Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org
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Sistema visual 2<br />
Nivel<br />
<strong>de</strong> procesamiento<br />
Células<br />
ganglionares<br />
do la retina<br />
Núcleo<br />
geniculado<br />
lateral<br />
03 =<br />
Área 17<br />
Área 18<br />
Area 19<br />
Área 37<br />
V1<br />
V2/V3<br />
V4.MT<br />
Percepción<br />
Figura 20-25. Diagrama simplificado <strong>de</strong>l procesamiento cortical <strong>de</strong> la información visual. En las vistas lateral (A) y medial (B) <strong>de</strong>l córtex cerebral se observan algunas<br />
<strong>de</strong> las áreas corticales (utilizando la numeración <strong>de</strong> Brodmann) que intervienen en el procesamiento <strong>de</strong> la señal visual. C, Las vías con las que interactúan estas áreas para<br />
crear una imagen percibida. El área 18 está dividida en las subregiones V2 y V3, en función <strong>de</strong> sus conexiones corticales. V4 representa una subregión funcionalmente<br />
distinta <strong>de</strong>l área 19 <strong>de</strong> Brodmann. En ocasiones la vía magnocelular (izquierda) recibe el nombre <strong>de</strong> corriente dorsal o vía <strong>de</strong>l dón<strong>de</strong>. La vía parvocelular (<strong>de</strong>recha) en<br />
ocasiones recibe el nombre <strong>de</strong>l corriente ventral <strong>de</strong>l procesamiento, o vía <strong>de</strong>l qué. MT, temporal medial.<br />
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un <strong>de</strong>lito.<br />
la capacidad <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong> percibir con precisión la velocidad y<br />
la dirección <strong>de</strong> los objetos que se mueven en el campo visual, y la<br />
lesión en otra distinta pue<strong>de</strong> alterar la capacidad <strong>de</strong> la persona <strong>de</strong><br />
reconocer las caras familiares, aunque según las pruebas oftalmológicas<br />
convencionales la agu<strong>de</strong>za visual sea normal.<br />
Ya hemos hablado <strong>de</strong> una característica <strong>de</strong>l procesamiento visual<br />
que contribuye a parcelar los diferentes aspectos <strong>de</strong> la percepción<br />
global. Las células ganglionares <strong>de</strong> la retina que se proyectan a las capas<br />
parvocelulares <strong>de</strong>l núcleo geniculado lateral son las más sensibles a<br />
los estímulos pequeños y estacionarios que se concentran en la región<br />
central <strong>de</strong> la retina. Estas células son el origen <strong>de</strong> una vía o «corriente<br />
<strong>de</strong> procesamiento» que está especializada en todos los niveles para<br />
procesar los aspectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>talle fino y alta resolución <strong>de</strong> la vista, que<br />
son necesarios para reconocer un objeto, una palabra o una cara en el<br />
entorno visual. Esta vía se <strong>de</strong>nomina corriente parvocelular (P) <strong>de</strong>l<br />
procesamiento, o vía <strong>de</strong>l «qué» (fig. 20-25C).<br />
Una segunda corriente general <strong>de</strong> procesamiento se origina en<br />
las células ganglionares <strong>de</strong> la retina, que se proyectan a las capas<br />
magnocelulares <strong>de</strong>l núcleo geniculado lateral. Estas células ganglionares<br />
son las más sensibles a los estímulos en movimiento y a zonas<br />
relativamente extensas <strong>de</strong> luz y oscuridad, y son más frecuentes en la<br />
retina periférica. Esta vía está especializada en la <strong>de</strong>tección y el análisis<br />
<strong>de</strong>l movimiento en el entorno, así como en la localización espacial <strong>de</strong><br />
los objetos en el entorno. Es curiosa la posibilidad <strong>de</strong> que, si se lesiona<br />
esta vía, sobre todo en el córtex <strong>de</strong> asociación parietal, una persona<br />
