Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org
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368 Neurobiología <strong>de</strong> los sistemas<br />
Figura 26-16. Temblor parkinsoniano (temblor en reposo) y postura característica.<br />
El paciente pue<strong>de</strong> tener dificultad para iniciar un movimiento (acinesia)<br />
o iniciarlo pero que sea lento y sin espontaneidad (bradicinesia).<br />
trata <strong>de</strong> los cuerpos <strong>de</strong> Lewy, que son estructuras eosinófilas redondas<br />
ro<strong>de</strong>adas por un halo más claro (fig. 26-7D). Aunque se consi<strong>de</strong>ra<br />
que los cuerpos <strong>de</strong> Lewy son propios <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> Parkinson,<br />
también pue<strong>de</strong>n estar presentes en otros trastornos neurológicos. Se<br />
observa una <strong>de</strong>generación <strong>de</strong> las vías serotoninérgica y noradrenérgica,<br />
pero es esta pérdida específica <strong>de</strong> dopamina la que ocasiona los<br />
síntomas observados. Estos síntomas motores y cognitivos empeoran<br />
con el tiempo, lo que posiblemente guarda relación con la pérdida <strong>de</strong><br />
células dopaminérgicas con el tiempo. La <strong>de</strong>mencia que se observa<br />
en las últimas fases <strong>de</strong> la enfermedad se atribuye a los progresivos<br />
<strong>de</strong>sequilibrios químicos en el seno <strong>de</strong> los núcleos basales.<br />
El tratamiento habitual preten<strong>de</strong> reponer la dopamina perdida.<br />
Como la dopamina no atraviesa la barrera hematoencefálica, los<br />
pacientes reciben L-3,4-hidroxifenilalanina (L-dopa o levodopa),<br />
que sí lo hace. En la actualidad este fármaco se combina con otro,<br />
la carbidopa, que no atraviesa la barrera hematoencefálica pero que<br />
tiene el efecto <strong>de</strong> inhibir la captación periférica <strong>de</strong> L-dopa y aumentar<br />
así la cantidad <strong>de</strong> L-dopa disponible para el tejido cerebral. Las<br />
personas que reciben este tratamiento <strong>de</strong> combinación, junto con<br />
otros fármacos como agonistas <strong>de</strong> la dopamina e inhibidores <strong>de</strong> la<br />
monoaminooxidasa, presentan reducciones significativas <strong>de</strong> los signos<br />
y los síntomas, aunque no se logra <strong>de</strong>tener el avance <strong>de</strong> la enfermedad.<br />
No se sabe bien cómo actúa la L-dopa. Se ignora cómo se convierte la<br />
L-dopa en dopamina en el cerebro <strong>de</strong> los pacientes con enfermedad <strong>de</strong><br />
Parkinson; estas personas tienen muy poca tirosina hidroxilasa, que es<br />
la enzima necesaria para este catabolismo. A<strong>de</strong>más, la dopamina no se<br />
encuentra en terminales nerviosos específicos o en los núcleos basales.<br />
Parece que simplemente se requiere su presencia en el entorno neuronal<br />
<strong>de</strong>l complejo estriado para reducir los signos y los síntomas <strong>de</strong><br />
los pacientes. Diferentes áreas <strong>de</strong>l complejo estriado están afectadas<br />
por el equilibrio entre dopamina, GABA y glutamato en esas regiones.<br />
A<strong>de</strong>más, las variaciones <strong>de</strong>l equilibrio entre la dopamina y el GABA<br />
en la sustancia negra y en el área tegmental ventral también aña<strong>de</strong>n<br />
complejidad a la comprensión <strong>de</strong> los efectos paliativos <strong>de</strong> la L-dopa.<br />
No obstante, el tratamiento con L-dopa es el más eficaz contra la<br />
enfermedad <strong>de</strong> Parkinson.<br />
Un posible mecanismo <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> Parkinson fue <strong>de</strong>scubierto<br />
acci<strong>de</strong>ntalmente por un grupo <strong>de</strong> fabricantes <strong>de</strong> drogas<br />
ilegales, cuya heroína estaba contaminada con un compuesto <strong>de</strong>nominado<br />
l-metil-4-fenil-l,2,3,6-tetrahidropiridina (MPTP). Las personas<br />
que consumieron esta droga presentaron exactamente los mismos<br />
síntomas que un enfermo <strong>de</strong> Parkinson, pero a una edad en torno a los<br />
veinte años, a la que normalmente está enfermedad no se manifiesta<br />
nunca. La autopsia puso <strong>de</strong> manifiesto una gran pérdida <strong>de</strong> neuronas<br />
dopaminérgicas en la porción compacta <strong>de</strong> la sustancia negra.<br />
Los estudios sobre el mecanismo <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> la MPTP en mo<strong>de</strong>los<br />
animales <strong>de</strong>mostraron que este compuesto se convierte en una forma<br />
activa (MPP + ) antes <strong>de</strong> ocasionar la pérdida <strong>de</strong> células dopaminérgicas.<br />
Esta vía metabólica precisa <strong>de</strong> la monoaminooxidasa (MAO).<br />
Por eso se ha propuesto que la utilización <strong>de</strong> inhibidores <strong>de</strong> la MAO<br />
pue<strong>de</strong> afectar al avance <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> Parkinson. De hecho,<br />
se ha <strong>de</strong>mostrado en ensayos clínicos recientes que el L-<strong>de</strong>prenilo, un<br />
IMAO-B, ralentiza el avance <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> Parkinson y eleva<br />
las concentraciones <strong>de</strong> dopamina en el cerebro. El aumento <strong>de</strong> la<br />
dopamina pue<strong>de</strong> ser el resultado <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> las neuronas contra<br />
