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Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org

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Córtex cerebral 451<br />

© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un <strong>de</strong>lito.<br />

tienen generalmente tanta dificultad con la escritura (agrafía) como<br />

con el habla. Aunque el paciente sea capaz <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r el lenguaje<br />

hablado o escrito y pueda en cierta medida comunicarse verbalmente,<br />

el proceso <strong>de</strong> comunicación es tan extremadamente laborioso que<br />

produce una consi<strong>de</strong>rable frustración. En una <strong>de</strong>terminada situación<br />

<strong>de</strong> estrés emocional, los pacientes pue<strong>de</strong>n utilizar palabras o frases<br />

inapropiadas o vulgares para expresar su malestar.<br />

Las causas más frecuentes <strong>de</strong> afasia <strong>de</strong> Broca son los tumores y<br />

la oclusión <strong>de</strong> las ramas M4 frontales <strong>de</strong> la arteria cerebral media.<br />

Una afasia leve sin otros déficits indica que el daño sólo afecta<br />

a áreas corticales. Sin embargo, una afasia <strong>de</strong> Broca plenamente<br />

<strong>de</strong>sarrollada indica que el daño supera el área <strong>de</strong> Broca para incluir<br />

el córtex insular y la sustancia blanca subyacente. Estos pacientes<br />

suelen tener signos y síntomas motores contralaterales, como<br />

<strong>de</strong>bilidad (paresia) <strong>de</strong> la parte inferior <strong>de</strong> la cara, <strong>de</strong>sviación lateral<br />

<strong>de</strong> la lengua al sacarla y <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> la extremidad superior. La<br />

afasia, junto con estos problemas motores, sugiere una oclusión <strong>de</strong><br />

las ramas <strong>de</strong> las porciones proximales <strong>de</strong> la arteria cerebral media<br />

(Mj), incluidas las arterias lentículo-estriadas, que irrigan la cápsula<br />

interna (v. fig. 16-12).<br />

El segundo tipo <strong>de</strong> afasia importante es la afasia <strong>de</strong> Wernicke<br />

(también llamada afasia receptiva o fluente). Los pacientes con una<br />

afasia <strong>de</strong> Wernicke severa son incapaces <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r lo que se les<br />

dice, no pue<strong>de</strong>n leer (alexia), no son capaces <strong>de</strong> escribir un lenguaje<br />

comprensible (agrafía) y exhiben un habla parafásica fluida. El<br />

habla parafásica hace referencia a la capacidad <strong>de</strong> los pacientes para<br />

producir un habla clara, fluida, melódica a una velocidad normal<br />

o incluso más rápida <strong>de</strong> lo normal. El contenido <strong>de</strong> esta habla, no<br />

obstante, pue<strong>de</strong> ser ininteligible <strong>de</strong>bido a frecuentes errores <strong>de</strong><br />

elección <strong>de</strong> palabras, empleo inapropiado <strong>de</strong> las mismas o empleo <strong>de</strong><br />

palabras inventadas sin significado. Un ejemplo <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> habla<br />

es «fuimos en coche por el puente hacia las pimári<strong>de</strong>s (literalmente)<br />

rojas que estaban nada más girar los que pastaban el césped». Tal<br />

habla recibe en ocasiones el nombre <strong>de</strong> ensalada <strong>de</strong> palabras. En<br />

casos menos graves se producen con frecuencia parafasias. Por<br />

ejemplo, al intentar <strong>de</strong>cir «el gato tiene garras», el paciente pue<strong>de</strong><br />

utilizar una palabra incorrecta pero con un sonido similar («el gato<br />

tiene barras», una parafasia literal) o una palabra que le parece<br />

apropiada al paciente pero que es incorrecta («el gato tiene ruedas»,<br />

una parafasia verbal). Un dato sorpren<strong>de</strong>nte es que los pacientes<br />

con afasia <strong>de</strong> Wernicke son mucho menos conscientes <strong>de</strong>l alcance<br />

