JESUS y EL ESPIRITU

Mani/estacíones de la Resurrecci6n 179
Por un lado, Pablo describe su conversion, al menos hasta
cierto punto, como una experiencia interior, Ca 1, 16: «Dios
eligió revelar a su Hijo en mí (en émoi)», El en emoí podría
tomarse simplemente por el dativo «a mí», y con frecuencia (lsí
es considerado 38. Pero cuando Pablo desea usar un dativo con
apokalytein así lo hace. Ciertamente este es su uso normal (1 Co
2, 10; 14, 30; El 3, 5; Flp 3, 15). Entonces, quizá el en émoi
está elegido deliberadamente; y la razón obvia es para poner de
relieve la subjetividad de la revelación en el momento del encuentro
y su impacto sobre su vida interior 39. Para mayor seguridad,
Pablo no está hablando aquí acerca del aspecto visionario
de su experiencia de conversión en cuanto tal; apolealvpsis (Ca
1, 12) no significa «visión» 40 (aunque 2 Co 4, 6 nos advierte
no urgir demasiado la distinción). Pero él está describiendo su
experiencia de conversión; él la describe como una experiencia
personal subjetiva. Hasta este punto Marxsen tiene razón: neo
gando que el opbtbe de la conversión de Pablo pueda reducirse
a la percepción mental, nosotros no debemos negar que la percepción
mental subjetiva fue también parte integrante de esta experiencia.
Además, los relatos de los hechos sobre la conversión de
Pablo no pueden ser entendidos de otro modo más que en términos
visionarios y subjetivos. No sólo se describe la experiencia
propiamente como una «visión celestial» (por el mismo Pablo,
Hch 26, 19); sino que, además, mientras todos sus compañeros
dijeron haber visto una «gran luz del cielo» (22, 6. 9), sólo
Pablo quedó ciego y sólo Pablo oyó la voz del cielo (22, 9-11).
Es decir, solamente Pablo experimentó un encuentro personal
(cf. 9, 7); sólo Pablo comprendió como una cristofanía lo que
él vio. Como Pannenberg observa «un acontecimiento de esta
espiritual» en la resurrección «de la tradición sobre las apariciones de
Jesús a los apóstoles».
38. Br.sss - DEllRUNNER - FUNK párr. 220, 1; ARND'l'-GINGRICH, en IV,
4; RSV; NEB: «a mí y por medio de mí».
39. Cf. H. LIETZMANN, Galaterbriei, HNT 1910, 41971, 8; E. D.
BURTON, Galatians, ICC 1921, 50 s.; G. S. DUNCAN, Tbe Epistl, to tbe
Galatians, Moffatt 1934, 27 s.; H. SCHLIER, Der Brief an die Galater,
KEK 1949, 41965, 55; A. WIKENHAUSER, Pauline Mysticism, ET Herder­
Nelson 1960, 135 s.
40. D. LÜHRMANN, Das Offenbarungsverstiindnis bei Paulus und in
pauliniscben Gemeinden, Neukirchen 1965, 40 s. 73 ss.; d. W. MICHAE­
LIS, Erscbeinungen 114 ss.