la toxicidad y <strong>de</strong>l bloqueo <strong>de</strong> la vía <strong>de</strong> <strong>de</strong>gradación <strong>de</strong> la dopamina,<br />
que precisa la enzima MAO.<br />
En los últimos años ha aumentado el número <strong>de</strong> tratamientos<br />
quirúrgicos <strong>de</strong> la enfermedad <strong>de</strong> Parkinson. El más habitual es la<br />
cirugía ablativa, en la que se lesionan el núcleo ventral intermedio<br />
<strong>de</strong>l tálamo (talamotomía) o la parte posterolateral <strong>de</strong>l globo pálido<br />
interno (palidotomía). Otra técnica quirúrgica consiste en introducir<br />
electrodos estimuladores dirigidos al tálamo, al globo pálido o al núcleo<br />
subtalámico. Parece que cada una <strong>de</strong> estas técnicas quirúrgicas<br />
es eficaz en el tratamiento <strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong> síntomas, y que ninguna<br />
elimina por completo la enfermedad ni impi<strong>de</strong> que evolucione.<br />
Hay un tratamiento <strong>de</strong> la enfermedad que causa controversia: el<br />
uso <strong>de</strong> trasplantes embrionarios humanos o autólogos. Se obtienen<br />
tejidos que producen dopamina, como la sustancia negra (embrionaria)<br />
y la corteza suprarrenal (autóloga), y se separan en suspensiones <strong>de</strong><br />
células que se inyectan en los ventrículos laterales <strong>de</strong>l paciente, con<br />
la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que se adhieran a las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l ventrículo y produzcan<br />
dopamina, que posteriormente se difundirá al córtex cerebral cercano<br />
y a los núcleos basales. Esta intervención ya se ha llevado a cabo en<br />
seres humanos y en animales pero, en los ensayos clínicos efectuados<br />
hasta ahora, muy pocos pacientes se han beneficiado.<br />
Enfermedad <strong>de</strong> Wilson<br />
La enfermedad <strong>de</strong> Wilson, conocida también como <strong>de</strong>generación<br />
hepatolenticular, también guarda relación con los núcleos basales. Este<br />
trastorno genético, que se hereda <strong>de</strong> forma autosómica recesiva, se<br />
<strong>de</strong>be a una mutación en el brazo largo <strong>de</strong>l cromosoma 13 (13ql 4.3) y<br />
presenta una inci<strong>de</strong>ncia especialmente alta en grupos <strong>de</strong> población <strong>de</strong><br />
judíos <strong>de</strong> Europa <strong>de</strong>l Este y <strong>de</strong>l sur <strong>de</strong> Italia o <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>scendientes.<br />
El trastorno suele <strong>de</strong>butar entre los 11 y los 25 años. Se trata <strong>de</strong><br />
un trastorno <strong>de</strong>l metabolismo <strong>de</strong>l cobre que ocasiona una acumulación<br />
<strong>de</strong> dicho metal en el hígado, con pequeñas lesiones necróticas que dan<br />
lugar a nodulos cirróticos y un daño hepático progresivo con lesiones<br />
<strong>de</strong> diversas partes <strong>de</strong>l cerebro, sobre todo el núcleo lenticular. Los<br />
signos <strong>de</strong> lesión hepática pue<strong>de</strong>n prece<strong>de</strong>r en varios años al inicio<br />
<strong>de</strong> las alteraciones neurológicas. Otra característica metabólica, que<br />
probablemente se <strong>de</strong>be a la lesión <strong>de</strong> los túbulos renales, es la aminoaciduria,<br />
que es la presencia <strong>de</strong> cantida<strong>de</strong>s excesivas <strong>de</strong> aminoácidos en<br />
la orina. En el ojo, el cobre se acumula en la periferia <strong>de</strong> la córnea; estos<br />
<strong>de</strong>pósitos son responsables <strong>de</strong>l anillo <strong>de</strong> Kayser-Fleischer (presente<br />
en aproximadamente el 75% <strong>de</strong> los pacientes sintomáticos; fig. 26-17),<br />
que pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> un color entre amarillo, ver<strong>de</strong> y pardo. En el cerebro<br />
el dato anatomopatológico predominante es la <strong>de</strong>generación <strong>de</strong>l<br />
putamen, muchas veces con cavida<strong>de</strong>s pequeñas (fig. 26-18). Pero se<br />
pue<strong>de</strong>n dar cambios similares en otras regiones cerebrales como el<br />
tálamo, la cabeza <strong>de</strong>l caudado y el córtex frontal y cerebeloso. Esta<br />
<strong>de</strong>generación se <strong>de</strong>be a la pérdida <strong>de</strong> neuronas, a la <strong>de</strong>generación<br />
axonal y al aumento <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> astrocitos protoplasmáticos.<br />
Como ocurre en otros trastornos <strong>de</strong> los núcleos basales, muchos<br />
pacientes con enfermedad <strong>de</strong> Wilson presentarán síntomas psiquiátricos,<br />
como cambios <strong>de</strong> personalidad, comportamiento discursivo<br />
o labilidad emocional. No obstante, las alteraciones motoras suelen<br />
ser los signos más evi<strong>de</strong>ntes, a saber, temblor, disartria, disminución<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>streza, marcha inestable y rigi<strong>de</strong>z. En esta enfermedad, el<br />
trastorno <strong>de</strong>l movimiento más habitual se conoce como temblor en<br />
batir <strong>de</strong> alas (asterixis); estos movimientos se distinguen claramente<br />
<strong>de</strong>l temblor en reposo y <strong>de</strong>l intencional. Los pacientes afectados<br />
no presentan temblor en reposo, sino que tras exten<strong>de</strong>r los brazos