<strong>de</strong> su discapacidad que los pacientes con afasia <strong>de</strong> Broca y suelen<br />

sentirse menos frustrados y <strong>de</strong>primidos por ello. Por el contrario,<br />

los pacientes con afasia <strong>de</strong> Broca son plenamente conscientes <strong>de</strong> sus<br />

problemas <strong>de</strong> comunicación y a menudo están sumamente frustrados<br />

y <strong>de</strong>sesperados.<br />

La afasia <strong>de</strong> Wernicke pue<strong>de</strong> ser consecuencia <strong>de</strong> la oclusión <strong>de</strong> las<br />

ramas M4 temporal y parietal <strong>de</strong> la arteria cerebral media. A<strong>de</strong>más,<br />

una hemorragia en el tálamo (o tumores talámicos) pue<strong>de</strong> producir<br />

una afasia <strong>de</strong> Wernicke al exten<strong>de</strong>rse lateral y caudalmente hasta invadir<br />

la sustancia blanca subcortical. Si este daño afecta a las radiaciones<br />

ópticas (v. cap. 20), una hemianopsia homónima contralateral pue<strong>de</strong><br />

acompañar a otras discapacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l paciente.<br />

Afasia <strong>de</strong> conducción y afasia global<br />

La intensidad y duración <strong>de</strong> la afasia <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la gravedad <strong>de</strong>l daño<br />

cerebral asociado. En los casos leves pue<strong>de</strong>n observarse sólo uno o dos<br />

síntomas que se resuelven con rapi<strong>de</strong>z. No obstante, un ictus o una<br />

lesión traumática graves pue<strong>de</strong>n producir una constelación <strong>de</strong> signos<br />

y síntomas que nunca llegarán a <strong>de</strong>saparecer por completo.<br />

También se han <strong>de</strong>scrito otros tipos <strong>de</strong> afasia menos frecuentes.<br />

Entre ellos, la afasia <strong>de</strong> conducción, por interrupción <strong>de</strong> las conexiones<br />

que unen las áreas <strong>de</strong> Broca y <strong>de</strong> Wernicke. En este trastorno<br />

la comprensión es normal y la expresión es fluida, pero el paciente<br />

tiene dificultad para transformar lo que alguien le ha dicho en una<br />

respuesta apropiada. Un trastorno más profundo es la afasia global,<br />

que se produce cuando la oclusión <strong>de</strong> la carótida interna izquierda o<br />

<strong>de</strong> la porción más proximal <strong>de</strong> la arteria cerebral media (segmento Mj)<br />

causa una lesión que inva<strong>de</strong> las dos áreas, la <strong>de</strong> Broca y la <strong>de</strong> Wernicke,<br />

y la pérdida <strong>de</strong>l lenguaje es prácticamente completa.<br />

Cabe comentar algunos puntos adicionales. Primero, la lesión <strong>de</strong><br />

los núcleos basales, especialmente <strong>de</strong> la cabeza <strong>de</strong>l caudado <strong>de</strong>l lado<br />

izquierdo, se ha asociado con trastornos <strong>de</strong>l lenguaje similares a la<br />

afasia <strong>de</strong> Wernicke. Segundo, aunque hasta ahora nos hemos referido<br />

al leguaje hablado y escrito (es <strong>de</strong>cir, lenguaje verbal), la afasia<br />

también pue<strong>de</strong> afectar al lenguaje no verbal. Una persona sorda que<br />

utiliza el lenguaje <strong>de</strong> signos pue<strong>de</strong> per<strong>de</strong>r la capacidad <strong>de</strong> utilizarlo o<br />

<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rlo tras sufrir un daño cerebral focal en el hemisferio<br />

izquierdo. Tercero, aunque la mayor parte <strong>de</strong> los aspectos <strong>de</strong>l lenguaje<br />

son procesados en el hemisferio izquierdo, algunas <strong>de</strong> sus características<br />

se ven afectadas por lesiones <strong>de</strong>l lóbulo parietal no dominante.<br />

En particular, un paciente con una lesión parietal <strong>de</strong>recha pue<strong>de</strong> tener<br />

dificulta<strong>de</strong>s para apreciar la prosodia <strong>de</strong>l habla. Este término se refiere<br />

a las variaciones en las inflexiones vocales, el contenido emocional y<br />

la entonación melódica que pue<strong>de</strong>n modificar el significado <strong>de</strong> una<br />

frase hablada, como en «J<strong>org</strong>e está aquí» en comparación con «J<strong>org</strong>e<br />

está aquí!» o «¿J<strong>org</strong>e está aquí?» o bien «iJ<strong>org</strong>e está aquí!».<br />

Córtex <strong>de</strong> asociación parietal: espacio y atención<br />

Un grupo completamente diferente <strong>de</strong> funciones intelectuales está<br />

mediado por el córtex <strong>de</strong> asociación parietal <strong>de</strong>l hemisferio no<br />

dominante. Aunque la segregación <strong>de</strong> funciones entre los dos lóbulos<br />

parietales no es completa, el córtex <strong>de</strong> asociación parietal es el más<br />

lateralizado <strong>de</strong>l cerebro, con las funciones lingüísticas concentradas<br />

en el hemisferio izquierdo y las relaciones espaciales y la atención<br />

selectiva asociada en el hemisferio <strong>de</strong>recho.<br />

Gran parte <strong>de</strong> nuestro conocimiento sobre las propieda<strong>de</strong>s funcionales<br />

