Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

17A. El Palacio de las Misiones por M.ª Encarnación Plaza, en
Barcelona, Diario Oficial de la Exposición de Barcelona, n º 20, 28 de
julio de 1929, pp. 16-17. [el destacado es nuestro]
Inmenso sarcófago es el Palacio de las Misiones, existente en los vergeles de la
Exposición, riquísimo cofre que contiene, en su interior, variedad de cosas,
recopiladas en multitud de años penosos y tristes para aquellos que los pasaron y
que aguantaron las fatigas y sinsabores por la Fe que los guía hasta los seres que
juzgamos inferiores a nosotros; tienen esta llamita en su interior y por ella
hacen sacrificios, que nosotros, como superiores, somos incapaces de sentir y
juzgamos como actos de barbarie, siendo como son, quizá en exceso de
idealismo… a su manera.
Tierras desconocidas para la mayoría de los visitantes son las que, en este caserón
sin estilo, pero rico, están representadas.
Veremos América, tierra fecunda, explorada también por los misioneros […]
contraída la mayor parte de ellas por sus habitantes, de una manera ingenua y
difícil de imitar, y de otras que son producto de nuestra madre tierra. Ropas
tejidas por los indios sudamericanos, armas, utensilios de casa y de adorno para
las mismas, son el principal ornamento de todas las salas.
[…] A su lado está el “brujo”, vestido con un “cuzma”, y encima de ésta el
“capisayo”, prenda consistente en una especie de chilaba. Este exhorta a su
feligreses y les predice el porvenir, cumpliendo los sacrificios necesarios
parar aplacar la ira de sus dioses.
Son los huitotos, salvajes antropófagos, que se dedican, como todas las tribus, a
la caza, siendo además muy guerreros. […] tienen unos “maguarés”, instrumentos
guerreros también y que consisten en unos troncos vaciados expresamente para
dar señales a distancia de varios kilómetros, pudiendo con ellos dar diferentes
sonidos.
Tétrica, horripilante es la historia de estas cabecitas, que parecen más bien
de monstruos que de seres humanos. Bonito ejemplar es el que hay en una
vitrina y que, como todas, ha pertenecido a la mujer del jefe de la tribu de Tetetes,
que, por haber perdido, en lucha encarnizada con otra tribu rival, tuvieron que
contribuir con un trofeo a los vencedores y éste fue ella. Júntanse en tales
condiciones vencedores y vencidos en un inmenso corro, en cuyo centro está la
víctima ofrendada como premio a la victoria, y el brujo, ante ella, va rociándola
de leches vegetales para favorecer la combustión; […]
Hachas como las que se usaban en la Edad de Piedra están en otra vitrina, y
se emplean para otros sacrificios, en holocausto de los dioses, […] Consiste,
uno de ellos, en partir el corazón de una doncella y exprimir todo el jugo que
segrega en un recipiente de antemano preparado, y entre todos los presentes
apuran aquél contenido con gran deleite, hasta no quedar nada de él …!Acaban de
hacer una obra buena!
Hamacas, de varias tribus huitotas, penden de la pared, en cuyo centro hay un
tapiz alegórico de la Divina Pastora; pieles de fieras cazadas por los huitotos, y
unas diapositivas de escenas misioneras y de tipos indígenas en estado salvaje
y semisalvaje, constituyen el adorno. […]
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