JESUS y EL ESPIRITU

382 Jesús y el Espíritu
comprenszon dentro de la antigua palabra de Dios} en relación
con las tradiciones ya aceptadas por la comunidad, debido a la
autoridad propia de ellas; por ejemplo, los escritos del Antiguo
Testamento, la tradición de los dichos de Jesús, el evangelio que
ellos recibieron al principio (d. 1 Co 11, 2. 23; 15, 3; 2 Ts
2, 15; 3, 6) 193. De este modo, en Col 3, 16, la «enseñanza»
procede de «la palabra (lógos) de Cristo habitando en vosotros ... ».
Semejante exégesis carismática puede fundarse parcialmente
en el uso que hace Pablo del Antiguo Testamento, por ejemplo,
Rm 11, 25 ss.; 1 Co 9, 8 ss. y Ga 3, 8. Otras exposiciones de
pasajes veterotestamentarios son mucho más controvertidas y no
pueden ser consideradas como reflexiones espontáneas (particularmente
Rm 4, 3-22; 1 Co 10, 1-4; 2 Co 3, 7-18; Ga 4, 21-31).
Pero incluso en estos casos es probable que Pablo considerara el
conocimiento inicial, específicamente, como un carisma 194. Asf
también en 1 Ca 14, 6 no excluimos la posibilidad de que la
«enseñanza» ofrecida sea una elaboración individual de un conocimiento
recibido algún tiempo antes para la asamblea 195. Un
ejemplo de instrucción carismática (parangelía), basada probablemente
en una palabra de Jesús, puede encontrarse en 1 Ts 4, 2.
La palabra en cuestión sería posiblemente el mismo logion del
Señor que forma el fundamento de su enseñanza en 1 Co (esto
es, 7, 10; d. 1 Ts 4, 3 ss. con 1 Ca 7), y 1 Ca 9 (esto es,
9, 14; cE. 2 Ts 3, 6 ss. con 1 Ca 9, 15 ss.) 196.
Que Pablo se está refiriendo a instrucciones dadas bajo inspiración
viene indicado probablemente en la frase «del Señor Jesús»
197. En cualquiera otra parte de Pablo, la frase oscila con
193. J. WEISS, 1 Kor, 334 s.: «Por didacbé hay que entender una enseñanza
concreta sobre un tema concreto, por ejemplo, una interpretación
'pneumática' de la Escritura».
194. En 2 Co 3, 14 ss. el velo que oscurece el significado e importancia
de la antigua alianza, velo que es la ley de Moisés, se quita únicamente
cuando uno se vuelve al Señor, que es el Espíritu. Es decir, el
significado de la ley se hace ver a los creyentes carismáticamente, como
revelación. Cf. también E. KAsEMANN, The Spirit and the Letter, en Perspectiues,
cap. 7. Más en general véase E. E. ELLIS, Paul's Use 01 the Old
Testament, Eerdmans 1957.
195. Cf. H. GREEVEN, Propbeten, Lebrer, Vorsteher bei Paulus, ZNW
44 (1952) 17 s. A. BITTLINGER, Ministries, 68 s., cita como ejemplo al
monje del siglo xv johannes Ruysbroek.
196. Adviértase cómo interpreta Pablo la palabra del Señor en 1 Ca
9, 14 ss. y probablemente en 2 Ts 3, 6 ss., o sea, como un derecho que
él sobrepasa (véase luego, S 47, 3).
197. Cf. J. LINDBLOM, Gesicbte, 131.