Principios de Neurociencia Haines 4a Ed_booksmedicos.org
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262 Neurobiología <strong>de</strong> los sistemas<br />
Figura 19-2. Fibras aferentes simpáticas sensitivas primarias (rojo) en relación con células <strong>de</strong> los tractos <strong>de</strong>l asta posterior (ver<strong>de</strong>) que transportan información visceral<br />
al tálamo y a las neuronas eferentes viscerales generales (azul).<br />
Proyecciones a la formación reticular<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la vía directa que va al tálamo y al córtex sensitivo a través<br />
<strong>de</strong>l SAL y <strong>de</strong>l VPL, hay rutas indirectas que pasan a través <strong>de</strong> la<br />
formación reticular por las cuales la información nociceptiva visceral<br />
pue<strong>de</strong> llegar al córtex. La formación reticular recibe impulsos espinorreticulares<br />
(principalmente <strong>de</strong> las láminas VII y VIII) y colaterales<br />
<strong>de</strong>l SAL (fig. 19-3). A su vez, sus células envían proyecciones a niveles<br />
superiores <strong>de</strong>l sistema nervioso central, transmitiendo así información<br />
viscerosensitiva <strong>de</strong> forma polisináptica a niveles progresivamente más<br />
altos <strong>de</strong>l encéfalo. Las neuronas que se encuentran en la formación<br />
reticular y en la sustancia gris periacueductal terminan por proyectarse<br />
al hipotálamo y a los núcleos intralaminares <strong>de</strong>l tálamo (fig. 19-3).<br />
Estos últimos grupos <strong>de</strong> células se proyectan al córtex.<br />
Las fibras reticulohipotalámicas viajan por el fascículo longitudinal<br />
dorsal, el pedúnculo mamilar y el fascículo telencefálico medial. El<br />
primero se origina principalmente en la sustancia gris periacueductal,<br />
y los otros dos lo hacen principalmente en la formación reticular<br />
mesencefálica. Los centros mesencefálicos reciben información<br />
sensitiva visceral y somática y, a través <strong>de</strong> sus proyecciones, los centros<br />
hipotalámicos se pue<strong>de</strong>n ver influidos por ambos sistemas. Por<br />
ejemplo, la información viscerosensitiva originada por la distensión<br />
intestinal pue<strong>de</strong> ocasionar un aumento <strong>de</strong> la frecuencia cardíaca o<br />
rubor cutáneo. Por otro lado, los estímulos somatosensitivos como los<br />
relacionados con el coito o la lactancia pue<strong>de</strong>n aumentar la liberación<br />
<strong>de</strong> la hormona hipotalámica oxitocina.<br />
Dolor referido<br />
El dolor referido es el fenómeno por el que estímulos dolorosos que<br />
se originan en una estructura visceral, como el corazón o el estómago,<br />
son percibidos por el paciente como si procedieran <strong>de</strong> una porción<br />
somática <strong>de</strong> la pared corporal como la piel, los huesos o los músculos<br />
esqueléticos (fig. 19-4). Aunque este dolor referido pue<strong>de</strong> enmascarar<br />
el verda<strong>de</strong>ro origen <strong>de</strong> la información, ciertos patrones <strong>de</strong> dolor<br />
referido son clínicamente útiles para el diagnóstico <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas visceras. Por ejemplo, el dolor torácico (que<br />
en ocasiones se percibe como presión intensa) que se extien<strong>de</strong> por el<br />
brazo izquierdo pue<strong>de</strong> ser indicativo <strong>de</strong> un problema cardíaco grave.<br />
Un trastorno gástrico pue<strong>de</strong> percibirse como dolor en la zona epigástrica.<br />
El dolor visceral se transmite por fibras sensitivas simpáticas y<br />
es referido típicamente a las estructuras somáticas cuyas aferencias<br />
entran en la médula por las mismas raíces posteriores.<br />
Se cree que en el mecanismo que subyace al dolor referido interviene<br />
una convergencia <strong>de</strong> información aferente somática y visceral en<br />
grupos <strong>de</strong> neuronas <strong>de</strong>l asta posterior, cuyos axones ascien<strong>de</strong>n a niveles<br />
superiores <strong>de</strong>l sistema nervioso central (fig. 19-5). Normalmente, una<br />
fibra nociceptiva visceral (p. ej., proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l corazón) hace sinapsis<br />
en células <strong>de</strong>l tracto espinotalámico cuyos axones se proyectan al VPL,<br />
y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahí la información se transmite a áreas viscerales <strong>de</strong>l córtex<br />
sensitivo. En consecuencia, esta información sensitiva se percibe como<br />
si procediera <strong>de</strong> la profundidad <strong>de</strong> las cavida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l <strong>org</strong>anismo (p. ej.,<br />
<strong>de</strong> la cavidad torácica) (fig. 19-5A). Pero también las colaterales <strong>de</strong><br />
las fibras aferentes viscerales pue<strong>de</strong>n hacer sinapsis en las células<br />
<strong>de</strong> los tractos <strong>de</strong>l asta posterior y activarlas; son células que suelen<br />
transmitir sólo información somatosensitiva (fig. 19-5B). En este<br />
caso, las células <strong>de</strong> los tractos son activadas por colaterales aferentes<br />
viscerales pero envían información a través <strong>de</strong>l VPL a una parte <strong>de</strong>l<br />
córtex somatosensorial que representa a las estructuras <strong>de</strong> la pared<br />
corporal (fig. 19-5B). Por eso el dolor es referido a la superficie <strong>de</strong>l<br />
cuerpo (fig. 19-4) y se i<strong>de</strong>ntifica como proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> ella, aunque el<br />
estímulo se origine, en realidad, en una estructura visceral.<br />
Dolor anginoso<br />
El dolor referido pue<strong>de</strong> aparecer acompañando a enfermeda<strong>de</strong>s que<br />
afectan a cualquier órgano interno; pero la mayor parte <strong>de</strong> las veces<br />
se asocia a enfermeda<strong>de</strong>s cardíacas (fig. 19-4). El dolor causado por<br />
una cardiopatía se <strong>de</strong>nomina angina. En aproximadamente el 80% <strong>de</strong><br />
los pacientes la angina se percibe inicialmente como una <strong>de</strong>sagradable<br />
sensación <strong>de</strong> opresión que se origina <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l esternón. Esta molestia<br />
también pue<strong>de</strong> percibirse como un dolor que se irradia bajando<br />
por el brazo izquierdo o, más raramente, por los dos brazos. Sólo en<br />
ciertas ocasiones se ha señalado que el dolor se irradió bilateralmente<br />
al cuello, la mandíbula y las articulaciones temporomandibulares. Su<br />
predilección por el lazo izquierdo <strong>de</strong>l tórax o su extensión al brazo<br />
izquierdo refleja la predominancia <strong>de</strong> la enfermedad miocárdica en