Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

del canal dan buena cuenta del interés en el hecho colonial que se
desarrolla en este tipo de certámenes. Dieciséis años más tarde, cuando ya
se había abolido en el Congo la esclavitud, a manos del mismo rey que
había creado la Compañía para su explotación, el estado independiente del
Congo fue presentado en la sección colonial de la Exposición celebrada en
Amberes, a través de una
población de 144 negros que, realizando exhibiciones de todo tipo,
como ya lo habían hecho en exposiciones anteriores, […]El Pabellón del
Congo, […] contaba con numerosas atracciones, tales como dioramas,
canoas para paseos en compañía de congoleños, cabañas, artesanía, etc.”
de modo que fueron creando “en los países colonizadores una nueva idea
sobre los pueblos colonizados. 276
Pero antes del caso de la exhibición de personas per se, puede datarse el
caso de las construcciones exóticas. El ejemplo más conocido para
exponer la presencia de este tipo de edificaciones en el recinto de una
exposición universal lo constituye la Rue du Caire de la Exposición de
París de 1889. Se trataba de una reproducción exacta de una calle histórica
de la ciudad de El Cairo en donde los visitantes podían pasear y adquirir
baratijas y ver a los bailarines y músicos desplazados a la metrópoli para
la ocasión. Sin duda, este modelo se inspiraba en la “Casa del Cairo” de la
Exposición de París de 1878, a la que ya nos hemos referido
anteriormente. Aunque no tan citado en la bibliografía como la Calle del
Cairo, parece mucho más relevante para nuestro trabajo, el recinto que
también se podía visitar en la extensión del Hôtel des Invalides, a los pies
de la Torre Eiffel. Una exposición de Charles Garnier en la que se
presentaron cuarenta y cuatro reconstrucciones de viviendas para contar la
historia del hábitat humano, a través de una concepción evolucionista,
partiendo de las cabañas de los papúes de Nueva Caledonia 277 hasta
creaciones más complejas arquitectónicamente hablando.
En una extensa serie de artículos de Eugène-Melchior de Vogüé, que
inicia su publicación en el mes de septiembre de 1889 en la Revue de deux
276 CALVO TEIXEIRA, Luis, Exposiciones Universales: El mundo en Sevilla,
1992. Barcelona: Labor, 1992, p. 76.
277 La exposición del hábitat de 1889 ensalza la evolución de los pueblos
comparándola con el progreso occidental. En esta demostración se conduce al
público exhibiendo los temibles pueblos primitivos todavía “vivos”, se exhibe a
los habitantes de Nueva Caledonia como los últimos representantes del
canibalismo y se representa, además, una danza “canaque” en una fiesta nocturna
delante del distinguido público francés. Referido en BOULAY, Roger (ed.),
Kannibals et vahinés, imagerie des mers du sud, París: Réunion des Músees
Nationaux, 2001, p. 92.
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