Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org
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92 Neurobiología regional<br />
eventualmente la presión <strong>de</strong>l líquido raquí<strong>de</strong>o (rango <strong>de</strong> 100 a<br />
250 mmH 2 0 <strong>de</strong> presión <strong>de</strong> apertura) y se retiran unos pocos mililitros<br />
<strong>de</strong> líquido. Dado que el volumen promedio <strong>de</strong> LCR en el adulto es<br />
<strong>de</strong>l20al40ml aproximadamente y que la tasa <strong>de</strong> producción es <strong>de</strong><br />
15 a 20 ml/hora (y aproximadamente 400 a 500 ml/día), la muestra<br />
extraída es repuesta rápidamente. Cuando hay evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sangre<br />
en la muestra obtenida <strong>de</strong> LCR, es importante establecer si esta<br />
observación es <strong>de</strong>bida a una hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a o a la lesión<br />
<strong>de</strong> un vaso durante el procedimiento: una punción traumática. Lo<br />
que habitualmente se <strong>de</strong>nomina la prueba <strong>de</strong> los tres tubos aporta la<br />
respuesta. Se retiran tres tubos sucesivos <strong>de</strong> LCR. Si el primer tubo<br />
contiene sangre, el segundo poca o ninguna y el tercero ninguna, lo más<br />
probable es que haya sido una punción traumática. Si los tres tubos<br />
contienen la misma cantidad <strong>de</strong> LCR sanguinolento que también sea<br />
xantocrómico (teñido <strong>de</strong> amarillo) significa con una alta probabilidad<br />
que existe un sangrado en el interior <strong>de</strong>l espacio subaracnoi<strong>de</strong>o.<br />
El número y tipos <strong>de</strong> células que se encuentran en el LCR varían según<br />
el tipo <strong>de</strong> enfermedad. En la meningitis bacteriana o en los abscesos<br />
cerebrales predominan los neutrófilos, que pue<strong>de</strong>n alcanzar concentraciones<br />
<strong>de</strong> 1.000 a 20.000 mi y el líquido es turbio. Por el contrario,<br />
en la meningitis sifilítica lo típico sería encontrar <strong>de</strong> 200 a 300 células/ml,<br />
y muchas <strong>de</strong> éstas serían linfocitos. Los linfocitos también son el tipo<br />
celular predominante que se encuentra en las meningitis y encefalitis<br />
virales. En la esclerosis múltiple (EM) activa habitualmente hay menos<br />
<strong>de</strong> 50 células/ml <strong>de</strong> LCR. El diagnóstico <strong>de</strong> EM también se basa en<br />
cambios <strong>de</strong> contenido <strong>de</strong> inmunoglobulina G <strong>de</strong>l LCR y en un aumento<br />
discreto en el número <strong>de</strong> células mononucleares; la inmunoglobulina<br />
G <strong>de</strong>riva tanto <strong>de</strong> la sangre como <strong>de</strong> la que produce los linfocitos en el<br />
LCR, don<strong>de</strong> es liberada durante una crisis <strong>de</strong> EM.<br />
En contraste marcado con el número elevado <strong>de</strong> células blancas que<br />
se observa en las infecciones <strong>de</strong>l sistema nervioso central (SNC), existen<br />
numerosos hematíes en el LCR <strong>de</strong> pacientes que tienen un sangrado<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l espacio subaracnoi<strong>de</strong>o (hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a).<br />
Por ejemplo, esta condición pue<strong>de</strong> ser el resultado <strong>de</strong> la rotura <strong>de</strong><br />
un aneurisma intracraneal o <strong>de</strong> una malformación arteriovenosa. Los<br />
pacientes con una hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a o aquéllos con tumores<br />
primarios <strong>de</strong>l SNC habitualmente tienen unos niveles elevados <strong>de</strong><br />
proteínas en su LCR. También se observa un aumento <strong>de</strong> proteínas<br />
en el LCR en pacientes con sífilis o con meningitis y en pacientes <strong>de</strong><br />
cáncer en los que el tumor se ha extendido (metastatizado) al interior<br />
<strong>de</strong>l LCR. El LCR <strong>de</strong> pacientes <strong>de</strong> cáncer pue<strong>de</strong> contener células<br />
malignas características <strong>de</strong> sus lesiones primarias.<br />
Figura 6-19. Características histológicas <strong>de</strong> un papiloma <strong>de</strong>l plexo coroi<strong>de</strong>o.<br />
Aunque este tumor tiene similitu<strong>de</strong>s con el plexo coroi<strong>de</strong>o normal, obsérvese la<br />
proliferación <strong>de</strong> células alargadas y cúbicas, el estroma engrosado y la forma lingual<br />
(o papilar) <strong>de</strong> porciones <strong>de</strong>l tumor.<br />
Tabla 6-1 Comparación <strong>de</strong> los constituyentes<br />
<strong>de</strong>l líquido cefalorraquí<strong>de</strong>o (LCR) con el plasma*<br />
LCR<br />
PLASMA<br />
Cloruro 125,0 mEq/1 100,0 mEq/1<br />
Magnesio 2,3 mEq/1 1,9 mEq/1<br />
Sodio 143,0 mEq/1 138,0 mEq/1<br />
Creatinina 1,1 mg/dl 1,2 mg/dl<br />
