Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

después de la Exposición de Filipinas. Lo que ya se había anunciado en
prensa con bastante antelación:
Está ya acordado por el misterio de Ultramar, que figuren en la
Exposición universal de Barcelona, cuantos objetos formaron parte de la
de Filipinas recientemente celebrada en Madrid, corriendo los gastos de
transporte é instalación de cuenta del Ayuntamiento de Barcelona. Muchas
distinguidas familias de esta corte propónense trasladarse á esta última
ciudad cuando se celebre la Exposición, pudiendo asegurarse se verá ésta
sumamente concurrida, más todavía si como es probable se aplaza su
apertura hasta mediados de mayo ó principios de junio que es cuando
empieza el desfile de todo el Madrid elegante ya á las playas del Norte de
Francia, San Sebastián, Biarritz o San Juan de Luz, ya a algún fresco y
delicioso rincón de la Suiza, pero que sin duda se encaminará este año á la
más populosa, más bella é industriosa ciudad del Mediterráneo. –J.B.
Madrid, 3 de marzo 1888. 278
Por el hecho de anunciar el traslado de los objetos de la colección filipina
desde Madrid tres meses antes de la apertura de la Exposición Universal,
además de la noticia de la preferencia “de todo el Madrid elegante” para
visitar la Exposición de Barcelona, puede deducirse que la colección que
se trasladó a la Ciudad Condal era bastante importante. Es más, el
Pabellón de las Colonias de la Exposición Universal de Barcelona, que
medía 60 metros de largo por 27 de ancho cubriendo un total de 1.600 m 2
se construyó, según Conrad Roure, “con la idea de que él se expusiera los
productos de nuestras colonias de Ultramar”. Pero, al parecer, por lo que
describe el cronista, la presencia del resto de las colonias fue más bien
tímida:
Las instalaciones más notables que figuraban en el Pabellón de las
Colonias eran la de isla de Puerto Rico con diversidad de productos
coloniales en largo y lujoso escaparate; [...] la de la familia Sartorius de
Manila, con una exposición de esencias; [...] la de aceites y sedas de
varias clases del duque de la Unión de Cuba, y la de tabacos de Gener, de
la Habana, cuya instalación rematada en una torre que sustentaba un globo
y sobre éste una estatua de Colón. 279
Jaume Vicens i Vives (UPF) i Eumo editorial de la Universitat de Vic, 1999, p.
100.
278 J. B., “Crónicas madrileñas: La exposición filipina en Barcelona”, Barcelona,
La Vanguardia, nº 108, martes 6 de marzo de 1888, año VIII, sin páginar [el
destacado es nuestro]
279 ROURE, C., L’exposició universal de Barcelona de 1888…, en PICH
MITJANA, J. (ed.), Memòries de Conrad Roure. Recuerdos de mi larga vida.
Tomo IX. La Restauració dels Borbons [II]. L’exposició universal de Barcelona
de 1888, Vic: Institut Universitari d’Història Jaume Vicens i Vives (UPF) i Eumo
editorial de la Universitat de Vic, 1999, p. 102.
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