Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

“trabajo de campo” antes que el mundo académico. La London Missionary
Society, la Wesleyan Society y la Church Missionary Society llegaron a
tener sustanciosas colecciones de objetos recolectados en las misiones.
Estas recopilaciones eran a menudo una especie de “almacenes” en donde
depositar las obras antes de ser exhibidas en las exposiciones o vendidas
para pasar a los fondos de otras colecciones. Con las donaciones
misionales, que quedaron para sus propias sociedades se fundaron los
primeros museos de objetos misionales como el de la Wesleyan Society o
el de la London Missionary Society. El tercer caso, el de la Church
Missionary Society quizás sea el más conocido, ya que en 1902 realizó
una importante donación de piezas religiosas procedentes de la zona oeste
de África al Pitt Rivers Museum. El artífice fue el reverendo Richard
Allen, 524 un prolífico contribuyente a las colecciones etnográficas.
También se realizaron donaciones a otras instituciones, como el British
Museum o el museo Bergen en Noruega. 525
Para el caso español, parece que la fluida relación entre el mundo
académico antropológico y las sociedades misionales, no tiene analogía,
ya que no se han hallado ejemplos de donaciones de colecciones
etnográficas religiosas a museos españoles antes de 1929. Con todo, los
religiosos fueron, frecuentemente, los primeros en establecerse en un
territorio e indagar sobre la vida de los indígenas. Ya en 1888, en un
artículo que comparaba la situación de España y la de Alemania en África
se menciona que “la política colonial alemana tiene un carácter especial;
no envía misioneros [refiriéndose a España], sino comerciantes; no aspira
a llevar ideas religiosas y la civilización á las poblaciones indígenas, sino
á venderles aguardiente, abalorios y telas de algodón”. 526 Por lo que, dada
la presencia de los religiosos en los enclaves coloniales españoles, este
colectivo disponía, sin duda, de material de primera mano y podría haber
sido el más indicado para desarrollar la ciencia etnológica, tal y como
exponía en el congreso Barandiarán. Por consiguiente, en los análisis
524 “It appears that Allen himself had a small museum in Bungay, Norfolk, but
due to his wife’s blindness, felt obliged to relinquish his ‘living’ and
consequently his museum collection. This points to the significant fact that there
was probably quite a number of small private ‘museums’ with quantities of
ethnographic material, run by missionaries in various provincial towns, just as
there were others run by those with different personal interest in Africa and the
colonies” COOMBES, Annie E., Reinventing Africa. Museums, material culture
and popular imagination in late Victorian and Edwardian England, New Heaven:
Yale University Press, 1994, p. 167.
525 Ibíd., p. 167.
526 “España y Alemania en África”, Barcelona, La Vanguardia, domingo 7 de
octubre de 1888, sin paginar.
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