Potasio 2,9 mEq/1 4,5 mEq/1<br />
Calcio 2,4 mEq/1 5,0 mEq/1<br />
Glucosa 50,0 mg/dl 80,0 mg/di<br />
Proteínas 34,0 mg/dl 6.500,0 mg/dl<br />
Albúmina 155,0 mg/1 35.000,0 mg/1<br />
Acido úrico 0,7 mg/dl 4,0 mg/di<br />
* Éstos son valores promedio generales que se aproximan al centro <strong>de</strong>l rango.<br />
Producción y circulación <strong>de</strong>l líquido cefalorraquí<strong>de</strong>o<br />
El LCR producido por los plexos coroi<strong>de</strong>os circula por el sistema ventricular<br />
para abandonar el cuarto ventrículo a través <strong>de</strong> los forámenes<br />
<strong>de</strong> Luschka y Magendie (fig. 6-20). En este punto, el LCR entra en<br />
el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o, el cual se continúa alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l encéfalo<br />
y <strong>de</strong> la médula espinal. El LCR en el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o aporta la<br />
flotabilidad necesaria para prevenir que el encéfalo comprima las raíces<br />
nerviosas y los vasos sanguíneos contra la superficie interna <strong>de</strong>l cráneo.<br />
El peso <strong>de</strong>l encéfalo, aproximadamente 1.400 g en el aire, se reduce<br />
a unos 45 g cuando está suspendido en el LCR. Por consiguiente,<br />
los anclajes formados por las bandas <strong>de</strong>licadas <strong>de</strong> tejido conjuntivo<br />
que atraviesan el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o, las trabéculas aracnoi<strong>de</strong>as<br />
(fig. 6-20), son a<strong>de</strong>cuadas para mantener el encéfalo en una posición<br />
estable <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su envoltura <strong>de</strong> LCR.<br />
El movimiento <strong>de</strong> LCR a través <strong>de</strong>l sistema ventricular y <strong>de</strong>l espacio<br />
subaracnoi<strong>de</strong>o está influido por varios factores. En primer lugar,<br />
el movimiento ciliar <strong>de</strong> las células ependimarias intactas mueve el<br />
LCR a lo largo <strong>de</strong> los ventrículos laterales y <strong>de</strong>l tercer ventrículo, a<br />
través <strong>de</strong>l acueducto cerebral, al interior <strong>de</strong>l cuarto ventrículo y al<br />
interior <strong>de</strong>l espacio subaracnoi<strong>de</strong>o. En segundo lugar, existe un ligero<br />
gradiente <strong>de</strong> presión entre los puntos <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> LCR (plexo<br />
coroi<strong>de</strong>o) y los puntos don<strong>de</strong> el LCR es transferido al interior <strong>de</strong>l<br />
sistema venoso (vellosida<strong>de</strong>s aracnoi<strong>de</strong>as). Dado que el LCR no es<br />
compresible, tien<strong>de</strong> a moverse a favor <strong>de</strong> este gradiente. En tercer<br />
lugar, también contribuyen a la circulación <strong>de</strong> LCR las pulsaciones<br />
<strong>de</strong> las arterias en el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o, <strong>de</strong> las arteriolas en los espacios<br />
<strong>de</strong> Virchow-Robin, el movimiento pasivo <strong>de</strong>l LCR a través <strong>de</strong>l<br />
epéndimo y <strong>de</strong>l tejido cerebral y los movimientos leves <strong>de</strong>l encéfalo<br />
y <strong>de</strong> la médula espinal durante la actividad normal.<br />
Después <strong>de</strong> atravesar el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o, el LCR alcanza las<br />
vellosida<strong>de</strong>s aracnoi<strong>de</strong>as que se extien<strong>de</strong>n en el interior <strong>de</strong>l seno sagital<br />
superior y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los lagos venosos <strong>de</strong>l seno sagital superior (lagunas<br />
laterales o lagunas laterales <strong>de</strong>l seno sagital superior) (fig. 6-20).<br />
El espacio subaracnoi<strong>de</strong>o y el LCR que contiene se extien<strong>de</strong>n hasta el<br />
interior <strong>de</strong>l eje <strong>de</strong> cada vellosidad. En este punto, el LCR entra en la<br />
circulación venosa a través <strong>de</strong> dos rutas. Una cantidad limitada pasa<br />
entre las células que conforman la vellosidad aracnoi<strong>de</strong>a, mientras que<br />
la mayor parte es transportada a través <strong>de</strong> estas células en vesículas<br />
<strong>de</strong>limitadas por membrana (v. también cap. 7). Entre 330 y 380 mi<br />
<strong>de</strong> LCR aproximadamente entran en la circulación venosa al día, y<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 120 a 140 mi se encuentran en todo momento en los<br />
ventrículos y en el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o.<br />
HIDROCEFALIA Y PROCESOS RELACIONADOS<br />
El bloqueo <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> LCR o un fracaso en el mecanismo<br />
<strong>de</strong> absorción provocará una acumulación <strong>de</strong> líquido en los espacios<br />
ventriculares o alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l encéfalo (fig. 6-21). Los resultados,