Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

principal que dio lugar a este tipo de acontecimientos fueron los negocios
comerciales. En el caso de la primera exhibición en Londres en 1851, Paul
Greenhalgh sostiene que el principal motivo para su celebración fue el
económico, ya que Inglaterra codiciaba un mayor mercado para colocar
sus productos 259 (recordemos los argumentos relacionados con el
capitalismo económico descritos anteriormente). Aunque la industria
inglesa llevara ventaja al resto de los países europeos a mitad del siglo
XIX, sabían que la competencia estaba creciendo y era necesario un
escaparate para promocionar los productos. De este modo creyeron que,
invitando al resto de las naciones del mundo a tomar parte en la
exposición, podrían crear un mercado de expansión en el extranjero. Así,
las exposiciones fueron creciendo e ilustrando las relaciones de poder,
tanto por los logros industriales como por los imperiales, y en buena
medida sirvieron para justificar casos específicos relacionados con el
colonialismo, ya que generalmente había un pabellón colonial o alguna
instalación relacionada con los pueblos colonizados en este tipo de
certámenes. En otras ocasiones, también se usaron para ilustrar la
“filantropía” que desempeñaba el gobierno para con los territorios
conquistados.
Es difícil que este tipo de exhibiciones se hubiera dado en otro momento
de la historia, tanto en el ámbito ideológico como técnico, aunque hay
autores que sostienen que las exposiciones universales son la continuación
de los mercados romanos o las ferias medievales, es decir, que se trataría
de un fenómeno que no tuvo interrupción en Europa desde el siglo V.
Afirmaciones de este tipo obvian el porqué de las exposiciones como
signo de modernidad. La especial política, con la expansión imperialista y
los movimientos liberales, y el momento económico, con la revolución
industrial y el colonialismo, que se vivieron en Europa a mitad del siglo
XIX y principios del XX hacen de este período un momento irrepetible y,
en consecuencia, el fenómeno de las exposiciones. Peter Greenhalgh
insiste en el hecho de que las exposiciones no son una mera continuación
de las ferias medievales, sino que intervienen diversos factores en
Inglaterra y Francia para considerarlas más que una mera exposición de
productos acabados y listos para su consumo, refiriéndose a los nuevos
medios de producción, métodos y procedimientos. Estos eventos también
fueron medios de propaganda, espectáculos y exhibiciones con fines
didácticos y educativos. Además, debemos tener en cuenta la confianza
europea en la superioridad del presente occidental y, por extensión, la
inferioridad de cualquier otro pasado o país no europeo. Alrededor de todo
ello se creó en las exposiciones un discurso que favorecía la diferencia
259 Ibíd., p. 10.
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