Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org
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Exploración neurológica 459<br />
A<br />
Figura 33-11. Papile<strong>de</strong>ma con hemorragia. Obsérvese la tortuosidad <strong>de</strong> los vasos.<br />
B<br />
Figura 33-10. Disco óptico normal (A) y ejemplo <strong>de</strong> excavación central con un<br />
aumento <strong>de</strong> tamaño anormal (B) en un paciente con glaucoma.<br />
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un <strong>de</strong>lito.<br />
y piel <strong>de</strong> la pared lateral y <strong>de</strong> la punta <strong>de</strong> la nariz. La sensibilidad<br />
corneal se explora tocando suavemente la córnea con una torunda <strong>de</strong><br />
algodón o papel <strong>de</strong> seda mientras que el paciente mira en dirección<br />
opuesta (fig. 33-14C). Esta maniobra constituye el brazo aferente <strong>de</strong>l<br />
reflejo corneal. La respuesta normal es un movimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>scenso<br />
rápido, parcial o completo <strong>de</strong>l párpado explorado mediado por el<br />
brazo eferente <strong>de</strong>l reflejo corneal a través <strong>de</strong>l nervio facial. La segunda<br />
división <strong>de</strong>l trigémino, el nervio maxilar, conduce estímulos <strong>de</strong> la piel<br />
<strong>de</strong> la mejilla hasta el ala <strong>de</strong> la nariz, dientes superiores y maxilar. La<br />
tercera división, el nervio mandibular, transmite impulsos sensitivos<br />
y motores. Su distribución sensitiva abarca la piel <strong>de</strong> la mandíbula<br />
inferior, pabellón auricular y dientes y encías inferiores así como la<br />
zona lateral <strong>de</strong> la lengua.<br />
Las fibras motoras inervan los músculos masticadores: los músculos<br />
temporal, masetero y pterigoi<strong>de</strong>os. La exploración <strong>de</strong> los músculos<br />
temporal y masetero se realiza haciendo que el paciente cierre la<br />
mandíbula con fuerza, mientras el explorador los palpa (fig. 33-15A).<br />
Los músculos pterigoi<strong>de</strong>os son responsables <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong><br />
lateralidad (diducción) <strong>de</strong> la mandíbula, y también contribuyen al<br />
cierre <strong>de</strong> la boca (fig. 33-15B). Una lesión <strong>de</strong> las fibras motoras <strong>de</strong>l<br />
nervio trigémino causa una <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> los músculos masticadores<br />
<strong>de</strong> dicho lado y una ligera <strong>de</strong>sviación <strong>de</strong> la mandíbula hacia el lado<br />
débil, al cerrar la boca, por la acción no contrarrestada <strong>de</strong> los músculos<br />
pterigoi<strong>de</strong>os contralaterales sanos. El reflejo maseterino se<br />
<strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na aplicando un ligero golpe en el mentón, lo que provoca<br />
el cierre <strong>de</strong> la mandíbula por acción <strong>de</strong> los músculos masticadores. El<br />
brazo aferente <strong>de</strong> este reflejo viaja <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los receptores situados en<br />
estos músculos y entra en el tronco <strong>de</strong>l encéfalo por medio <strong>de</strong> las fibras<br />
<strong>de</strong>l tracto mesencefálico, estando representado su brazo eferente<br />
por colaterales <strong>de</strong> estas fibras que inervan bilateralmente los núcleos<br />
motores <strong>de</strong>l trigémino (v. también fig. 14-18).<br />
VII nervio craneal<br />
El nervio facial (VII nervio craneal) es un nervio complejo, con fibras<br />
motoras, sensitivas y parasimpáticas (vegetativas). Su componente<br />
Figura 33-12. Atrofia óptica. Obsérvese el aspecto pálido <strong>de</strong>l disco óptico.<br />
motor inerva los músculos <strong>de</strong> la expresión facial y se explora pidiendo<br />
al paciente que arrugue la frente, cierre los párpados con fuerza, sonría<br />
o haga muecas mostrando los dientes y frunza los labios (fig. 33-16).<br />
Hay dos tipos <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilidad motora <strong>de</strong>l facial, uno, por afectación <strong>de</strong><br />
la motoneurona superior o <strong>de</strong> las vías corticonucleares, y otro, por<br />
lesión <strong>de</strong> la motoneurona inferior o parálisis facial «periférica». La<br />
parálisis facial «central» o <strong>de</strong> motoneurona superior se caracteriza por<br />
la incapacidad para retraer la comisura <strong>de</strong> la boca, mientras que la<br />
función <strong>de</strong> la frente y el cierre palpebral no suelen verse alterados. Las<br />
lesiones <strong>de</strong>l núcleo <strong>de</strong>l facial o <strong>de</strong>l propio nervio causan una parálisis <strong>de</strong><br />
la hemicara, con incapacidad para arrugar la frente o cerrar los párpados<br />
y los labios en el lado afectado (fig. 33-17; v. también fig. 25-15).<br />
Los componentes sensitivos <strong>de</strong>l VII nervio craneal se originan <strong>de</strong> las<br />
papilas gustativas <strong>de</strong> los dos tercios anteriores <strong>de</strong> la lengua y en la pared<br />
posterior <strong>de</strong>l conducto auditivo externo. La exploración <strong>de</strong>l gusto no<br />
es habitual, y se realiza empleando soluciones con azúcar, sal o quinina.<br />
Se pi<strong>de</strong> al paciente que saque la lengua; a continuación, se aplica la<br />
sustancia <strong>de</strong> prueba mediante una torunda <strong>de</strong> algodón en un lado <strong>de</strong><br />
la lengua. El paciente <strong>de</strong>be i<strong>de</strong>ntificarla antes <strong>de</strong> volver a introducir la<br />
lengua en la boca, pues la función <strong>de</strong> la porción posterior <strong>de</strong> la lengua o<br />
<strong>de</strong>l lado contralateral enmascararía el resultado <strong>de</strong> la prueba. El nervio<br />
facial también conduce fibras parasimpáticas a las glándulas salivares<br />
(submandibular y sublingual) y lagrimales (v. cap. 14).<br />
VIII nervio craneal<br />
El VIII nervio craneal está constituido por dos divisiones: coclear,<br />
encargada <strong>de</strong> la audición, y vestibular, que se ocupa <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong>l<br />
equilibrio (<strong>de</strong> aquí su nombre habitual, nervio vestibulococlear).<br />
La división coclear suele examinarse mediante un diapasón con<br />
una frecuencia <strong>de</strong> 256 vibraciones por segundo para comparar la<br />
conducción ósea y aérea (fig. 33-18). Esta exploración se conoce<br />
como prueba <strong>de</strong> Rinne. En el oído normal, la conducción aérea es