JESUS y EL ESPIRITU

398 Jesús y el Espíritu
cristiana, probablemente con un siglo ya de antigüedad, el hablar
en lenguas era considerado como un signo típico de la expansión
del evangelio en el siglo 1, y quizás también en el siglo II 252.
Concluyo, por consiguiente, que la glosolalia fue un fenómeno
familiar entre los cristianos, judíos y helenistas, del siglo 1 y
siguientes, reconocido como una manifestación del Espíritu y
que tuvo un puesto de alguna importancia en las vidas individuales
y en la misión cristiana.
41.8. La interpretación de lenguas (érmeneia glossán, 1 Co
12, 10; 14, 26; (di) ermeneytés, 14, 29; diermenyo, 12, 30;
14, 5. 13. 27). Si hemos comprendido correctamente la naturaleza
de la glosolalia de los Corintios y la comprensión de Pablo
del eharisma de lenguas, el sentido del don que le acompaña, la
interpretación (érmeneía) de lenguas, no presenta ninguna dificultad.
Como advertimos, anteriormente, el sentido ordinario y
característico érmeneía y sus afines en el griego bíblico es «traducción».
Pero, como todo traductor conoce, la traducción no es
simplemente cuestión de sustituir las palabras de una lengua por
las palabras de otra. Nada de esto, dado que las palabras más
próximamente equivalentes en dos lenguas tienen a menudo una
extensión semántica muy diferente, y los giros y la flexibilidad
de dos lenguas nunca son los mismos. Por eso, la así llamada
tradución es la traducción interpretada. El judaísmo ya fue familiar
a esto: la Biblia de los LXX (versión del hebreo al griego)
era una traducción interpretada (d. cap. VI, nota 139), y los
Targums son paráfrasis arameas de los textos hebreos. Con otras
palabras, no hay un límite real entre «traducción» e «interpretación»,
como se confirma por la extensión semántica de (di) ermeneyein,
dentro del mismo griego bíblico (d. 2 M 1, 36; lb
42,18 (17b); Le 24, 27). Además, nosotros reconocimos con frecuencia
la influencia helenística en la glosolalia de los corintios,
y tendremos que considerar más seriamente el significado básico
de tal palabra en el amplio pensamiento griego, por ejemplo, «in-
252. Cf. IRENEO, AdvHaer 5, 6, 1; TERTULIANO, Adv Mare 5, 8;
ORÍGENES, Contra Ceis 7, 8. Véase también H. WEINEL, Wirkungen, 72­
78. Para textos menos conocidos sobre la glosolalia o experiencias semejantes
en la literatura cristiana posterior, véase K. RICHSTAETTER, Die
Glossolalie im Licht der Mystik, Scholastik 2 (1936) 321-45; S. LYONNET,
De glossolalia Pentecostés eiusque significatione, VerbDom 24 (1944) 65­
75; S. TUGWELL, Did You Receive the Spirit?, Darton, Longman & Todd
1972, cap. 6 y 8.