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PRINCIPIOS DE ANATOMIA Y FISIOLOGIA- TORTORA - DERRICKSON

La relevancia de la anatomía y la fisiología que usted está estudiando se comprende mejor cuando hace la conexión entre la estructura normal y la función, y lo que sucede cuando estas funciones están alteradas. En todos los capítulos del libro, hallará Correlaciones clínicas, que le presentan una interesante perspectiva clínica relacionada con el tema del texto. Al final de cada capítulo de aparatos y sistemas, encontrará una sección sobre desequilibrio homeostático, que incluye análisis concisos sobre las principales enfermedades. Esto da respuestas a muchas de las preguntas que pueda tener sobre problemas médicos. La sección de Terminología médica a continuación incluye términos seleccionados sobre condiciones normales y patológicas.

La relevancia de la anatomía y la fisiología que usted está estudiando se comprende mejor cuando hace la conexión
entre la estructura normal y la función, y lo que sucede cuando estas funciones están alteradas. En todos los capítulos
del libro, hallará Correlaciones clínicas, que le presentan una interesante perspectiva clínica relacionada con el
tema del texto. Al final de cada capítulo de aparatos y sistemas, encontrará una sección sobre desequilibrio homeostático,
que incluye análisis concisos sobre las principales enfermedades. Esto da respuestas a muchas de las
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658 CAPÍTULO 17 • SENTIDOS ESPECIALES

pequeño del cuerpo humano. Atenúa las vibraciones muy pronunciadas

que se producen en el estribo por los ruidos de gran intensidad y

protege de esta forma la ventana oval, pero también disminuye la sensibilidad

auditiva. Por tal razón, la parálisis del músculo estapedio se

asocia con hiperacusia (audición anormalmente sensible). Dado que

los músculos tensor del tímpano y estapedio demoran una fracción de

segundo en contraerse, pueden proteger el oído interno de ruidos fuertes

prolongados, pero no de los repentinos, como el disparo de un

arma de fuego.

La pared anterior del oído interno contiene una abertura que conduce

directamente hacia la trompa auditiva (faringotimpánica),

comúnmente conocida como trompa de Eustaquio. La trompa de

Eustaquio, constituida tanto por hueso como por cartílago hialino,

conecta el oído medio con la nasofaringe (porción superior de la garganta).

En condiciones normales permanece cerrada por su extremo

interno (faríngeo). Durante la deglución y el bostezo, el conducto se

abre y permite que el aire pueda salir del oído medio o ingresar en

éste, hasta que su presión se equilibre con la presión atmosférica. Casi

todos nosotros hemos percibido una especie de chasquido cuando las

presiones se igualan. Cuando las presiones están equilibradas, la

membrana del tímpano vibra libremente, en respuesta a las ondas

sonoras que la alcanzan. Si las presiones no se igualan, se puede producir

un dolor intenso, dificultades en la audición, zumbidos en el

oído y vértigo. La trompa auditiva también es una vía que suelen utilizar

diferentes microorganismos patógenos para desplazarse desde la

nariz y la garganta hasta el oído medio, donde causan el tipo más frecuente

de infección del oído (véase Otitis media en Desequilibrios

homeostáticos, al final del capítulo).

Oído interno

El oído interno también se denomina laberinto por su complicada

serie de conductos (Figura 17.18). Estructuralmente, consiste en dos

divisiones principales: un laberinto óseo externo que envuelve a un

laberinto membranoso interno. El laberinto óseo está constituido por

cavidades en el hueso temporal, divididas en tres áreas: 1) conductos

semicirculares, 2) vestíbulo, que contienen receptores para el equilibrio,

y 3) la cóclea, que contiene receptores para la audición. El laberinto

óseo está revestido por periostio y encierra la perilinfa. Este

líquido, que tiene una composición química similar a la del líquido

cefalorraquídeo, rodea el laberinto membranoso, una sucesión de

sacos y conductos dentro del laberinto óseo con la misma forma de

éste. El laberinto membranoso está revestido por epitelio y contiene la

Figura 17.18 Anatomía del oído.

El oído tiene tres regiones principales: el oído externo, el oído medio y el oído interno.

Plano

frontal

Hueso temporal

Martillo

Yunque

Conducto semicircular

Conducto auditivo interno

Hélix

Nervio

vestibulococlear (VIII):

Ramo vestibular

Ramo coclear

Pabellón

auricular

Cóclea

Lóbulo

Estribo en la

ventana oval

Oído externo

Oído medio

Oído interno

Cartílago

elástico

Conducto auditivo

externo

Cerumen

Ventana redonda (cubierta

por la membrana timpánica

secundaria)

A la nasofaringe

Membrana timpánica

Trompa auditiva

Corte frontal a través del lado derecho del cráneo,

donde se muestran las tres regiones principales del oído

¿A qué estructura del oído externo se fija el martillo, situado en el oído medio?

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