Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org
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Meninges 105<br />
superficie interna <strong>de</strong>l saco dural tapizado por aracnoi<strong>de</strong>s. En segundo<br />
lugar, extendiéndose caudalmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cono medular existe un<br />
filamento resistente compuesto principalmente por piamadre; correspon<strong>de</strong><br />
al filum terminal interno (parte pial <strong>de</strong>l filum terminal). El<br />
filum terminal interno se fija al extremo caudal <strong>de</strong>l saco dural, que<br />
a su vez se fija al cóccix como filum terminal externo (parte dural<br />
<strong>de</strong>l filum terminal o ligamento coccígeo) (fig. 7-2). Juntas, estas estructuras<br />
<strong>de</strong> anclaje realizan una función análoga a la <strong>de</strong> las trabéculas<br />
aracnoi<strong>de</strong>as alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l encéfalo.<br />
El gran espacio caudal al cono medular, que contiene LCR, raíces<br />
posteriores y anteriores (que constituyen la cauda equina) y el filum<br />
terminal interno, es la cisterna lumbar (fig. 7-2). La obtención <strong>de</strong> LCR<br />
es una herramienta diagnóstica importante para la evaluación <strong>de</strong> diversos<br />
trastornos <strong>de</strong>l SNC. Una aguja introducida en la cisterna lumbar<br />
(punción espinal o lumbar) entre el tercer y cuarto o entre el cuarto<br />
y quinto espacio intervertebral lumbar es el método principal utilizado<br />
para recoger una muestra <strong>de</strong> LCR <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta cisterna (v. fig. 9-2).<br />
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un <strong>de</strong>lito.<br />
Figura 7-15. Ejemplo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>nominado hematoma subdural (flechas) en una<br />
imagen <strong>de</strong> TC en el lado izquierdo <strong>de</strong>l paciente. Esta lesión es larga y <strong>de</strong>lgada y se<br />
extien<strong>de</strong> una distancia consi<strong>de</strong>rable sobre la superficie <strong>de</strong>l hemisferio al disecar la<br />
capa celular limitante dural; obsérvese el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la línea media. Compárese<br />
el tamaño <strong>de</strong> esta lesión con el <strong>de</strong> los hematomas epidurales en la figura 7-14.<br />
Piamadre<br />
La piamadre está formada por células aplanadas con prolongaciones<br />
largas e igualmente aplanadas, que siguen fielmente todas las características<br />
<strong>de</strong> la superficie <strong>de</strong>l encéfalo y <strong>de</strong> la médula espinal (fig. 7-3).<br />
La piamadre y la aracnoi<strong>de</strong>s constituyen en conjunto las leptomeninges.<br />
Los vasos en el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o (fig. 7-3) pue<strong>de</strong>n estar<br />
cubiertos por una capa única <strong>de</strong> células piales, pue<strong>de</strong>n estar envueltos<br />
por varias capas <strong>de</strong> células leptomeníngeas o pue<strong>de</strong>n encontrarse libres<br />
en este espacio. La piamadre está separada <strong>de</strong> la superficie cerebral<br />
por una membrana limitante glial y por zonas ocasionales don<strong>de</strong> las<br />
células piales se separan <strong>de</strong>l encéfalo para formar un pequeño espacio<br />
subpial. Las células piales <strong>de</strong> la superficie cerebral pue<strong>de</strong>n disponerse<br />
en una capa única o en varias capas. En el caso <strong>de</strong> una capa única, las<br />
prolongaciones piales y el colágeno subyacente forman la íntima <strong>de</strong><br />
la piamadre; esta capa sigue <strong>de</strong> forma estrecha las características <strong>de</strong> la<br />
superficie <strong>de</strong>l encéfalo y <strong>de</strong> la médula espinal. Cuando existen varias<br />
hileras <strong>de</strong> prolongaciones <strong>de</strong> células piales, las capas más externas<br />
correspon<strong>de</strong>n a la capa epipial. En general, la piamadre es más gruesa<br />
en la médula espinal que en el encéfalo.<br />
Allí don<strong>de</strong> los pequeños vasos sanguíneos penetran en la superficie<br />
<strong>de</strong>l encéfalo y <strong>de</strong> la médula espinal, arrastran una pequeña envoltura<br />
<strong>de</strong> prolongaciones <strong>de</strong> células piales y <strong>de</strong> espacio extracelular. Estos<br />
espacios perivasculares (espacios <strong>de</strong> Virchow-Robin) se extien<strong>de</strong>n<br />
distancias variables en el interior <strong>de</strong>l parénquima <strong>de</strong>l sistema nervioso<br />
y sirven como conductos para el movimiento <strong>de</strong>l líquido extracelular<br />
entre el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o y los diminutos espacios que ro<strong>de</strong>an<br />
las neuronas y las células gliales.<br />
La médula espinal está anclada en el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o mediante<br />
tres estructuras: dos modificaciones piales más un septo reticulado<br />
<strong>de</strong> prolongaciones <strong>de</strong> células aracnoi<strong>de</strong>as que se fijan a la línea<br />
media posterior <strong>de</strong> la médula. La primera <strong>de</strong> las estructuras piales,<br />
