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Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

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su sistema de ayunos y los fenómenos fisiológicos que se derivaban de<br />

este hecho. En la secretaría del Ateneo Barcelonés y la administración de<br />

La Vanguardia, todo aquel que tuviera interés podía apuntarse para<br />

formar parte de la comisión que había de vigilar al señor Succi. En<br />

diferentes ocasiones, durante todo el período en el que se realizó el ayuno,<br />

se publicaron en prensa las constantes del ayunador:<br />

Succi ayunando: Observaciones de la Comisión médica, fechadas<br />

ayer a las tres de la tarde; Pulsaciones, 60; respiraciones, 23; temperatura<br />

37º; peso, 58 Kilogramos y 200 gramos; (…) observaciones: continúa<br />

completamente bien sin experimentar cansancio á pesar de estar todo el<br />

día haciendo ejercicio. Succi tiene fuerza pulmonar bastante para<br />

conversar con el público durante todo el día. 314<br />

No era la primera vez que Succi realizaba esta clase de ayunos. Ya lo<br />

había hecho con anterioridad, al menos en cinco ocasiones 315 y después de<br />

su cita en la Exposición Universal de Barcelona, también lo llevó a cabo<br />

en Madrid 316 . Succi trabajaba con el Doctor Tanner, médico de la Facultad<br />

de París, quien parece que era el “representante” (manager) del ayunador.<br />

Si se demostraba que Succi no ingería alimento alguno y sus constantes se<br />

mantenían, él y su representante ganaban las veinte mil pesetas que<br />

previamente se depositaban en un banco y que eran las que se estimaba<br />

que se recogían después en los treinta días de ayuno. No parece que esto<br />

fuera extraño en la época. Se reseña también, en la prensa del mismo año,<br />

que un tal doctor Tanner 317 (desconocemos si se trata del mismo que<br />

acompañaba a Succi) pretendía haber ayunado durante cuarenta días y que<br />

también había descubierto cómo invernar, tal que un oso. Incluso, en<br />

Barcelona, otro individuo, un tal señor Sales, pidió el mismo local que<br />

314 “Succi ayunando”, Barcelona, La Vanguardia, nº 460, sábado 29 de<br />

septiembre de 1888, año VIII, sin paginar.<br />

315 “[…] el señor Succi ha hecho diferentes pruebas en Florencia, Milan, el Cairo<br />

y otras poblaciones, sometiéndose a cinco ayunos públicos de un mínimum de 30<br />

días. […]” “Succi en el Ateneo”, Barcelona, La Vanguardia, nº 443, miércoles 19<br />

de septiembre de 1888, año VIII, sin paginar.<br />

316 “Como ya anunciamos ha marchado á Madrid donde se propone ayunar<br />

durante 30 días, el famoso ayunador Succi.” “Notas”, Barcelona, La Vanguardia,<br />

nº 553, lunes 19 de noviembre de 1888, sin paginar.<br />

317 “[...] Doctor Tanner que pretendía haber ayunado durante 40 días. No<br />

renunciando á que el mundo se ocupe de sus excentricidades, asegura ahora haber<br />

descubierto, aplicado al hombre el sistema de invernar, que se observa en algunos<br />

animales, que pasan el invierno sin beber ni comer. A este fin va a probar en sí<br />

mismo el experimento: se propone permanecer encerrado durante algún tiempo en<br />

una caja, desprovista de aire, y de la cual no deberá extraérsele hasta que haya<br />

terminado el plazo por el marcado de antemano y que no ha marcado todavía pero<br />

que como se comprenderá no puede ser muy largo”. “Un Succi perfeccionado”,<br />

Barcelona, La Vanguardia, n º 482, jueves 11 de octubre de 1888, año VIII, sin<br />

paginar.<br />

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