Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

verdaderos edificios cimentados), que reproducían el estilo filipino de
viviendas, construidas con caña y nipa, y que fueron conocidas como: la
“Casa de Labor” y la “Casa de las Tejedoras”. La primera de ellas se
estructuraba en dos partes en donde se exhibía, por un lado, utillaje
agrícola original y, por el otro, una instalación de abacá. Esto era un
cobertizo con plantas de abacá, un artilugio para desfibrar, útiles para el
trabajo de esta planta y muestras de objetos fabricados con esta fibra:
cordelería, fragmentos de velamen y diferentes tipos de telas. La Casa de
las Tejedoras “es la que mostraba el proceso de telar y donde las mujeres
hacían demostraciones. 230
Otro lugar en el que se realizaban exhibiciones de trabajos manuales en
directo era el Bahay, construido por la Compañía General de Tabacos de
Filipinas y conocido como “La Tabacalera”. Por las numerosas referencias
en la prensa de la época, parece que fue una de las instalaciones más
apreciadas. En La Ilustración Española y Americana le dedican varios
grabados 231 dada su relevancia. Contaba con la demostración en vivo,
llevada a cabo por seis cigarreras tagalas, de las distintas fases de
elaboración del tabaco, 232 además de un camarín de oreo, otro para
conseguir la fermentación del tabaco y un salón en el que se exhibían las
muestras de la fabricación y las diferentes clases de tabaco que se
empleaban. Pero la más interesante de las construcciones de la exposición
filipina para nuestro objeto de estudio es el recinto conocido con el
nombre de Ranchería de los igorrotes, en donde vivieron los filipinos
igorrotes, los tinganos, el negrito 233 ..., es decir, aquellos que dada su
230 “[...] El pabellón destinado á las tejedoras no ofrece otro aliciente que el de
presenciar la habilidad de las mismas en sus trabajos, pues la maquinaria de que
se sirven es igual á la que existe en modelos en la Sección Séptima [Industria y
Comercio] (...)”. “Exposición Filipina”, Madrid, La Ilustración Española y
Americana, n º XXVI, 15 de julio de 1887, p. 27.
231 Véase como ejemplo la imagen del grabado reproducida en el apéndice de
ilustraciones de este capítulo con el número 2.
232 “[…] son igualmente notables los talleres para trabajar el abacá, los de las
tejedoras y la casa llamada La Tabacalera, fabricada con verdadero primor en su
género, y donde se elaboran cigarros filipinos.” “Crónica general”, Madrid, La
Ilustración Española y Americana, n º XXV, 8 de julio de 1887, p. 3. En las
ilustraciones del capítulo se reproduce un grabado de esta actividad que
corresponde al número XXVII de la misma revista, p.44.
233 Éste es el término de uso español para los aeta o agta, según Muriel Gómez
Pradas “viuen en zones marginals, en els boscosde les altes muntanyes, arreconats
per les succesives onades de població. Són el tipus de pigmoide, caçadorsrecolectors
(fan servir l’arc i les fletxes com a armes de cacera) i es distribuyesen
per Luzon, Visayas i Mindanao, però també els trobem a Malàisia i al sudest del
continent.” GÓMEZ PRADAS, Muriel, “Caraterísitiques Generals”, Catáleg del
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