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Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org

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156 Neurobiología regional<br />

Arteria<br />

vertebral<br />

PICA<br />

Núcleo<br />

y eminencia olivar<br />

Ventral<br />

Artena vertebral<br />

anterolateral<br />

División espinal <strong>de</strong>l trigémino<br />

Núcleo (porción interpolar)<br />

Tracto<br />

Ventral<br />

Núcleo ambiguo<br />

Nú<strong>de</strong>o motor<br />

dorsal <strong>de</strong>l vago<br />

cerebelosa<br />

posteroinferior (PICA)<br />

restiforme<br />

Núcleo y tracto solitario<br />

Plexo coroi<strong>de</strong>o<br />

Núcleos vestibulares<br />

Inferior<br />

Orientación en RM/TC<br />

Figura 11-17. Síndrome bulbar lateral (Wallenberg). Imagen normal <strong>de</strong> resonancia magnética (A) que muestra las arterias vertebral y cerebelosa posteroinferior y sus<br />

relaciones con el bulbo. El paciente cuya imagen <strong>de</strong> resonancia magnética se muestra en B sufrió una oclusión <strong>de</strong> la PICA que causó un infarto en el territorio <strong>de</strong>l bulbo<br />

irrigado por este vaso. Las estructuras dañadas en esta lesión se muestran en C. Compárese con la figura 11-16.<br />

IRRIGACIÓN INTERNA DEL BULBO<br />

Y SÍNDROMES BULBARES<br />

La irrigación <strong>de</strong>l bulbo <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> ramas <strong>de</strong> las arterias vertebrales<br />

(fig. 11-16). Estas ramas son la arteria espinal anterior y la PICA. La<br />

arteria espinal posterior, por lo general, es una rama <strong>de</strong> la PICA.<br />

Las estructuras mediales <strong>de</strong> todo el bulbo, incluidas las pirámi<strong>de</strong>s,<br />

el lemnisco medial y el núcleo y raíces <strong>de</strong>l hipogloso, están irrigadas<br />

por ramas perforantes <strong>de</strong> la arteria espinal anterior (fig. 11-16). Las<br />

ramas <strong>de</strong> la arteria espinal anterior que penetran en las porciones<br />

mediales <strong>de</strong>l bulbo tien<strong>de</strong>n a alternarse a <strong>de</strong>recha e izquierda. La<br />

oclusión <strong>de</strong> estas ramas en un lado <strong>de</strong>l bulbo medial pue<strong>de</strong> producir<br />

un patrón <strong>de</strong> alteraciones característico <strong>de</strong>l síndrome bulbar medial<br />

(síndrome <strong>de</strong> Dejerine). Los déficits y las estructuras dañadas correspondientes<br />

en este síndrome incluyen una hemiparesia contralateral<br />

(lesión piramidal y corticoespinal), una pérdida contralateral<br />

<strong>de</strong> la sensibilidad propioceptiva y vibratoria (lemnisco medial),<br />

y una <strong>de</strong>sviación <strong>de</strong> la lengua hacia el lado ipsilateral cuando ésta<br />

es protruida (lesión <strong>de</strong> la raíz o <strong>de</strong>l núcleo <strong>de</strong>l hipogloso). Por<br />

otra parte, la oclusión <strong>de</strong> la arteria espinal anterior pue<strong>de</strong> producir<br />

déficits bilaterales que reflejen un daño <strong>de</strong> ambas pirámi<strong>de</strong>s, <strong>de</strong><br />

ambos lemniscos mediales y <strong>de</strong> ambos núcleos hipoglosos o <strong>de</strong> sus<br />

raíces <strong>de</strong> salida.<br />

El bulbo posterior caudal al óbex está irrigado por ramas <strong>de</strong> la<br />

arteria espinal posterior (fig. 11-16A). Las principales estructuras <strong>de</strong><br />

esta región incluyen a las columnas posteriores y sus núcleos (grácil<br />

y cuneiforme) y al tracto y núcleo espinal <strong>de</strong>l trigémino. Aunque las<br />

lesiones vasculares <strong>de</strong> la arteria espinal posterior son infrecuentes,<br />

pue<strong>de</strong>n producir una pérdida ipsilateral <strong>de</strong>l sentido propioceptivo y<br />

vibratorio <strong>de</strong>l cuerpo (lesión <strong>de</strong> las columnas posteriores y sus núcleos)<br />

acompañada <strong>de</strong> una pérdida ipsilateral <strong>de</strong> la sensibilidad termoalgésica<br />