los ligamentos <strong>de</strong>ntados, discurren longitudinalmente a lo largo <strong>de</strong><br />
cada lado <strong>de</strong> la médula espinal aproximadamente entre las raíces<br />
posteriores y las anteriores y se fijan a la superficie interna <strong>de</strong>l saco<br />
dural tapizado por la aracnoi<strong>de</strong>s (fig. 7-2). Des<strong>de</strong> cada ligamento,<br />
una serie <strong>de</strong> 20 a 22 estructuras, con una forma muy parecida a los<br />
dientes <strong>de</strong> un tiburón, se extien<strong>de</strong>n lateralmente para fijarse a la<br />
Cisternas, hemorragias subaracnoi<strong>de</strong>as y meningitis<br />
El espacio subaracnoi<strong>de</strong>o es un <strong>de</strong>lgado espacio localizado entre la<br />
aracnoi<strong>de</strong>s y la piamadre (figs. 7-2 y 7-7). Este espacio posee una serie<br />
<strong>de</strong> regiones dilatadas <strong>de</strong> forma natural <strong>de</strong>nominadas cisternas subaracnoi<strong>de</strong>as,<br />
que contienen LCR, arterias y venas y, en algunos casos,<br />
raíces <strong>de</strong> nervios craneales (fig. 7-16; tabla 7-1). Las cisternas se forman<br />
don<strong>de</strong> el encéfalo se aleja <strong>de</strong>l cráneo por la variación natural <strong>de</strong> su<br />
forma, lo que produce un ensanchamiento <strong>de</strong>l espacio subaracnoi<strong>de</strong>o.<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> explicar las cisternas <strong>de</strong>beremos consi<strong>de</strong>rar en este punto<br />
la hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a y la meningitis, porque estos problemas<br />
clínicos están relacionados más específicamente con las leptomeninges.<br />
Cisternas<br />
Las cisternas se <strong>de</strong>nominan habitualmente según las estructuras con las<br />
que limitan. Por ejemplo, la cisterna interpeduncular se encuentra en<br />
la fosa interpeduncular, y la cisterna cerebelobulbar dorsal (cisterna<br />
magna) se encuentra entre el cerebelo y el bulbo (fig. 7-16). Típicamente,<br />
las formas <strong>de</strong> las cisternas, como se observan en la RM y en la TC,<br />
vienen <strong>de</strong>terminadas por las formas correspondientes <strong>de</strong> las estructuras<br />
encefálicas que las ro<strong>de</strong>an (fig. 7-17); esta relación característica es útil<br />
en el diagnóstico. La cisterna magna es una fuente potencial <strong>de</strong> LCR si la<br />
cisterna lumbar no es accesible. En una punción cisternal se introduce<br />
cuidadosamente una aguja <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cisterna magna a través <strong>de</strong> la<br />
membrana atlanto-occipital y se retira una muestra <strong>de</strong> líquido.<br />
Las cisternas están <strong>de</strong>limitadas por estructuras encefálicas concretas,<br />
contienen segmentos <strong>de</strong> vasos sanguíneos principales y también<br />
pue<strong>de</strong>n contener raíces <strong>de</strong> nervios craneales u otras estructuras<br />
(tabla 7-1). Por tanto, un aneurisma que se dilate progresivamente<br />
o una hemorragia lenta <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una cisterna <strong>de</strong>terminada pue<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>rivar en signos o síntomas relacionados con las estructuras que se<br />
hallan <strong>de</strong>ntro o próximas a las cisternas. Por ejemplo, un aneurisma<br />
que protruya <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la cisterna interpeduncular pue<strong>de</strong> afectar al<br />
nervio oculomotor (tabla 7-1) y, en consecuencia, a los movimientos<br />
oculares o al tamaño pupilar.<br />
Hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a<br />
Una hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a es una extravasación <strong>de</strong> sangre (generalmente<br />
arterial) <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l espacio subaracnoi<strong>de</strong>o (figs. 7-18<br />
y 7-19). La causa más frecuente <strong>de</strong> sangrado en el espacio subaracnoi<strong>de</strong>o<br />
(hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a) es la traumática; la segunda causa<br />
más frecuente <strong>de</strong> sangre subaracnoi<strong>de</strong>a es la ruptura <strong>de</strong> un aneurisma<br />
intracraneal (también <strong>de</strong>nominada hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a no<br />
traumática o espontánea).<br />
En la hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a traumática, la fuente <strong>de</strong>l sangrado<br />
pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>bida a una lesión <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s venas. En cualquier<br />
caso, la sangre pasa al interior <strong>de</strong>l espacio subaracnoi<strong>de</strong>o y pue<strong>de</strong><br />
acumularse en cisternas o migrar a través <strong>de</strong>l espacio subaracnoi<strong>de</strong>o<br />
y posteriormente pue<strong>de</strong> verse, como áreas hiper<strong>de</strong>nsas en los estudios<br />
<strong>de</strong> imagen, <strong>de</strong>lineando estructuras tales como las divisiones<br />
encefálicas o tabiques durales (fig. 7-19). Los aneurismas son dilataciones<br />
claramente <strong>de</strong>finidas en las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las arterias (fig. 7-18).<br />
Aunque se piensa que algunos aneurismas son congénitos, también