Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

El Pueblo Español 323 fue uno de los lugares relacionados con el ocio más
visitados durante la celebración de la Exposición Internacional de 1929,
junto al espectáculo luminoso de la fuente mágica proyectada por el
arquitecto Carles Buïgas. En el Diario Oficial de la Exposición
Internacional aparecen continuas referencias a las fiestas organizadas en
este recinto, las importantes personalidades que lo visitan o las opiniones
de famosos que también acuden. Por ejemplo, para el pintor Ignacio
Zuloaga, “era lo más grande que había visto en su vida” y la atracción
“más estupenda de la Exposición de Barcelona y de la Ciudad”, por lo que
afirmaba que “con una vuelta por el pueblo español ya no hay necesidad
de visitar España”.
Es un claro ejemplo de los recintos expositivos construidos como un
parque de atracciones de feria, pero con una cierta “originalidad”, por la
reproducción de edificios singulares, para llamar así la atención del
público. Recordemos que este modelo se inicia con la Rue des Nations de
1878, tal y como ya hemos mencionado con anterioridad. Para la
Exposición Universal de Barcelona de 1888, ya hubo un intento de
reproducir un grupo de diferentes arquitecturas como en el modelo
francés, aunque en este caso, en lugar de edificios de países exóticos se
trata de un intento “a la española”, de carácter etnológico. Nos referimos
al proyecto de la Calle de España, en la que cada región del país habría de
edificar un pabellón representativo de su tierra. Finalmente, sólo se
construyeron los pabellones de Alicante y Sevilla. Aunque este último
caso no dejaba de ser orientalista, 324 ya que en su arquitectura se
reproducían elementos islámicos.
La idea del Pueblo Español no fue original de la Exposición Internacional
de Barcelona de 1929, porque la filosofía de recrear la arquitectura de un
país, época o región en uno de estos eventos no era nada nuevo. En otras
exposiciones universales celebradas en Europa ya se habían mostrado este
tipo de construcciones: el Borgo Medievale de Turín en 1884, la Ciudad
Colonial y el Pueblo Africano de la Exposición de París de 1889 (a las que
ya nos hemos referido a través de las opiniones de Vogüé), el Village
Flamand de Amberes y el Village Suïsse de Ginebra de 1896, varias
construcciones en la Exposición de París de 1900, la Exposición de
323 Uno de los artículos más extensos que describen el Pueblo Español se halla en
CARRERAS CANDI, Francisco, “El ‘Pueblo Español’ de la Exposición de
Barcelona”, Barcelona, Barcelona y sus exposiciones, suplemento extraordinario
de “Las Noticias”, mayo de 1929, año XXXIV, sin paginar.
324 Se reproduce una imagen del pabellón de Sevilla y la del Pabellón de la
Compañía Trasatlántica, que también incorpora rasgos orientales en Barcelona
cent anys de fires, 1888-1988, Barcelona: Fira de Barcelona, 1988, sin paginar.
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