Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

graves problemas en la búsqueda de nuevos religiosos, se decide crear un
único centro de formación de misioneros de la ciudad de Valladolid,
donde también había una universidad. Tras la concesión de la bula papal
en 1736 por Clemente XII, así como las cédulas reales en 1743 por parte
de Felipe V, protector del colegio, se procede a la construcción del
edificio real en estilo neoclásico, por parte del arquitecto Ventura
Rodríguez; se inicia en 1759 y se prolonga hasta 1930. 164 De este
convento salieron más de dos mil religiosos que fueron enviados a
Filipinas y China y que irán mandando “objetos curiosos” a España.
Como ejemplo podemos citar los libros remitidos desde China por el
padre Rada a Felipe II con temas religiosos, filosóficos, médicos,
costumbristas…, que se localizan en buena medida en la Biblioteca del
Monasterio del Escorial, a la que ya hicimos referencia al hablar de las
colecciones de la Corona.
La idea del Museo Oriental nació, según el padre Blas Sierra de la Calle,
con el Real Colegio de los los PP. Agustinos, y “fue desarrollándose poco
a poco hasta fraguar en 1874, en que se dedicaron locales para este fin en
el ala oriental (…) en 1887 se construye un espaciosos salón en el ala sur
para instalar adecuadamente los objetos. En 1908 se dota al local de
nuevas estanterías y así queda abierto al público –aunque de un modo
restringido, como ‘Museo Misional’”, 165 pero antes, el hecho de que el
convento de Valladolid, el de Ocaña y el de Monteagudo quedaran
exentos de las desamortizaciones de Mendizábal, en la que se suprimieron
205 conventos españoles, provoca que la colección de objetos del
primitivo museo no se dispersara. En opinión de Cano de Gardoqui 166 ,
este hecho es producto de las buenas relaciones que siempre habían
mantenido los agustinos y el Estado español (monarquía y gobierno) con
diversas finalidades en intereses comunes, como la apertura de nuevas
vías comerciales y nuevos intentos de evangelización en distintas zonas.
Sin embargo, la “cultura material” que constituye el objeto de nuestro
estudio empieza a llegar en mayor medida 167 a partir de 1869, al abrirse el
164 Ibíd., p. 249.
165 SIERRA DE LA CALLE, Blas, El Museo Oriental de Valladolid, Guía del
visitante, Real Colegio de los PP. Agustinos, Valladolid: Sever-Cuesta, 1982, p.
9.
166 CANO DE GARDOQUI, José Luis, “El Museo Oriental del Real Colegio de
Agustinos de Valladolid”, Madrid, Boletín de la Real Academia de Bellas Artes
de San Fernando, 1er semestre 1994, nº78, p. 248.
167 “Entre 1850 y 1890 hay interesantes envíos de objetos filipinos: de 1850 a
1880, fray Juan Tombo remite al Convento una serie de piezas etnológicas. En
1882, los hermanos Tomás y Juan de Santarén donan sus propias colecciones
botánicas y etnológicas. Entre 1885 y 1890, el padre Eduardo Navarro envía a
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