11.04.2013 Views

JESUS y EL ESPIRITU

JESUS y EL ESPIRITU

JESUS y EL ESPIRITU

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La experiencia de Jesús acerca de Dios. El Espíritu 103<br />

lo cual están de acuerdo la mayoría de los eruditos. El Makarios<br />

(Bienaventurado) escatológico es un modo de hablar Jesús, casi<br />

tan distintivo como «Abba» y «Amen».<br />

Un hecho significativo para nuestro estudio es que estas<br />

Bienaventuranzas están claramente bajo la influencia de Isaías<br />

6, 1 ss.; «el Pobre» y «los que lloran I están afligidos» se refieren<br />

evidentemente al mismo grupo con el que se enfrentaba el<br />

profeta 72. Esto significa que Isaías 61, 1 juega un papel importante<br />

en el propio pensamiento de Jesús. Creyó que los que le<br />

oían, probablemente sus propios discípulos, eran los «pobres»<br />

de los que hablaba Isaías 61, 1, es decir, los únicos elegidos por<br />

Dios que estaban ahora experimentando los sufrimientos de la<br />

plenitud de los tiempos; pero que pronto gozarían de la curación<br />

y de la libertad del reino de Dios 73. Además, está implícito<br />

que, puesto que Jesús es el único que pronuncia estas palabras,<br />

él es el único que cumple el papel de la figura del ungido por el<br />

Espíritu que aparece en Isaías 61, 1; las mismas bienaventuranzas<br />

son una proclamación de la buena noticia II los pobres. En<br />

consecuencia, es probable que Jesús, al pronunciar estas palabras,<br />

expresaba una convicción básica, a saber, que él fue el ungido<br />

por el Espíritu de Dios enviado a proclamar la buena noticia<br />

del reino final. Por otra parte, no deberíamos desconocer la fuerza<br />

evidente de esta convicción, pues las bienaventuranzas difícilmente<br />

pueden comprenderse constituyendo una exigencia de significado<br />

escatológico. Por su verdadero estilo y contenido parecen<br />

expresar, más bien, una seguridad de Jesús ya establecida, pro-<br />

72. Véase, en especial, A. FINK<strong>EL</strong>, The Pharisees and the Teacher 01<br />

Rigbteousness, Leiden 1964, 155-68; también [esus' Sermon at Nazaretb,<br />

en Abraham unser Vater, Festsch. für O. Michel, ed. O. Betz-M. Hengel­<br />

P. Schmidt, Leiden 1963, 113 s.; J. DUPONT, Les Béatitudes n. EB 1970,<br />

92-99; H. SCHÜRMANN, Lukasevangelium 327. Véase también Black 158,<br />

nota 2. H. FRANKEMOLLE, Die Makarismen (Mt 5, 1-12, Le 6, 29-23), BZ<br />

15 (1971) 59 s. 68 s., acepta el que Mateo se estructura conforme a Is<br />

61, 1 ss., pero discute el que Q y Lucas hagan lo mismo -la referencia<br />

a Is 61, 1 ss. se debe a la mano de Mateo---. Pero si Le 7, 18-23 es Q<br />

,. contiene una referencia a Is 61, 1, como Frankemolle acepta (véase<br />

luego parr. 9, 3), entonces quiere decir que es más probable una referencia<br />

de Q a 1s 61, 1 en Le 6, 20. Es más probable que Le 4, 18 s. se<br />

derive de esta tradición de Q que no que 6, 20 represente «meramente<br />

una reminiscencia (lucana) de Le 4, 18 s.» (p. 60). El que Mateo refuerce<br />

la alusión a Is 61, 1 ss. ipentboúntes paraklétbésontai, 5, 4) y el<br />

que añada t6 pneúmati en 5, 3 no demuestra que sea redacción la alusión<br />

que en 5, 3 se hace a Is 61, 1.<br />

73. Véase, además, J. JEREMIAS, Theology 1 párr. 12.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!