Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org
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288 Neurobiología <strong>de</strong> los sistemas<br />
A<strong>de</strong>más, las fracturas <strong>de</strong>l hueso temporal con lesión directa <strong>de</strong> los<br />
huesecillos, o la lesión indirecta por hemorragia en el oído medio,<br />
pue<strong>de</strong>n ocasionar sor<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> conducción.<br />
Sor<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> conducción<br />
Una sor<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> conducción es un déficit relacionado con una obstrucción<br />
o una alteración <strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong>l sonido por parte<br />
<strong>de</strong> la membrana timpánica o <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> huesecillos <strong>de</strong>l oído<br />
medio. Por ejemplo, la lesión <strong>de</strong>l pabellón auricular impi<strong>de</strong> conducir<br />
correctamente las ondas <strong>de</strong> sonido al conducto auditivo externo. Otras<br />
causas <strong>de</strong> sor<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> conducción son la infección <strong>de</strong>l conducto auditivo<br />
(otitis externa, que en ocasiones se <strong>de</strong>nomina oído <strong>de</strong> nadador),<br />
la inflamación o el traumatismo <strong>de</strong> la membrana timpánica y hasta la<br />
excesiva acumulación <strong>de</strong> cerumen (cera) en el conducto auditivo<br />
externo. El déficit que experimenta el paciente pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una<br />
disminución <strong>de</strong> la audición hasta la sor<strong>de</strong>ra total en el oído afectado.<br />
Dependiendo <strong>de</strong> la causa, la sor<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> conducción pue<strong>de</strong> resolverse<br />
con medicación o eliminando la obstrucción.<br />
| < Tiempo ► |<br />
Figura 21-1. En la parte superior se muestran los cambios cíclicos <strong>de</strong> un tono<br />
puro simple. En la parte inferior se muestra que la llegada <strong>de</strong> un tono a los oídos<br />
<strong>de</strong>recho (DJ e izquierdo (D2) se ve afectada por la distancia recorrida y por el<br />
efecto <strong>de</strong> sombra <strong>de</strong> la cabeza (parte central). La diferencia <strong>de</strong>l tiempo interauricular<br />
(DIT) se calcula con la ecuación (D 2 — D i]V = DIT, don<strong>de</strong> V es la velocidad<br />
<strong>de</strong>l sonido.<br />
auricular y <strong>de</strong>l conducto potencian unas frecuencias más que otras,<br />
<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la dirección. Por ejemplo, los sonidos que proce<strong>de</strong>n<br />
<strong>de</strong> un punto situado por <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la cabeza resultan amortiguados<br />
en comparación con los que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> un lado. La localización<br />
monoauricular (con un solo oído) <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> estos indicios, y cuando<br />
se lesiona el pabellón auricular se altera la precisión en la localización<br />
<strong>de</strong>l sonido.<br />
Oído medio<br />
El oído medio o cavidad timpánica es un espacio lleno <strong>de</strong> aire en<br />
el seno <strong>de</strong>l hueso temporal, que se interpone entre la membrana<br />
timpánica y las estructuras <strong>de</strong>l oído interno (fig. 21-2A). Los sonidos<br />
se transmiten por dicho espacio, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la membrana timpánica hasta<br />
el oído interno, que está lleno <strong>de</strong> líquido, mediante una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> tres<br />
huesecillos: el martillo, el yunque y el estribo. En un extremo <strong>de</strong> esta<br />
ca<strong>de</strong>na el mango o manubrio <strong>de</strong>l martillo está fijado a la membrana<br />
timpánica, y en el otro la base <strong>de</strong>l estribo se ajusta a la ventana oval <strong>de</strong>l<br />
laberinto membranoso <strong>de</strong>l oído interno. Los tres huesos actúan como<br />
palancas para reducir la magnitud <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> la membrana<br />
timpánica, a la vez que aumentan su fuerza en la ventana oval.<br />
La rigi<strong>de</strong>z mecánica <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> huesecillos actúa para compensar<br />
la diferencia <strong>de</strong> la impedancia entre los medios aéreo y líquido<br />
(una función que se <strong>de</strong>nomina adaptación <strong>de</strong> impedancias), <strong>de</strong> forma<br />
que la transferencia <strong>de</strong> energía entra ambos medios es óptima. La<br />
rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> huesecillos también se pue<strong>de</strong> modificar por<br />
medio <strong>de</strong> dos músculos <strong>de</strong>l oído medio, el tensor <strong>de</strong>l tímpano y el estapedio<br />
(reflejo <strong>de</strong>l oído medio). Enfermeda<strong>de</strong>s como la otosclerosis<br />
y la otitis media producen una sor<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> conducción porque afectan<br />
