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224 Neurobiología regional
Corona radiada
Núcleo caudado
Cápsula interna
uuidsma
óptico
Columna del lomcx
de la
banda diagona
Núcleo
accumbens
subcallosa
talámico
incorta
Área
prerrubral
Nudeo
subtalarnico
Globo
pálido
s Asa lenticular
Sustancia
negra
ntgrooslnadas
lenticular
Gfobo pálido
—Fascículo subtalámico
perforada Tracto óptico
anterior
Figura 16-19. Secciones transversales del telencéfalo a niveles rostrales que
muestran el núcleo accumbens (A) y la sustancia innominada (B) y estructuras
adyacentes. Tinción de Weil.
Los grupos de células localizados por dentro del área subcallosa
forman colectivamente los núcleos septales (fig. 16-19). Como consecuencia,
el área subcallosa, junto a una pequeña franja de córtex
localizada adyacente a la lámina terminal, el giro paraterminal, se
denomina habitualmente área septal. Los núcleos septales están
adyacentes medialmente al núcleo accumbens y contiguos a capas
de somas neuronales que se extienden en el septum pellucidum.
Esta última estructura se extiende, en general, desde el fórnix hasta
la superficie interna del cuerpo calloso. Forma la pared medial de las
astas anteriores y una pequeña parte de los cuerpos de los ventrículos
laterales (figs. 16-14 y 16-17). En general, los núcleos septales tienen
interacciones complejas con estructuras hipocampales, amigdalinas y
otras estructuras límbicas.
Lesiones del lóbulo temporal
Una lesión del lóbulo temporal, especialmente la lesión bilateral, casi
siempre implica al hipocampo y a la amígdala. Los déficits más directamente
asociados a un daño de estas estructuras incluyen cambios
Figura 16-20. Principales haces asociados a los núcleos basales y al núcleo
subtalámico y la sustancia negra.
profundos en la conducta alimentaria y sexual, una disminución en los
niveles de agresividad y déficits en la función mnésica. Con respecto a
los déficits de la memoria, el paciente puede mostrar una pérdida de
la memoria reciente o una incapacidad para adquirir nuevos recuerdos
(aprender nuevas tareas), mientras que la memoria de acontecimientos
que tuvieron lugar en el pasado remoto permanece intacta.
Irrigación del hipocampo y de la amígdala
La irrigación sanguínea de la formación del hipocampo y del complejo
amigdalino procede principalmente de la arteria coroidea anterior.
Este vaso surge de la carótida interna, pasa a lo largo del borde medial
del asta temporal y envía sus ramas al hipocampo y a la amígdala.
También irriga a la cola del caudado, al plexo coroideo del asta temporal,
a las regiones inferiores del núcleo lenticular y al tracto óptico.
El córtex del uncus y el del giro parahipocampal están irrigados por
ramas superficiales de las arterias cerebral media y cerebral posterior,
respectivamente.
Bibliografía e información complementaria
La lista completa está disponible en www.studentconsult.com.