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PRINCIPIOS DE ANATOMIA Y FISIOLOGIA- TORTORA - DERRICKSON

La relevancia de la anatomía y la fisiología que usted está estudiando se comprende mejor cuando hace la conexión entre la estructura normal y la función, y lo que sucede cuando estas funciones están alteradas. En todos los capítulos del libro, hallará Correlaciones clínicas, que le presentan una interesante perspectiva clínica relacionada con el tema del texto. Al final de cada capítulo de aparatos y sistemas, encontrará una sección sobre desequilibrio homeostático, que incluye análisis concisos sobre las principales enfermedades. Esto da respuestas a muchas de las preguntas que pueda tener sobre problemas médicos. La sección de Terminología médica a continuación incluye términos seleccionados sobre condiciones normales y patológicas.

La relevancia de la anatomía y la fisiología que usted está estudiando se comprende mejor cuando hace la conexión
entre la estructura normal y la función, y lo que sucede cuando estas funciones están alteradas. En todos los capítulos
del libro, hallará Correlaciones clínicas, que le presentan una interesante perspectiva clínica relacionada con el
tema del texto. Al final de cada capítulo de aparatos y sistemas, encontrará una sección sobre desequilibrio homeostático,
que incluye análisis concisos sobre las principales enfermedades. Esto da respuestas a muchas de las
preguntas que pueda tener sobre problemas médicos. La sección de Terminología médica a continuación incluye
términos seleccionados sobre condiciones normales y patológicas.

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550 CAPÍTULO 14 • EL ENCÉFALO Y LOS NERVIOS CRANEALES

Figura 14.13 Ganglios basales. En (a) los ganglios o núcleos basales se proyectaron sobre la superficie; en (a) y (b) se muestran en color

violeta.

Los ganglios basales ayudan a iniciar y a finalizar los movimientos; suprimen los movimientos no deseados y regulan el tono muscular.

Ventrículo lateral

Tálamo

Cola del núcleo caudado

Lóbulo occipital

del cerebro

Cuerpo del núcleo caudado

Lóbulo frontal del cerebro

Putamen

Cabeza del núcleo caudado

POSTERIOR

ANTERIOR

(a) Vista lateral del lado derecho del encéfalo

Plano

frontal

Vista

Fisura

longitudinal

Septum

pellucidum

Cápsula

interna

Ínsula

Tálamo

Núcleo

subtalámico

Cerebro

Cuerpo calloso

Ventrículo lateral

Núcleo caudado

Putamen

Globo pálido

Tercer ventrículo

Núcleos

basales

Hipotálamo y

núcleos asociados

Tracto óptico

En relación con el tálamo, ¿dónde se localizan los ganglios basales?

(b) Vista anterior del corte frontal

Los grados de lesión encefálica se describen con términos específicos.

Una concusión es una lesión caracterizada por la abrupta, pero transitoria,

pérdida del conocimiento (de segundos a horas), trastornos de la

visión y alteraciones del equilibrio. Es causada por un traumatismo de

cráneo o por la detención súbita del movimiento de la cabeza (como en

un accidente automovilístico) y constituye la lesión encefálica más

común. La concusión no produce lesiones encefálicas evidentes. Los signos

y síntomas son: dolor de cabeza, mareos, náuseas o vómitos, falta

de concentración, confusión y amnesia (pérdida de la memoria) postraumática.

Una contusión es la formación de un hematoma encefálico a causa de

un traumatismo directo e implica la extravasación de sangre desde

vasos microscópicos. Generalmente, se asocia con una concusión. En una

contusión, la piamadre puede presentar desgarro y permitir, en ese

caso, la entrada de sangre al espacio subaracnoideo. El área más comúnmente

afectada es el lóbulo frontal. Una contusión produce habitualmente

una pérdida inmediata de la conciencia (generalmente, de no más de

5 minutos), ausencia de reflejos, cese transitorio de la respiración y descenso

de la presión arterial. Los signos vitales suelen estabilizarse en

unos pocos segundos.

La laceración es el desgarro del tejido encefálico, provocado habitualmente

por una fractura de cráneo o una herida de bala. La laceración

ocasiona la rotura de grandes vasos sanguíneos, con sangrado en el

encéfalo y en el espacio subaracnoideo. Las consecuencias son: la formación

de hematomas (acumulación localizada de sangre, habitualmente

coagulada, que protruye contra el tejido encefálico), el edema y

el aumento de la presión intracraneana. Si el coágulo sanguíneo es

pequeño, puede no generar mayores inconvenientes y reabsorberse. Si

es grande, podría requerir extracción quirúrgica. Al expandirse, reduce

el espacio limitado que ocupa el encéfalo en la cavidad craneal y provoca

dolores de cabeza muy intensos. El tejido encefálico puede sufrir

necrosis (muerte celular) a causa de la tumefacción; si esta es muy

importante, el tejido encefálico se hernia a través del foramen magno

y ocasiona la muerte.

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