JESUS y EL ESPIRITU

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sión del tipo que sea a la glosolalia (con todo, d. § 46,2). En
consecuencia, es probablemente mejor considerar stenanmols tilalétois
en un sentido amplio, de modo que no excluya la glosolalia,
aunque tampoco puede ser limitada a ella (d. «señales demasiado
profundas para ser palabras». RSV) 225. Pablo parece estar pensando
aquí en la única forma de oración posible para el creyente
cuando llega al límite de sí mismo, confundido con su propia
pobreza (d. Rm 7, 24; 2 Ca 5, 4), Y frustrado por su ignorancia
de Dios y de su voluntad. Pero como él suspira todavía por
tener la plena adopción filial, la plenitud de la redención (Rm
8, 22 ss.; cf. 1 Co 13, 12), su única expresión consecuente -de
Dios, esto es, de los primeros frutos del Espíritu (Rm 8, 23),
es un suspiro inarticulado que confiesa simultáneamente su debilidad
y su dependencia de Dios. Aquí advertimos de nuevo los
dos aspectos de la conciencia carismática para Pablo, en cualquier
caso: la conciencia de la impotencia humana y la concienia de la
fuerza divina, en y a través de esa debilidad (cf. 2 Co 12,9 ss.) 226.
Esta conciencia de que el Espíritu está actuando en y a través de
su completa impotencia al nivel más fundamental de su relación
con el Padre es 10 que le concede la seguridad de que el Espíritu
está activo en todas sus otras relaciones y circunstancias (Rm 8,
28: «sabemos que Dios hace concurrir todas las cosas para el
bien de los que le aman») 227.
Nosotros tenemos todavía que considerar la comprensión de
la glosolalia en Pablo; pero ya es evidente que la oración caris-
225. Cf. J. SCHNIEWIND, Seujzen, 82 ss.; C. K. BARRE!!, Romans, 168.
Con todo, O. MICIlEL, Romer, 208; LEENIlARD!, Romans, 231; GAUGLER,
Riimer, 322 s. y K. NIEDERWIMMER, Das Gebet des Geistes, Rom 8, 26 s.,
TZ 20 (1964) 263 S., todos ellos rechazan sin contemplaciones que se
piense en la glosolalia. No hay nada en el texto que nos obligue a admitir
que Pablo se refiere aquí únicamente a la asamblea (G. DELLING,
Wlorship, 23, nota 4; O. MICIlEL, Romer, 208; contra E. Ki\SEMANN,
Perspectioes, 129 s.), Más bien lo contrario es el caso: Pablo está muy
lejos de apoyar la glosolalia en la comunidad corintia, considerándola
muy negativamente; mientras que Rm 8, 26 s. representa una valoraci6n
muy positiva de la oración carismática.
226. Cf. W. BIEDER, Gebetsioirklicbkeit, 29 s.; K. NIEDERWIMMER,
254 ss.; véase luego § 55.
227. Sobre la opini6n de que el sujeto de synergei es «Espíritu» (y
no «todas las cosas» o «Dios»), véase M. BLACK, The lnterpretatio» 01
Romans 8, 28, en Neotestamentica et Patristica. Freundesgabe O. Cuilamann,
NovTestSuppl 6 (1962) 166-72; también Romans, Oliphants 1973,
124; d. F. F. BRucE, Romans, Tyndale 1963, 175 s.