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PRINCIPIOS DE ANATOMIA Y FISIOLOGIA- TORTORA - DERRICKSON

La relevancia de la anatomía y la fisiología que usted está estudiando se comprende mejor cuando hace la conexión entre la estructura normal y la función, y lo que sucede cuando estas funciones están alteradas. En todos los capítulos del libro, hallará Correlaciones clínicas, que le presentan una interesante perspectiva clínica relacionada con el tema del texto. Al final de cada capítulo de aparatos y sistemas, encontrará una sección sobre desequilibrio homeostático, que incluye análisis concisos sobre las principales enfermedades. Esto da respuestas a muchas de las preguntas que pueda tener sobre problemas médicos. La sección de Terminología médica a continuación incluye términos seleccionados sobre condiciones normales y patológicas.

La relevancia de la anatomía y la fisiología que usted está estudiando se comprende mejor cuando hace la conexión
entre la estructura normal y la función, y lo que sucede cuando estas funciones están alteradas. En todos los capítulos
del libro, hallará Correlaciones clínicas, que le presentan una interesante perspectiva clínica relacionada con el
tema del texto. Al final de cada capítulo de aparatos y sistemas, encontrará una sección sobre desequilibrio homeostático,
que incluye análisis concisos sobre las principales enfermedades. Esto da respuestas a muchas de las
preguntas que pueda tener sobre problemas médicos. La sección de Terminología médica a continuación incluye
términos seleccionados sobre condiciones normales y patológicas.

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1114 CAPÍTULO 27 • HOMEOSTASIS HIDROELECTROLÍTICA Y DEL ESTADO ÁCIDO BASE

ingerir una comida salada. La elevada ingesta de NaCl aumenta los

niveles plasmáticos de Na + y Cl – (mayores contribuyentes a la osmolaridad

del líquido extracelular). Como resultado, la osmolaridad del

líquido intersticial se incrementa, lo que promueve el movimiento de

agua desde el líquido intracelular al líquido intersticial y luego, al

plasma. Este movimiento del agua aumenta la volemia.

Las tres hormonas más importantes que regulan la reabsorción renal

de Na + y Cl – (y, por ende, la cantidad que se pierde con la orina) son

la angiotensina II, la aldosterona y el péptido natriurético atrial

(ANP). Cuando el cuerpo está deshidratado, la angiotensina II y la

aldosterona favorecen la reabsorción urinaria de Na + y Cl – (y de agua,

por ósmosis, con estos electrolitos), lo que permite conservar el volumen

de los líquidos corporales, a través de la reducción de la pérdida

de orina. El incremento de la volemia, como puede suceder después

de beber grandes cantidades de líquido, distiende las aurículas y promueve

la liberación del péptido natriurético atrial. Este péptido a su

vez estimula la natriuresis, que es la eliminación urinaria de gran

cantidad de Na + (y Cl – ) seguida de excreción de agua, con reducción

consiguiente de la volemia. El aumento de la volemia también disminuye

la velocidad de liberación de renina por parte de las células yuxtaglomerulares

de los riñones. Cuando los niveles de renina disminuyen,

se forma menos angiotensina II. La disminución de la concentración

de angiotensina II de un nivel moderado a uno bajo aumenta la

tasa de filtración glomerular y reduce la reabsorción de Na + , Cl – y

agua en los túbulos renales. Asimismo, menos angiotensina II reduce

los niveles de aldosterona, lo que a su vez desciende la velocidad de

reabsorción de Na + y Cl – filtrados en el túbulo colector. De esta manera,

permanece una mayor concentración de Na + y Cl – en el líquido

tubular para ser excretado con la orina. La consecuencia osmótica de

la excreción de más Na + y Cl – es la pérdida de más agua con la orina,

lo que disminuye tanto la volemia como la tensión arterial.

