Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

5. ANÁLISIS DEL PALACIO DE LAS MISIONES
DE LA EXPOSICIÓN INTERNACIONAL DE
BARCELONA DE 1929 Y SU CONTEXTO
5.1. La Exposición Universal Misionera (1925) y
el Museo Misionero Etnológico (1927)
Durante la celebración del Año Santo de 1925, el Papa Pío XI quiso que,
en veinticuatro pabellones expresamente construidos en los Jardines
Vaticanos, se organizara una exposición misionera. Ésta fue una de las
más grandes exposiciones que ha constituido la Iglesia, con la exhibición
de más de 100.000 objetos procedentes de las misiones. Todas las
congregaciones misioneras participaron enviando objetos de la cultura de
pueblos pertenecientes a todas las zonas geográficas del mundo excepto
de Europa. El objetivo de la muestra era el de documentar la actividad
misionera de la Iglesia y dar a conocer lo que las órdenes que participaban
en la exhibición estaban haciendo en sus campos de acción. Todo ello,
aprovechando la presencia del gran número de fieles que acudirían a los
diferentes actos conmemorativos en ocasión del jubileo.
Un par de años antes de su celebración en 1925, ya se tenían noticias de la
Exposición Misionera y se sabía cuál debía ser el fin y su carácter. Así lo
manifestaba expresamente el papa Pío XI en una carta dirigida el 24 de
abril de 1923 al cardenal Van Rossum, prefecto de la Propaganda Fide,
donde solemnemente decretó que se preparase la exposición en el Año
Santo para:
[…] poner ante los ojos…de los Hijos de la Iglesia que en gran
número esperamos que han de venir de todas partes […] una brillante
Exposición de todos aquellos objetos que puedan dar a conocer la
naturaleza, la actividad, los lugares y las cosas de las Misiones […] para
promover más y más esta Obra y más profundamente infiltrarla en el
corazón de todos los Católicos. 431
Asimismo, los argumentos de Pío XI seguirían siendo los mismos en el
discurso de inauguración de la Exposición Universal Misionera el 21 de
diciembre de 1924:
431 Exposición Misional Española de Barcelona: Semana de Misiología. La
ciencia de las misiones coronando los éxitos de la exposición, Barcelona: julio
1930, p. 6.
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