Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org
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Médula espinal 1 35<br />
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un <strong>de</strong>lito.<br />
Fascículo grácil<br />
Fascículo cuneiforme<br />
Tracto posterolateral ti<br />
Tracto espinocerebetoso<br />
posterior<br />
Tracto cortícoespinal<br />
lateral<br />
Tracto rubroespinal<br />
Tracto<br />
espinocerebeloso<br />
anterior<br />
Fibras retlculoesplnales mediales'<br />
Fibras vestibuioespinales laterales-<br />
Tracto corticoespinal anterior<br />
Fascículo longitudinal medial —<br />
(vestibutoespinal medial,<br />
tectoespinal y fibras<br />
intersticioespinales)<br />
O o<br />
Q o Q Fibras espinocervicales rafe-espinales y noradrenergicas ti<br />
*•* Fibras hipotaiamoespinales |<br />
Fascículo propio (fibras espinoespmales) ti<br />
x J Fibras lastigioesptnales y reticuloespinales laterales |<br />
3J¡ Fibras/tractos ascen<strong>de</strong>ntes<br />
FlbrasAractos <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntes<br />
Figura 9-12. Vías ascen<strong>de</strong>ntes y <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la médula espinal mostradas<br />
en una sección transversal según se <strong>org</strong>anizan en los segmentos cervicales. Las<br />
fibras corticoespinales proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l área para la extremidad inferior <strong>de</strong>l córtex<br />
motor (El) se localizan en las porciones laterales <strong>de</strong>l tracto, mientras que las fibras<br />
proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l área <strong>de</strong>l brazo-extremidad superior <strong>de</strong>l córtex (ES) se localizan<br />
medialmente en el tracto. T, fibras ascen<strong>de</strong>ntes; fibras <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntes.<br />
o <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> fibras indica tres hechos importantes acerca <strong>de</strong> esa<br />
población <strong>de</strong> fibras: 1) si son ascen<strong>de</strong>ntes o <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntes (corticoespinal<br />
versus espinocerebeloso); 2) la localización <strong>de</strong>l soma <strong>de</strong> origen<br />
(córtex versus médula espinal), y 3) el lugar don<strong>de</strong> terminan los axones<br />
<strong>de</strong>l tracto (médula espinal versus cerebelo). Teniendo en cuenta<br />
estos principios básicos se facilitará el aprendizaje <strong>de</strong> los numerosos<br />
tractos y vías <strong>de</strong> la médula espinal.<br />
Funciones <strong>de</strong> los tractos ascen<strong>de</strong>ntes<br />
Los fascículos grácil y cuneiforme, <strong>de</strong>nominados colectivamente<br />
como columnas posteriores, están compuestos <strong>de</strong> las prolongaciones<br />
centrales <strong>de</strong> las fibras sensitivas primarias <strong>de</strong>nsamente mielinizadas<br />
que conducen la información propioceptiva, táctil y vibratoria <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el lado ipsilateral <strong>de</strong>l cuerpo (fig. 9-12; tabla 9-1). Las fibras <strong>de</strong>l fascículo<br />
grácil se originan a partir <strong>de</strong> los segmentos sacros, lumbares<br />
y torácicos más bajos (segmentos por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> T6); aquéllas <strong>de</strong>l<br />
fascículo cuneiforme se originan a parir <strong>de</strong> segmentos torácicos más<br />
altos (por encima <strong>de</strong> T6) y <strong>de</strong> segmentos cervicales. La lesión <strong>de</strong> las<br />
columnas posteriores en un lado ocasiona una pérdida <strong>de</strong> propiocepción,<br />
<strong>de</strong> tacto discriminativo y <strong>de</strong>l sentido vibratorio por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l<br />
nivel <strong>de</strong> la lesión en el mismo lado. Sin embargo, existe evi<strong>de</strong>ncia<br />
clínica <strong>de</strong> que las señales dolorosas también pue<strong>de</strong>n ser transmitidas<br />
a través <strong>de</strong> las columnas posteriores, especialmente por el fascículo<br />
grácil <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la región pélvica hasta el tálamo. También pue<strong>de</strong> ascen<strong>de</strong>r<br />
una información comparable a través <strong>de</strong>l fascículo cuneiforme. Esta<br />
información es procesada muy probablemente a través <strong>de</strong>l sistema<br />
polisináptico <strong>de</strong>l cordón posterior.<br />
Los tractos espinocerebelosos posterior (dorsal) y anterior (ventral)<br />
se localizan en la superficie lateral <strong>de</strong> la médula, uniéndose<br />
aproximadamente al nivel <strong>de</strong>l ligamento <strong>de</strong>ntado (figs. 9-3 y 9-12;<br />
tabla 9-1). Las fibras <strong>de</strong>l tracto espinocerebeloso posterior (dorsal)<br />
se originan en el núcleo torácico posterior (<strong>de</strong> Clarke) en la lámina<br />
VII entre TI y L2, y las fibras <strong>de</strong>l tracto espinocerebeloso anterior<br />
(ventral) proce<strong>de</strong>n principalmente <strong>de</strong> células <strong>de</strong> las láminas V a VIII y<br />
<strong>de</strong> neuronas gran<strong>de</strong>s en el asta ventral <strong>de</strong>nominadas células espinales<br />
