Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

teórico y los tres siguientes analizan los casos concretos de los
acontecimientos expositivos.
El primer capítulo es una introducción a la apreciación de “lo primitivo”.
La breve exposición sobre el arte primitivo y su relación con el
primitivismo ayuda a contextualizar el motivo de la valoración de este
tipo de obras a principios del siglo XX, el por qué se coleccionan y la
causa de su revalorización a partir de la estética en el panorama del Arte.
Para tratar de la recepción del Arte primitivo y su apreciación en el
contexto Occidental de finales del siglo XIX y principios del XX es
necesario, entender qué se quiere decir con la noción de “primitivo”
(aplicado a los objetos) y qué características presentaban estos artefactos
para ser clasificados como tales. El objeto primitivo, que llega a
Occidente a partir de las incursiones colonialistas, se acomoda en la
construcción ideológica de tradición académico-europea que marcará su
asiento en la cultura durante mucho tiempo. Por lo que el objeto primitivo
se somete, por un lado, a un juicio en el marco de la tradición académicoartística
y, por otro lado, sirve como prueba material a una incipiente
antropología que utilizará los objetos para analizar la producción de
sujetos que eran considerados entonces como “salvajes” o “primitivos”.
De los dos juicios anteriores participan las primeras colecciones de
objetos, ya que es entonces, también, cuando se establecen los primeros
sistemas de clasificación. Igualmente, a modo de introducción, se expone
el hecho de la recepción del salvaje relacionado con el hecho de la
exhibición de personas en las exposiciones universales, porque en estas
exhibiciones de la misma manera se hallan objetos etnográficos que
ayudan a contextualizar el diorama creado para los exhibidos. Este hecho
de exhibición de “lo primitivo” contribuye, además, a crear el imaginario
occidental sobre el Otro. Por último, se expone el caso de las primeras
colecciones de objetos exóticos en España que comprenden desde las
colecciones reales hasta la creación de los museos etnográficos,
incluyendo el caso de las colecciones misionales y privadas,
ejemplificando así la variedad de vías de introducción de los objetos
etnográficos en los museos.
En el segundo capítulo se trata el contexto colonial de obligado
cumplimiento para este trabajo, ya que la mayoría de los objetos de arte
primitivo que llegaron a Europa y abastecieron los más famosos museos
del viejo continente lo hicieron en el período imperialista. El colonialismo
permitió el descubrimiento del Otro, y este “encuentro” se llevó a cabo a
través de los primeros contactos que realizaron los exploradores, por lo
que se ha revisado, brevemente, el caso de las primeras sociedades
comerciales y geográficas, al ser también estos centros lugar de recepción
de piezas primitivas. El hecho de que un gran número de objetos
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