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Sistema límbico 441
en la región del uncus pueden asociarse con alucinaciones olfatorias
o gustativas, y reciben la denominación de crisis uncinadas. Estas
sensaciones se explican por las funciones de la amígdala y de los territorios
de terminación de los sistemas de fibras olfatorio-gustativas.
Las crisis que comienzan en otras áreas del sistema límbico pueden
asociarse con ilusiones visuales, sensación de muerte inminente, déja
vu (lo no familiar parece conocerse), jamais vu (lo que es familiar
parece no reconocerse), o incluso alteraciones vegetativas. El espectro
de conductas físicas y emocionales observadas en las crisis que se
originan en esta parte del cerebro condujo al término de epilepsia
psicomotora, empleado en la literatura más antigua.
Los lóbulos temporales pueden resultar dañados por diferentes
causas, como traumatismo, hipoxia e infección. El virus del herpes
simple tiene predilección por los lóbulos temporales (fig. 31-10B).
Los pacientes con encefalitis herpética tienen típicamente fiebre
alta, confusión, cambios de la personalidad y convulsiones. La infección
vírica produce hemorragia y necrosis en los lóbulos temporales,
dejando a la mayoría de los pacientes que sobreviven con dificultad
permanente para la formación de nuevas memorias.
La epilepsia (actividad de crisis recurrentes) se relaciona también
con un mal funcionamiento del hipocampo. Se sabe que la mayor parte
de las áreas del hipocampo se hallan afectadas en la patogenia de la
epilepsia y mantienen el daño como consecuencia de crisis recurrentes.
Curiosamente, el área CA2 es la más resistente a la actividad convulsiva
mantenida, mientras que el sector de Sommer y CA4 son las áreas más
vulnerables. Las crisis mal controladas pueden ocasionar trastornos
permanentes y progresivos de la memoria y alteraciones emocionales.
La organización de los subcampos hipocámpicos y la función de la
amígdala tienen gran relevancia clínica en el campo de la epilepsia.
SISTEMA LÍMBICO Y FUNCIÓN COGNITIVA
Hay una tendencia a considerar el sistema límbico como un conjunto de
estructuras que influyen no sólo sobre la emoción sino también sobre
las funciones cognitivas. En este sentido, el ámbito donde existe un
mayor acuerdo es la memoria. Otras influencias, sin embargo, están
mediadas por el núcleo basal e indudablemente se relacionan con el
control de la excitabilidad cortical. La contribución total de este control
anterior se relaciona con la transferencia de información desde las
estructuras límbicas al córtex cerebral. El modo en que interactúan
las estructuras límbicas y el córtex está siendo ampliamente analizado.
Sabemos que la información visual entra en el córtex entorrinal previo
relevo sináptico en el córtex perirrinal (área 35) del proisocórtex. Así,
las memorias visuales se forman en el hipocampo por vías específicas
descritas sólo recientemente. No hay duda de que otras modalidades
sensitivas entran en el hipocampo a través de regiones transicionales
similares. Tales entradas de información pueden explicar probablemente
los déficits cognitivos que se producen tras un daño selectivo
del sistema límbico.
Bibliografía e información complementaria
La lista completa está disponible en www.studentconsult.com.