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JESUS y EL ESPIRITU

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Los comienzos entusiásticos... en Lucas 299<br />

camino con H. Lietzmann y W. Marxsen 129 para reconocer que<br />

el partir el pan en los Hechos es sólo, a lo sumo, un sacramento<br />

embrionario 130.<br />

33.2. El culto de la comunidad primitiva se centró claramente<br />

en el templo (Hch 2, 46; 3, 1; 5, 12; d. Mt 5, 23 s.), aunque<br />

no forzosamente debido a su expectación escatológica (d.<br />

§ 29). Pero, al mismo tiempo, y posiblemente al principio, comenzaron<br />

a desarrollarse de una forma espontánea otras formas<br />

de culto en reuniones apropiadas en las casas privadas (kat'oikon,<br />

Hch 2, 46; 5, 42). Los helenistas parecen haber sido mucho<br />

más adictos al culto de la sinagoga que al culto del templo, si<br />

podemos confiar en el discurso de Esteban (6, 9. 13 s.; 7); y<br />

como las relaciones dentro de la sinagoga empeoraron (6, 9),<br />

ellos pudieron dar más importancia a las reuniones domiciliarias.<br />

Estas últimas parecen haber sido en gran parte no estructuradas.<br />

Podemos, sin embargo, discernir en ellas varios elementos<br />

regulares. Se debe la enseñanza (2, 42; 5, 42; 11, 26; 13, 1,<br />

etc... ). Los creyentes primitivos eran familiares al papel importante<br />

del escriba en la vida religiosa del judaísmo 131, aunque no<br />

se sintieron forzados a copiar tal práctica (d. St 3, 1) 132. Así,<br />

podemos aceptar que alguna parte de las reuniones en las casas<br />

se dedicaría tanto a la recolección y explicación de los dichos y<br />

hechos de Jesús, como a la interpretación del Antiguo Testamento<br />

(cf. Lc 24, 25 ss.; Hch 8, 32 ss.; 17, 2 s. 11; 18, 24. 28;<br />

1 Co 15, 3 s.) 133. El interés de estos creyentes primitivos sería<br />

aplicarse a ellos mismos y a sus nuevas situaciones tanto las escrituras,<br />

como las palabras y hechos de Jesús. No podemo afirmar<br />

con mucha confianza, hata qué punto los doce dirigieron esto;<br />

no obstante, 2, 42; 6, 2. 4 (d. también 6, 10; 7, 2-53;<br />

129. H. LIETZMANN, Mass and Lord's Supper: A Study in the Hislory<br />

01' tbe Liturgy, ET Leiden 1953, 204-8; W. MARXSEN, The Lord's<br />

Supper as a Christological Problem, ET Fortress 1970.<br />

130. C. F. D. MOULE, Worsship 20 ss., se muestra más confiado sobre<br />

el significado sacramental originario de la comida.<br />

131. Sobre el papel de los escribas dentro del j1.tdaísmo en tiempos<br />

de Jesús, véase ]. ]EREMIAS, [erusalem 233-45.<br />

132. K. H. Rengstorf, TDNT 2, 157. Pero no existe prueba directa<br />

de que lecturas del AT formaran parte del primitivo culto cristiano (G.<br />

D<strong>EL</strong>LING, Worship in the New Testament, ET Darton, Longman & Todd<br />

1962, 92 ss.): pero véase también A. SCHLATTER, The Cburcb in tbe Neto<br />

Testament Period, ET SPCK 1955, 63-68.<br />

133. Cf. la preocupación de la secta de Qumran por entender adecuadamente<br />

el AT tal y como se ve especialmente en sus comentarios.

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