La hormona principal que regula la pérdida de agua es la hormona

antidiurética (ADH). Esta hormona, también conocida como vasopresina,

se produce en las células neurosecretoras que se distribuyen

desde el hipotálamo hasta la neurohipófisis (lóbulo posterior de la

hipófisis). Además de estimular el mecanismo de la sed, un incremento

de la osmolaridad de los líquidos corporales impulsa la liberación

de ADH (véase la Figura 26.17). La ADH promueve la inserción de

proteínas que funcionan como canales de agua (acuoporina-2) en las

membranas apicales de las células principales de los túbulos colectores

del riñón. Como resultado, aumenta la permeabilidad de estas

células al agua, y las moléculas de agua se desplazan por ósmosis

desde el líquido tubular renal hacia el interior de las células tubulares,

y desde allí, a la corriente sanguínea. El resultado es la producción de

un pequeño volumen de orina muy concentrada (véase la Sección

26.6). La ingesta de agua en respuesta al mecanismo de la sed disminuye

la osmolaridad plasmática e intersticial. En pocos minutos, la

secreción de ADH cesa y muy pronto su nivel plasmático se aproxima

a cero. Cuando la ADH no estimula las células principales, las moléculas

de acuoporina-2 se eliminan de la membrana apical por endocitosis.

A medida que el número de canales de agua disminuye, la permeabilidad

al agua de la membrana apical de las células principales

desciende, y se pierde más agua con la orina.

Bajo ciertas circunstancias, otros factores distintos a la osmolaridad

de la sangre influyen sobre la secreción de ADH. Un gran descenso de

la volemia, detectado por los barorreceptores (neuronas sensitivas que

responden al estiramiento) en la aurícula izquierda y las paredes de los

vasos sanguíneos, también estimula la secreción de ADH. En caso de

deshidratación grave, la tasa de filtración glomerular disminuye por

la caída de la tensión arterial, lo que ocasiona una menor pérdida de

agua con la orina. En cambio, la ingesta de grandes cantidades de

agua eleva la tensión arterial; esto provoca un aumento de la tasa

de filtración glomerular y una mayor pérdida urinaria de agua. La

hiperventilación (ventilación rápida y anormalmente profunda) puede

aumentar la pérdida de líquidos, a través de la espiración de más vapor

de agua. Los vómitos y la diarrea aumentan la pérdida de líquido por

el tubo digestivo. Por último, la fiebre, la sudoración intensa y la destrucción

de grandes áreas de piel por quemaduras pueden causar una excesiva

pérdida de agua a través de la piel. En todos estos casos, el aumento

en la secreción de ADH ayuda a conservar los líquidos corporales.

En el Cuadro 27.1 se resumen los factores que mantienen el balance

hídrico del cuerpo.

Movimiento del agua entre los compartimentos

de líquido corporal

En condiciones normales, las células no se contraen ni se edematizan

porque los líquidos intracelular e intersticial tienen la misma

osmolaridad. No obstante, los cambios en la osmolaridad del líquido

intersticial producen alteraciones en el balance hídrico. El aumento de

la osmolaridad del líquido intersticial promueve la salida de agua

de las células, por lo que éstas se encogen un poco. En cambio, la disminución

de la osmolaridad del líquido intersticial hace que las células

se edematicen. En general, los cambios en la osmolaridad se deben

a modificaciones en la concentración de Na + .

La disminución en la osmolaridad del líquido intersticial, lo que

puede suceder después de beber un gran volumen de agua, inhibe la

secreción de ADH. En condiciones normales, los riñones excretan un

gran volumen de orina diluida para normalizar la presión osmótica de

los líquidos corporales. Como consecuencia, las células del cuerpo

sólo se edematizan un poco durante un breve período. Pero cuando

CUADRO 27.1

Resumen de los factores que mantienen el balance hídrico corporal

FACTOR

Centro de la sed en

el hipotálamo

Angiotensina II

Aldosterona

Péptido natriurético

atrial (ANP)

Hormona

antidiurética (ADH),

también conocida

como vasopresina

MECANISMO

Estimula el deseo de beber

líquidos.

Estimula la secreción de

aldosterona.

Promueve la reabsorción urinaria

de Na + y Cl – y aumenta,

de esta manera, la reabsorción

de agua por ósmosis.

Estimula la natriuresis,

aumenta la excreción urinaria

de Na + (y Cl – ), acompañados

por agua.

Promueve la inserción de

canales de agua proteicos

(acuoporina-2) en las membranas

apicales de las células

principales de los túbulos

colectores de los riñones.

Como resultado, aumenta la

permeabilidad de estas células

al agua, lo que incrementa

su reabsorción.

EFECTO

Ganancia de agua, si

se satisface la sed.

Reduce la pérdida de

agua con la orina.

Reduce la pérdida de

agua con la orina.

Aumenta la pérdida

de agua con la orina.

Reduce la pérdida de

agua con la orina.

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