Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

denuncien la situación de la colonia guineana, y no se exhiben tampoco
los diferentes estamentos sociales que habitan en la colonia como se
realizó en el certamen filipino. Por otra parte, no se han hallado muestras
del posible revuelo que hubieran causado por su llegada a Sevilla los
africanos, en contraste de lo que, recordemos, sí que sucedió en Barcelona
cuando arribaron los filipinos. En definitiva, la exhibición de africanos en
Sevilla es una muestra tardía de las representaciones coloniales una de las
exposiciones que tan habituales fueron en Europa a finales del siglo XIX y
el protagonismo de los individuos es mucho menor que para el caso de los
filipinos que formaban parte, esta vez sí, al igual que sucedió con los
guineanos presentes en Sevilla, de una exposición colonial.
b) El discurso colonial y la exhibición de
personas en la Exposición Internacional de
Barcelona de 1929
Tan pronto como se clausuró la Exposición Universal de Barcelona de
1888, ya se empezó a hablar de la conveniencia de organizar una segunda
muestra. El proyecto se abordó a partir de 1901, cuando en las elecciones
municipales del mismo año en el programa de la Lliga Regionalista de
Catalunya, se incluía la idea de realizar una exposición más o menos
inmediata. En 1905 el político y arquitecto Josep Puig i Cadafalch
publicaba un artículo en La Veu de Catalunya, titulado “A votar! Per
l’Exposició Universal”. En este escrito se solicitaba el voto para el partido
de la Lliga Regionalista pero intentando ir más allá, es decir, reclamando
una nueva Barcelona que se había de materializar gracias a la celebración
de una nueva exposición que, al igual que sucedió con la de 1888, sirviera
para dotar a la ciudad de modernidad.
La idea propuesta por Puig i Cadafalch encontró un magnífico valedor en
Francesc Assís Mas, uno de los dirigentes del Fomento del Trabajo
Nacional, 416 una institución creada en 1889 para potenciar el progreso y
416 Fusión de las instituciones Fomento de la Producción Nacional y del Instituto
de Fomento del Trabajo Nacional que se fundó en 1889. Respondía a una
mentalidad capitalista y regionalista que, en muchas ocasiones, estuvo enfrentada
al gobierno central, ya que se oponía sistemáticamente a cualquier tratado de
comercio o arancel de signo librecanbista. A partir de la Primera Guerra Mundial,
se diluyó su intensidad y dejó de albergar a la burguesía catalana más
conservadora. Después de 1939, el Fomento del Trabajo Nacional pierde toda su
significación inicial de sociedad aglutinadora de la clase patronal catalana y acaba
ligado a la organización sindical catalana.
266