEZ, Luis Ángel, “Martirologio, Etnología y Espectáculo: La
Exposición Misional Española de Barcelona (1929-1930)”, Madrid, Revista de
Dialectología y Tradiciones populares, Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. Instituto Antonio de Nebrija. Sección de Tradiciones Populares, n º 1,
enero-junio de 2006, vol. LXI, p. 66.
327