Marina Muñoz Torreblanca - Tesis

por lo que así comenzaría lo que podríamos llamar “nacionalismo
arquitectónico”, 270 que trataría de representar, a través del estilo
arquitectónico y todo un atrezo, la identidad de un país. El atrezo al que
acabamos de referirnos no es en ningún caso desdeñable, bien al contrario,
ya que la mayoría de los pabellones estaban ambientados con un tipo de
decoración que, muy a menudo, recurría al estereotipo e, incluso, se
llegaba a contar con personas del país de origen para atender los diferentes
pabellones.
Para el desarrollo de este trabajo entenderemos por “construcciones
exóticas” las edificaciones efímeras construidas en los recintos feriales
que representaron la arquitectura de países desconocidos y lejanos para el
gran público europeo. Estos particulares edificios no siempre fueron
pabellones representantes de países extranjeros, es decir, de países
concurrentes a la exposición y ajenos al país anfitrión. También hubo, en
varias exposiciones, la organización de un recinto colonial 271
representante de los nuevos territorios de ultramar de la metrópoli. Francia
es, en este sentido, el país que durante mayor tiempo desarrolló este tipo
de construcciones, y en donde estos montajes siguieron construyéndose
hasta la Exposición colonial de 1931.
Un segundo caso, mucho más conocido que el de los orígenes de este tipo
de construcciones en 1867, es el de la Rue des Nations de la Exposición
Universal parisina de 1878. La famosa calle estuvo situada al lado de los
amplios jardines cercanos al palacio del Trocadero y destinada a aquellos
países que desearon ampliar sus instalaciones con espacios lúdicos
(generalmente bazares y restaurantes). El caso de la Rue des Nations es el
primer ejemplo en donde se produce una concentración de presencias
extranjeras en una única calle, alejándose así del resto de los pabellones,
en los que se mostraban contenidos aparentemente modernos e
industriales. Era un lugar donde los occidentales podían ir a contemplar el
270 En el libro de TENORIO TRILLO, Mauricio, Artilugio de la nación moderna,
México en las exposiciones universales, 1880-1930, México: Fondo de Cultura
Económica, 1998, se dedica un capítulo al análisis del Palacio Azteca, pabellón
mexicano en la exposición de París de 1889 y otros elementos de la “arquitectura
expositiva” que ayudaron a crear la idea de un México moderno.
271 Para el orientalismo europeo las exposiciones universales representaron todo
un acontecimiento. Sin embargo, fueron especialmente las exposiciones
coloniales las que representaron ejemplos emblemáticos de este orientalismo.
Para el caso francés consúltese LEPRUN, Sylvianne, Le Théâtre des colonies,
París: L’Harmattan, 1986, pp. 17-23. Para una revisión general e introductoria
consultar el capítulo cuarto del libro de GREENHALGH, Paul, Ephemeral
Vistas: The Expositions Universelles, Great Exhibitions and World’s Fairs, 1851-
1939, Manchester: Manchester University Press, 1988.
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