Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

celebradas fuera del país, España será representada a través del
orientalismo y el exotismo herederos del XIX cuando Europa se apropia
culturalmente de Oriente en un ejercicio precolonial de mediación y
dominación, que en última instancia reforzó la sensación de superioridad
política y cultural de Occidente. En resumen, el imaginario de la Carmen
de Bizet 319 antes que la industria.
Un poco más adelante en el tiempo, parece que los intereses de España en
concurrir en las exposiciones universales extranjeras 320 no mejoran mucho
y tampoco es el caso para las iniciativas particulares, que podrían haber
sido impulsoras ante el detrimento del gobierno en esta cuestión. En una
crónica del diario La Vanguardia del jueves 20 de noviembre de 1888 se
advierte de “la falta de iniciativa particular” para concurrir a este tipo de
eventos aun habiéndose demostrado en el certamen de Barcelona que
Las exposiciones son medio adecuado de propaganda y manera útil
de corregir deficiencias o errores de elaboración, a la par que sirven para
ilustrar a nuestros productores y para hacer pública exhibición de sus
manufacturas, en alguna de las cuales, sin que nos ciegue un mal
entendido patriotismo, no estamos tan por debajo de los extranjeros como
algunos se figuran. 321
El cronista otorga confianza al gobierno en que “dará calor a la cosa” y
contribuirá a no quedar “muy por debajo de Italia” para una próxima
exposición que debía celebrarse en Londres sobre las industrias españolas.
El artículo concluye con un apunte en el que se advierte que
[…]en cartas que se nos han exhibido, ni en Cuba, ni en Puerto
Rico, ni en Filipinas saben a que atenerse en el presente momento respecto
a la exposición de Paris, ignorando aquellos naturales si deben o no
concurrir pon no haber sido hasta ahora invitados a éste […]
Aun así, según cuenta Julio Blanco García España sí llegó a concurrir a la
Exposición Universal de París de 1889, pero “como si el tiempo se
319 Para una rápida revisión de la construcción orientalista del personaje de
Carmen, la confusión de España con Oriente y el mito del gitano bohemio, véase
COLMEIRO, José F., “El Oriente comienza en los Pirineos (La construcción
orientalista de Carmen), Madrid, Revista de Occidente, nº264, mayo de 2003,
pp. 57-83.
320 En el libro de CALVO TEIXEIRA, Luis, Exposiciones Universales: El mundo
en Sevilla, 1992 y en el de BLANCO GARCÍA, Julio, Historia de las
Exposiciones Internacionales (Londres 1851-Zaragoza 1908), Zaragoza: Delsan-
Historia, 2007, se va esbozando entre sus contenidos la participación de España
en las exposiciones, pero no existe una monografía documentada que trate la
intervención de España en estos acontecimientos.
321 “España en las Exposiciones”, Barcelona, La Vanguardia, número 572, jueves
29 de Noviembre de 1888, año VIII.
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