limitantes, ambas en segmentos lumbosacros. La información transmitida<br />
por las fibras espinocerebelosas, a través <strong>de</strong> relevos sinápticos<br />
en el cerebelo, tálamo y córtex motor, influye en la eficiencia <strong>de</strong> la<br />
actividad motora.<br />
En la región anterolateral <strong>de</strong> la médula espinal se encuentra un gran<br />
haz compuesto <strong>de</strong>nominado sistema anterolateral (SAL) (fig. 9-12; tabla<br />
9-1). Este sistema compren<strong>de</strong> aquellas regiones <strong>de</strong> sustancia blanca<br />
que clásicamente se dividían en los tractos espinotalámicos anterior y<br />
lateral. El SAL contiene fibras espinotalámicas, espinomesencefálicas<br />
(espinotectales, espinoperiacueductales), espinohipotalámicas y espinorreticulares.<br />
La mayoría <strong>de</strong> las fibras que se agrupan para formar<br />
el SAL ascien<strong>de</strong> aproximadamente dos segmentos espinales antes <strong>de</strong><br />
cruzar la línea media en la comisura blanca anterior.<br />
En general, las fibras <strong>de</strong>l SAL transportan a niveles superiores <strong>de</strong>l<br />
neuroeje información nociceptiva, térmica e información táctil mal<br />
localizada (grosera). En consecuencia, una lesión en la médula espinal<br />
que implique a las fibras <strong>de</strong>l SAL producirá una pérdida <strong>de</strong> la sensibilidad<br />
algésica, térmica y táctil grosera (protopática) en el lado contralateral<br />
<strong>de</strong>l cuerpo, comenzando aproximadamente dos segmentos<br />
por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> la lesión. Una lesión <strong>de</strong> estas fibras, cuando<br />
cruzan en la comisura blanca anterior, produce una pérdida bilateral<br />
<strong>de</strong> la sensibilidad térmica al nivel <strong>de</strong> la lesión aproximadamente,<br />
<strong>de</strong>jando in<strong>de</strong>mnes estas modalida<strong>de</strong>s sensitivas en niveles más bajos.<br />
El SAL está <strong>org</strong>anizado somatotópicamente; esto significa que en la<br />
médula espinal las porciones más bajas <strong>de</strong>l cuerpo están representadas<br />
en una localización más posterolateral y las regiones más altas están<br />
representadas a nivel anteromedial (fig. 9-12).<br />
Las aferencias nociceptivas y algo <strong>de</strong>l tacto discriminativo (epicrítico)<br />
también se conducen por fibras postsinápticas <strong>de</strong>l cordón<br />
posterior y por el tracto espino-cérvico-talámico. Las fibras postsinápticas<br />
<strong>de</strong>l cordón posterior se originan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la lámina III a la VIII<br />
(principalmente la IV) y ascien<strong>de</strong>n ipsilateralmente en las columnas<br />
dorsales. Las fibras espino-cérvico-talámicas parten <strong>de</strong> las mismas<br />
láminas, pero ascien<strong>de</strong>n como una población difusa en la porción posterior<br />
<strong>de</strong>l cordón lateral para terminar en el núcleo cervical lateral a<br />
los niveles <strong>de</strong> Cl a C3. La existencia <strong>de</strong> estas poblaciones menores <strong>de</strong><br />
fibras en el ser humano pue<strong>de</strong> explicar la recurrencia en la percepción<br />
<strong>de</strong>l dolor en algunos pacientes que fueron sometidos a una cordotomía<br />
anterolateral para un dolor intratable.<br />
Otras fibras ascen<strong>de</strong>ntes, <strong>org</strong>anizadas <strong>de</strong> una forma más difusa,<br />
incluyen a las fibras espinoolivares, espinovestibulares y espinorreticulares.<br />
Estas se comentarán en capítulos posteriores relacionadas<br />
con los sistemas funcionales.<br />
Funciones <strong>de</strong> los tractos <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ntes<br />
El cordón lateral (figs. 9-3 y 9-12; tabla 9-1) contiene los tractos corticoespinal<br />
lateral y rubroespinal, así como otras poblaciones <strong>de</strong> fibras<br />
<strong>org</strong>anizadas <strong>de</strong> una forma más difusa (reticuloespinal, fastigioespinal,<br />
rafe-espinal, hipotalamoespinal). Las fibras corticoespinales surgen<br />
<strong>de</strong>l córtex cerebral y <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>n a través <strong>de</strong>l tronco <strong>de</strong>l encéfalo.<br />
En la unión bulboespinal la mayoría <strong>de</strong> las fibras se <strong>de</strong>cusan para<br />
formar el tracto corticoespinal lateral, aunque algunas permanecen<br />
sin <strong>de</strong>cusarse como tracto corticoespinal anterior. Las fibras corticoespinales<br />
laterales están dispuestas somatotópicamente; las fibras que<br />
se originan a partir <strong>de</strong> las áreas <strong>de</strong>l córtex cerebral para la extremidad<br />
inferior y proyectan a segmentos lumbosacros son laterales, mientras<br />
que aquellas que viajan a segmentos cervicales <strong>de</strong> las áreas corticales<br />
para la extremidad superior son mediales (fig. 9-12). Una función<br />
importante <strong>de</strong> este tracto es influir sobre las motoneuronas espinales,<br />
especialmente aquellas que controlan los movimientos finos <strong>de</strong><br />
la musculatura distal. En consecuencia, las lesiones <strong>de</strong> las fibras<br />
corticoespinales laterales <strong>de</strong> un lado <strong>de</strong> la médula cervical producen