<strong>de</strong> la cara (tracto espinal <strong>de</strong>l trigémino).<br />

Rostral al óbex, todo el bulbo posterolateral está irrigado por ramas<br />

<strong>de</strong> la PICA (figs. 11 -16B, C y 11 -17). En el territorio irrigado por esta<br />

arteria se incluyen el sistema anterolateral, el tracto y núcleo espinal<br />

<strong>de</strong>l trigémino, los núcleos vestibulares, el núcleo y tracto solitario y<br />

el núcleo ambiguo. La insuficiencia vascular <strong>de</strong> la PICA (o la oclusión<br />

<strong>de</strong> una arteria vertebral) da origen a un conjunto <strong>de</strong> déficits sensitivos<br />

y motores <strong>de</strong>nominado habitualmente síndrome bulbar lateral,<br />

síndrome <strong>de</strong> la PICA, o síndrome <strong>de</strong> Wallenberg (fig. 11-17). Las<br />

alteraciones observadas y las estructuras implicadas correspondientes<br />

son 1) pérdida contralateral <strong>de</strong> la sensibilidad termoalgésica <strong>de</strong>l cuerpo<br />

(sistema anterolateral), 2) pérdida ipsilateral <strong>de</strong> la sensibilidad termoalgésica<br />

<strong>de</strong> la cara (tracto y núcleo espinal <strong>de</strong>l trigémino), 3) vértigo<br />

leve y nistagmo (núcleos vestibulares), 4) pérdida <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong>l<br />

gusto <strong>de</strong> la mitad ipsilateral <strong>de</strong> la lengua (núcleo y tracto solitario) y<br />

5) ronquera y disfagia (núcleo ambiguo o raíces <strong>de</strong> los nervios craneales<br />

IX y X) (fig. 11 -17C). Los pacientes con un síndrome bulbar lateral<br />

también pue<strong>de</strong>n presentar un síndrome <strong>de</strong> Horner <strong>de</strong>bido a la lesión<br />

<strong>de</strong> las fibras hipotalamoespinales que <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>n a través <strong>de</strong> las áreas<br />

laterales <strong>de</strong>l bulbo. Comentaremos los <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> estos síndromes<br />

clínicos en capítulos posteriores.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esta amplia vascularización <strong>de</strong>l bulbo, las ramas <strong>de</strong> la<br />

PICA también irrigan el plexo coroi<strong>de</strong>o <strong>de</strong>l cuarto ventrículo. En<br />

la unión pontobulbar, los núcleos cocleares y una pequeña parte<br />

adyacente <strong>de</strong>l cuerpo restiforme están irrigados por la arteria cerebelosa<br />

anteroinferior (fig. 11-16C).<br />

HERNIACIÓN AMIGDALAR<br />

Aunque la amígdala es una porción <strong>de</strong>l cerebelo, cuando esta estructura<br />

se hernia (fig. 11-18) pue<strong>de</strong> ejercer un impacto profundamente<br />

negativo sobre el bulbo. Las causas <strong>de</strong> una herniación amigdalar son<br />

múltiples, incluyéndose entre ellas una masa expansiva en la fosa posterior<br />

(tumor, hemorragia), una punción lumbar en un paciente con<br />

una lesión con efecto masa <strong>de</strong> localización supratentorial o infratentorial,<br />

o como consecuencia <strong>de</strong> una complicación <strong>de</strong> la cirugía <strong>de</strong> fosa<br />

posterior. En la mayor parte <strong>de</strong> casos existe un aumento rápido <strong>de</strong> la<br />

presión intracraneal, o un cambio en esta presión, con la consiguiente<br />

extrusión hacia abajo <strong>de</strong> la amígdala cerebelosa hacia el foramen<br />

magno, que incluso pue<strong>de</strong> atravesarlo. Este hecho afecta al bulbo<br />

(fig. 11-18) y produce una lesión por un doble mecanismo. Primero,<br />

el bulbo es rápidamente comprimido y distorsionado, produciéndose<br />

una lesión mecánica. Segundo, simultáneamente a esta compresión se

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