Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

vivencias al pie mismo de la mencionada cordillera de Luzón, ó
inmediatos y a las órdenes del gobierno filipino.
Las pinturas que usan los tinguianes, representan también el número de
muertes efectuadas (…). Tienen un miedo grandísimo al poder judicial.
Los lugares que habitan estas razas, son de continuo visitados por
expediciones militares, que se organizan por orden del gobierno general de
Filipinas y en atención a las circunstancias, o mejor dicho,
correspondiendo á la petición que hacen las rancherías por los daños
causados por sus enemigos. Son rencorosos en extremo.
La lucha entre las diferentes tribus es continua. La muerte de un
individuo de cualquiera de ellos, les incita al asesinato, al que se ven
arrastrados por los gritos que profieren los miembros de la familia del
finado, gritos que para ellos significan vengar aquella muerte natural, con
otra muerte o asesinato; de aquí que estén en continua colisión las
rancherías. (…)
Las tres razas mencionadas puede decirse que van en cueros en su
país, pues sólo cubre la parte delantera de su cuerpo una piel que se sujeta
en la cintura y que les llega hasta la rodilla ó poco más, llevando desnudo
el resto del cuerpo. Usan gargantillas y brazaletes. […] 210
Así, estos individuos cumplen las condiciones de ir pintarrajeados y
desnudos, ser feroces, rencorosos, vengativos, asesinos y tener miedo al
poder judicial (que para este caso sería el “orden” occidental de la
metrópoli, dado que las leyes judiciales se regían desde el gobierno del
Imperio). Pero, recordemos que esta sólo es la opinión de cinco sobre los
individuos venidos de un total de cuarenta y tres. Del resto únicamente
distinguen como visten las mujeres 211 y sus rasgos físicos en general:
El color de su piel es cobrizo; la frente deprimida, ojos pequeños,
los pómulos muy salientes y la nariz chata; la expresión de su rostro es
buena, demostrando siempre gran curiosidad y sorpresa por cuantas cosas
y personas ven. 212
No se explica cómo iban vestidos los integrantes del resto del grupo. Luis
Ángel Sánchez detalla, citando a un articulista del Imparcial, a propósito
de la invitación que se les hace la noche siguiente de su llegada para
210 Barcelona, La Vanguardia, n º 204, jueves 5 de mayo 1887, año VII, edición
mañana, p. 2797 [el destacado es nuestro]
211 “El modo como visten las mujeres no pude menos de chocar; usan faldas de
tejido sumamente fino, hecho con hilo de pita, de varios colores, demostrando sus
trajes que tienen predilección por las ropas rayadas, pues abunda en ellas las de
esa clase. Otras llevan sayas pintadas de flores, etc. El cuerpo, de la misma tela,
es sumamente corto, usando mangas en forma de campana, sujetas cerca del
hombro por una cinta”, ibíd., p. 2797.
212 Ibíd., p. 2797.
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