a la eficacia <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> los huesecillos. La otosclerosis, que<br />
es la causa <strong>de</strong> la sor<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> conducción <strong>de</strong>l oído medio en aproximadamente<br />
la mitad <strong>de</strong> los casos, pue<strong>de</strong> ser hereditaria y se caracteriza<br />
por el excesivo crecimiento tisular y la consiguiente fijación <strong>de</strong>l estribo<br />
a la ventana oval. La otitis media es una inflamación <strong>de</strong>l oído medio<br />
que pue<strong>de</strong> acompañarse por una acumulación <strong>de</strong> pus o <strong>de</strong> exudado.<br />
Oído interno: estructura <strong>de</strong> la cóclea<br />
La cóclea recibe su nombre por su parecido a la concha <strong>de</strong> un caracol<br />
(fig. 21-2B). Sus principales elementos son el laberinto membranoso<br />
relleno <strong>de</strong> líquido, el epitelio sensorial especializado <strong>de</strong>l órgano <strong>de</strong><br />
Corti y las neuronas <strong>de</strong>l ganglio espiral con sus prolongaciones axónicas<br />
periféricas y centrales.<br />
La cóclea membranosa, que es la parte espiral <strong>de</strong>l oído interno,<br />
se encuentra en el interior <strong>de</strong> la cóclea ósea y consta <strong>de</strong> tres cámaras<br />
en espiral. La cóclea da aproximadamente dos vueltas y dos tercios <strong>de</strong><br />
espira, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la base hasta el ápex. Desenrollada mi<strong>de</strong> unos 34 mm<br />
<strong>de</strong> longitud. La base <strong>de</strong> la espiral coclear está conectada con el sáculo<br />
<strong>de</strong>l laberinto membranoso por el conducto <strong>de</strong> Hensen.<br />
La cámara central <strong>de</strong> la cóclea membranosa es el conducto coclear,<br />
también <strong>de</strong>nominado rampa media (fig. 21-2B). Por encima <strong>de</strong> ella,<br />
la rampa vestibular se comunica con el vestíbulo, que es la parte <strong>de</strong>l<br />
oído interno membranoso que se encuentra entre la ventana oval<br />
y la cóclea. Por <strong>de</strong>bajo, la rampa timpánica termina en la ventana<br />
redonda, que separa este espacio <strong>de</strong> la cavidad <strong>de</strong>l oído medio. En<br />
una sección transversal, la rampa media está limitada por la membrana<br />
basilar por <strong>de</strong>bajo, la membrana vestibular o <strong>de</strong> Reissner por encima<br />
y la estría vascular por fuera (figs. 21-2B y 21-3). El núcleo óseo <strong>de</strong><br />
la cóclea, que tiene forma <strong>de</strong> rosca, es el modiolo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cual se<br />
extien<strong>de</strong> una lámina ósea espiral para unirse con la membrana basilar<br />
que, a su vez, se continúa lateralmente con el ligamento espiral. Las<br />
rampas vestibular y timpánica están llenas <strong>de</strong> perilinfa. La endolinfa,<br />
que llena el conducto coclear, es elaborada por las células y el rico<br />
lecho capilar <strong>de</strong> la estría vascular (fig. 21-3).<br />
El órgano <strong>de</strong> Corti es el epitelio sensorial especializado que <strong>de</strong>scansa<br />
sobre la membrana basilar (fig. 21-3). Está formado por células<br />
ciliadas internas y externas, células <strong>de</strong> sostén y la membrana tectoria.<br />
Las células ciliadas internas están separadas <strong>de</strong> las externas por el túnel<br />
<strong>de</strong> Corti (fig. 21-3), que está formado por los arcos filamentosos <strong>de</strong><br />
las células <strong>de</strong> los pilares internos y externos, y está lleno <strong>de</strong> líquido.<br />
Las células ciliadas internas forman una sola hilera espiral <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />
base hasta el ápex, y las células ciliadas externas forman tres hileras<br />
paralelas que siguen el mismo recorrido (fig. 21-4). Si se dañan, las<br />
células ciliadas humanas no se regeneran. Los investigadores no han<br />
encontrado la forma <strong>de</strong> que lo hagan. Se ignora cuántas células ciliadas<br />
internas (unas 3.500) o externas (unas 12.000) hay que per<strong>de</strong>r por<br />
enfermedad, traumatismo o envejecimiento para que se produzca una<br />
sor<strong>de</strong>ra neurosensorial. De la superficie apical <strong>de</strong> cada célula ciliada<br />
sale un haz <strong>de</strong> cilios formado por 50 a 150 estereocilios dispuestos en<br />
hileras curvas (fig. 21-4). Cada haz <strong>de</strong> cilios está polarizado <strong>de</strong> forma<br />
que los estereocilios más largos se encuentran en el bor<strong>de</strong> externo<br />
(fig. 21-4) y las hileras <strong>de</strong> estereocilios están unidas por sus puntas<br />
mediante material filamentoso.<br />
La membrana tectoria es una prolongación gelatinosa que se extien<strong>de</strong><br />
hacia fuera por encima <strong>de</strong>l epitelio sensorial, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el limbo <strong>de</strong><br />
la lámina espiral ósea (fig. 21-4). Los estereocilios más altos <strong>de</strong> cada<br />
haz <strong>de</strong> cilios están en contacto con la membrana tectoria, o incluidos<br />
en ella. De esta forma el movimiento <strong>de</strong> la membrana basilar y <strong>de</strong>l