JESUS y EL ESPIRITU

482 Jesús y el Espíritu
máticos y teniendo todos un ministerio. Para Pablo el Espíritu
ha superado las antiguas distinciones judías entre sacerdote y
pueblo, dejándolas sin vigor. Es cierto que algunos tendrán un
ministerio más regular que la comunidad deberá reconocer y
apoyar, pero la idea de un único-ministerio, la idea de que todos
los dones más importantes estén concentrados en una persona
(aunque se trate de un apóstol), es algo plenamente absurdo para
Pablo (1 Ca 12, 14-27). Además, él no tiene una idea de oficio
según la cual la autoridad se relacione con el puesto y_no con el
carisma; «solamente aquel que sirve puede tener autoridad y
esto incluso sólo cuando ejerce su ministerio» 210. Por tanto, Pablo
no defiende la idea de una jerarquía de oficios; la comunidad
depende única e inmediatamente de Cristo el Señor y de su Espíritu.
Unos carismas son más importantes que otros, pero cualquier
varón o mujer puede ser designado para ejercer cualquier
ministerio sea de un modo provisional o permanente 211. En consecuencia,
la comunidad cristiana no tiene primordialmente un
carácter sacramental. El bautismo y la cena del Señor expresan
la comunidad y al mismo tiempo la consolidan, pero ni la crean
ni constituyen su base; puesto que todos los cristianos en cuanto
miembros de una asamblea carismática son carismáticos, quiere
decir que todos tienen acceso inmediato a la gracia y todos pueden
ser el cauce e instrumento de gracia para otros. Y si bien es
verdad que los carismas y los ministerios carismáticos que más
contribuyen a la edificación de la comunidad son los ministerios
de la palabra hablada, tratándose de la eclesiología de Pablo, no
es acertado decir que la Iglesia «se convierte continuamente en
el cuerpo de Cristo mediante la palabra y el sacramento» 212.
Cada Iglesia se convierte en el cuerpo de Cristo mediante los
carismas, no exactamente gracias a este o aquel carisma o ministerio
carismático concretos, sino a base del entretejido de toda
la gama de carismas, que expresan la unidad de la gracia a través
de la diversidad de los dones de esa misma gracia. Resumiendo,
el carisma es más fundamental a la comunidad 'V a la
unidad que el oficio o el sacramento.
210. E. Kii.SEMANN, ENTT 78.
211. El apostolac como Pablo lo entiende es sui generis (véase antes
§ 18·20; 47, 2).
212. Así T. F. TORRANCE, Priestbood, 69.