pue<strong>de</strong> per<strong>de</strong>r la capacidad <strong>de</strong> distinguir entre dos objetos cuál tiene<br />
más cerca, aunque no tenga dificultad para reconocer <strong>de</strong> qué objetos<br />
se trata (v. cap. 32). Esta vía se <strong>de</strong>nomina corriente magnocelular (M)<br />
<strong>de</strong>l procesamiento, o vía <strong>de</strong>l «dón<strong>de</strong>» (fig. 20-25C).<br />
A partir <strong>de</strong>l área 18 las vías M y P que se originan en las respectivas<br />
células ganglionares retinianas divergen. Hasta dicho nivel ambas vías<br />
o corrientes <strong>de</strong> procesamiento se encuentran en las mismas regiones<br />
generales: las células M y P coexisten en la retina, en el núcleo geniculado<br />
lateral y en el área 17, aunque procesan corrientes <strong>de</strong> información<br />
in<strong>de</strong>pendientes. Esta disposición persiste en la subregión V2 <strong>de</strong>l<br />
área 18, pero a medida que las corrientes abandonan la subregión V2<br />
siguen vías diferentes (fig. 20-25C). La corriente M avanza hasta una<br />
subregión <strong>de</strong>l área 18 <strong>de</strong>nominada V3, sigue por el área temporal<br />
medial (V5 o MT, <strong>de</strong>l inglés medial temporal) y finalmente se dirige<br />
al área parietal posterior (área 7). (Recuér<strong>de</strong>se que la información<br />
que transporta esta corriente se origina en gran medida en las células<br />
<strong>de</strong> los bastones y en las porciones periféricas <strong>de</strong> la retina, y que los<br />
campos receptores afectados son gran<strong>de</strong>s.) Como correspon<strong>de</strong>, esta<br />
información se utiliza para <strong>de</strong>terminar dón<strong>de</strong> se encuentran los estímulos<br />
visuales relevantes y si se están moviendo.<br />
La corriente P avanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la subregión V2 a la subregión V4<br />
<strong>de</strong>l área 19 <strong>de</strong> Brodmann, y <strong>de</strong> ahí al córtex temporal inferior (o<br />
inferotemporal, área 37). Esta corriente, que se origina principalmente<br />
en los conos y en el área central <strong>de</strong> la retina, codifica la forma y<br />
el color (fig. 20-19C). De hecho, partiendo <strong>de</strong>l núcleo geniculado<br />
lateral, la información sobre la forma y el color se transporta por dos<br />
porciones in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> la corriente P La porción que se ocupa <strong>de</strong><br />
la percepción <strong>de</strong> la forma se sirve <strong>de</strong> los campos receptores pequeños,<br />
y por ello <strong>de</strong> gran agu<strong>de</strong>za, que tienen las células ganglionares P. Los<br />
campos receptores para colores complementarios <strong>de</strong> estas células<br />
ganglionares forman la base <strong>de</strong> la percepción <strong>de</strong>l color, pero estas<br />
señales se transmiten por un subgrupo diferente <strong>de</strong> neuronas <strong>de</strong>l<br />
núcleo geniculado lateral.<br />
Un ictus o un traumatismo que afecten a áreas <strong>de</strong> procesamiento<br />
visual <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n superior pue<strong>de</strong>n producir síndromes que parecen<br />
extraños a cualquier observador, algunos <strong>de</strong> los cuales se <strong>de</strong>scriben en<br />
el popular libro <strong>de</strong> Oliver Sacks El hombre que confundió a su mujer<br />
con un sombrero. Por ejemplo, parece que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<br />
anatómico el proceso <strong>de</strong> la percepción es distinto al <strong>de</strong> la asignación<br />
<strong>de</strong>l significado a lo que uno ve. Por eso la agnosia aperceptiva, en la<br />
que el paciente es incapaz <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar los objetos <strong>de</strong>bido a un déficit