Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org
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Introducción a la estructura e imagen <strong>de</strong>l sistema nervioso central 5<br />
la superficie <strong>de</strong>l hemisferio. Esta capa <strong>de</strong> células se repliega formando<br />
elevaciones <strong>de</strong>nominadas circunvoluciones o giros, separadas por<br />
pliegues <strong>de</strong>nominados surcos.<br />
El segundo componente importante <strong>de</strong>l hemisferio es la sustancia<br />
blanca subcortical, compuesta por los axones mielinizados<br />
que conducen la información <strong>de</strong> entrada o <strong>de</strong> salida <strong>de</strong>l córtex<br />
cerebral. La región más importante y <strong>org</strong>anizada <strong>de</strong> la sustancia<br />
blanca es la cápsula interna. Esta zona contiene fibras que parten o<br />
se dirigen hacia el córtex cerebral, como las fibras corticoespinales<br />
y talamocorticales.<br />
El tercer componente fundamental <strong>de</strong>l hemisferio es un grupo<br />
<strong>de</strong>stacado <strong>de</strong> somas neuronales <strong>de</strong>nominado colectivamente núcleos<br />
o ganglios basales. Estos importantes centros <strong>de</strong>l prosencéfalo están<br />
implicados en funciones motoras. La enfermedad <strong>de</strong> Parkinson, un<br />
trastorno neurológico asociado a la disfunción <strong>de</strong> los ganglios basales,<br />
se caracteriza por una profunda afectación <strong>de</strong>l movimiento.<br />
Los giros y los surcos que forman el córtex cerebral reciben diferentes<br />
nombres, y muchos <strong>de</strong> ellos se han relacionado con funciones<br />
específicas. Algunos giros reciben información sensitiva <strong>de</strong> los núcleos<br />
talámicos <strong>de</strong> relevo, mientras que otros originan fibras <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntes<br />
que pue<strong>de</strong>n controlar centros nerviosos <strong>de</strong> la médula espinal o <strong>de</strong>l<br />
tronco <strong>de</strong>l encéfalo. El córtex cerebral también posee áreas <strong>de</strong> asociación<br />
esenciales para el análisis y el pensamiento cognitivo.<br />
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un <strong>de</strong>lito.<br />
tensión <strong>de</strong> un tendón o <strong>de</strong> un músculo. Estas señales son transmitidas<br />
a las áreas <strong>de</strong>l córtex cerebral que generan movimientos<br />
voluntarios finos.<br />
A pesar <strong>de</strong> su pequeño tamaño, el hipotálamo participa en la<br />
conducta sexual, en la alimentación, en la secreción <strong>de</strong> hormonas<br />
hipofisarias, en la regulación <strong>de</strong> la temperatura corporal y en una<br />
amplia variedad <strong>de</strong> funciones vegetativas. A través <strong>de</strong> sus conexiones<br />
<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntes, el hipotálamo actúa sobre los centros vegetativos <strong>de</strong>l<br />
tronco <strong>de</strong>l encéfalo y <strong>de</strong> la médula espinal.<br />
Hemisferios cerebrales<br />
Los dos hemisferios cerebrales correspon<strong>de</strong>n a las porciones <strong>de</strong> mayor<br />
tamaño y más visibles <strong>de</strong>l encéfalo humano. Cada hemisferio consta <strong>de</strong><br />
tres subdivisiones principales. En primer lugar, el córtex cerebral, una<br />
capa <strong>de</strong> somas neuronales <strong>de</strong> unos 0,5 cm <strong>de</strong> espesor que cubre toda<br />
SISTEMAS FUNCIONALES Y REGIONES<br />
Un sistema funcional es un conjunto <strong>de</strong> neuronas conectadas entre<br />
sí para transmitir un <strong>de</strong>terminado bloque <strong>de</strong> información o para realizar<br />
una tarea específica. En algunos casos, los sistemas pue<strong>de</strong>n ser<br />
similares a las vías, y frecuentemente su significado se superpone.<br />
Las partes anatómicas <strong>de</strong>l SNC, como el bulbo y el puente, se<br />
suelen <strong>de</strong>nominar regiones. El estudio <strong>de</strong> su estructura y función, o<br />
neurobiología regional, se trata en la segunda sección <strong>de</strong> este libro.<br />
Sin embargo, los sistemas y las vías suelen atravesar más <strong>de</strong> una región.<br />
El sistema <strong>de</strong> neuronas y axones que nos permite sentir el bor<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />
esta página, por ejemplo, atraviesa todas las regiones <strong>de</strong>l sistema<br />
nervioso comprendidas entre los <strong>de</strong>dos y el córtex somatosensorial.<br />
Del estudio <strong>de</strong> los sistemas funcionales, o neurobiología <strong>de</strong> sistemas,<br />
se encarga la tercera sección <strong>de</strong> este texto. Es importante recordar<br />
que las características funcionales <strong>de</strong> las regiones coexisten con las<br />
<strong>de</strong> los sistemas.<br />
Veamos un ejemplo <strong>de</strong> cómo la interrelación entre los sistemas<br />
y las regiones tiene relevancia clínica. Las señales que controlan<br />
los movimientos <strong>de</strong> la mano se originan en el córtex cerebral. Las<br />
neuronas <strong>de</strong>l área <strong>de</strong>l córtex motor correspondiente a la mano envían<br />
sus axones hacia los niveles cervicales <strong>de</strong> la médula espinal, don<strong>de</strong><br />
actúan sobre las motoneuronas medulares que inervan los músculos<br />
<strong>de</strong>l antebrazo. Estos axones se <strong>de</strong>nominan fibras corticoespinales porque<br />
sus somas <strong>de</strong> origen se localizan en el córtex cerebral (cortico-)<br />
y terminan en la médula espinal (-espinal). Atraviesan la sustancia<br />
blanca subcortical, todo el tronco <strong>de</strong>l encéfalo y los niveles superiores<br />
<strong>de</strong> la médula cervical. En su trayecto pasan cerca <strong>de</strong> los núcleos y<br />
tractos específicos <strong>de</strong> cada región (fig. 1-4). En el mesencéfalo, por<br />
ejemplo, pasan próximas a las fibras <strong>de</strong>l nervio oculomotor, que se<br />
originan en el propio mesencéfalo y controlan parte <strong>de</strong> los músculos<br />
extraoculares. En el bulbo raquí<strong>de</strong>o pasan cerca <strong>de</strong> las fibras<br />
bulbares que inervan la musculatura <strong>de</strong> la lengua. Por tanto, una<br />
lesión en el mesencéfalo pue<strong>de</strong> producir problemas motores en la<br />
mano (lesión <strong>de</strong> sistemas) combinados con una parálisis parcial <strong>de</strong><br />
los movimientos oculares (lesión regional). De modo similar, una<br />
lesión en el bulbo pue<strong>de</strong> causar el mismo problema en la mano, pero<br />
en este caso asociado con una parálisis parcial <strong>de</strong> la lengua en lugar <strong>de</strong><br />
afectarse los movimientos oculares. Por ello, el diagnóstico correcto<br />
<strong>de</strong> los pacientes con trastornos neurológicos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá, en parte,<br />
<strong>de</strong> una a<strong>de</strong>cuada comprensión <strong>de</strong> la neurobiología tanto regional<br />
como <strong>de</strong> sistemas.<br />
Signos topográficos y localización <strong>de</strong> lesiones<br />
neurológicas<br />
El ejemplo (fig. 1 -4) <strong>de</strong> las fibras corticoespinales que inervan las<br />
motoneuronas medulares que controlan la mano, junto con los somas