<strong>de</strong> las diferentes regiones <strong>de</strong>l córtex cerebral se ha obtenido<br />

mediante el estudio <strong>de</strong> casos neurológicos <strong>de</strong> pacientes con daño<br />

cortical producido por un ictus o un traumatismo craneoencefálico.<br />

En este sentido, las dos guerras mundiales <strong>de</strong> la primera mitad<br />

<strong>de</strong>l siglo xx favorecieron, <strong>de</strong> forma inesperada, el progreso en la<br />

comprensión <strong>de</strong> los efectos <strong>de</strong> las lesiones cerebrales. Uno <strong>de</strong> los<br />

síntomas más sorpren<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la afectación <strong>de</strong>l córtex <strong>de</strong> asociación<br />

parietal <strong>de</strong>recho (no dominante) es un <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> la atención, en<br />

el cual al paciente parecen pasarle <strong>de</strong> forma totalmente inadvertida<br />

los objetos y acontecimientos <strong>de</strong> la mitad izquierda <strong>de</strong>l espacio que<br />

le ro<strong>de</strong>a. Este síntoma se conoce como negligencia contralateral<br />

(fig. 32-144, B).<br />

Negligencia contralateral y síntomas relacionados<br />

En sus formas más leves, la negligencia contralateral pue<strong>de</strong> consistir<br />

simplemente en una ten<strong>de</strong>ncia a no darse cuenta <strong>de</strong> las cosas<br />

situadas en el lado izquierdo <strong>de</strong>l entorno <strong>de</strong>l paciente. Por ejemplo,<br />

se pue<strong>de</strong> pedir al paciente que lea un breve fragmento y marcar<br />

cada palabra en el proceso. Según avanza la lectura, las palabras<br />

<strong>de</strong>l lado izquierdo <strong>de</strong>l pasaje se van omitiendo progresivamente y<br />

sólo se perciben las <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho (fig. 32-14/4). Otro método<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar una negligencia contralateral consiste en dibujar un<br />

círculo y solicitar al paciente que anote los números <strong>de</strong> la esfera <strong>de</strong><br />

un reloj. Generalmente el paciente con una lesión parietal <strong>de</strong>recha<br />

pondrá todos los números (<strong>de</strong>l 1 al 12) en el lado <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l círculo<br />

(el lado ipsilateral a la lesión), <strong>de</strong>scuidando el lado izquierdo (contralateral)<br />

<strong>de</strong>l círculo (fig. 32-14B). Un paciente con una negligencia<br />

contralateral pue<strong>de</strong> no ser consciente <strong>de</strong> las personas que están a<br />

su izquierda, chocarse con gran<strong>de</strong>s objetos fijos situados a ese lado<br />

y no respon<strong>de</strong>r a sonidos o palabras que procedan <strong>de</strong> su izquierda.<br />

En los casos extremos, el paciente pue<strong>de</strong> incluso no reconocer el<br />

lado izquierdo <strong>de</strong> su propio cuerpo (asomatognosia). Por ejemplo,<br />

el paciente pue<strong>de</strong> olvidarse <strong>de</strong>l lado izquierdo al vestirse o al cepillarse<br />

(apraxia para vestirse) o, si está en un hospital, incluso pedir<br />

al personal sanitario que saque <strong>de</strong> la cama a esa «otra persona» (el<br />

lado izquierdo <strong>de</strong> su propio cuerpo).<br />

Otro grupo característico <strong>de</strong> síntomas <strong>de</strong> las lesiones <strong>de</strong>l lóbulo<br />

parietal <strong>de</strong>recho se relaciona con la capacidad <strong>de</strong> actuar a<strong>de</strong>cuadamente<br />

en el entorno espacial que nos ro<strong>de</strong>a. Por ejemplo, la persona<br />

afectada pue<strong>de</strong> ser incapaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir la ruta entre su domicilio y el<br />

lugar <strong>de</strong> trabajo, dibujar el plano <strong>de</strong> su casa (fig. 32-14C), o encontrar<br />

una máquina <strong>de</strong> refrescos que está al final <strong>de</strong>l pasillo. En los casos<br />

extremos, el paciente pue<strong>de</strong> no ser capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cama

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