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JESUS y EL ESPIRITU

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522 Jesés y el Espíritu<br />

manifestaciones de la resurreccion sólo a unos pocos y a un período<br />

único; fuera de estas manifestaciones extraordinarias, Jesús<br />

resucitado sólo puede ahora ser experimentado pneumática y carismáticamente,<br />

como una manifestación del Espíritu. Al mismo<br />

tiempo la identificación del Espíritu con Jesús resucitado en lo<br />

referente a la experiencia significa que Pablo puede marcar claramente<br />

los límites de la experiencia carismática; sólo la experiencia<br />

que entraña el carácter de Cristo es experiencia del Espíritu.<br />

Si Cristo es experimentado ahora como Espíritu, el Espíritu es<br />

experimentado ahora como Cristo.<br />

Esta conclusión se confirma con Rm 8, 9-11; 1 Ca 6, 17;<br />

12, 4·6 Y probablemente con el frecuente empleo de la fórmula<br />

«en Cristo» por parte de Pablo, aunque no aparezca en 2 Ca<br />

3, 17 103. En Rm 8, 9-11 Pablo se sirve de una serie de frases<br />

diferentes, todas las cuales indican la misma realidad experimentada:<br />

«el Espíritu de Dios habita en vosotros» = vosotros «tenéis<br />

el Espíritu de Cristo» = «Cristo está en vosotros». Otra vez<br />

se vuelve a equiparar a nivel existencial al Espíritu y a Cristo (el<br />

existencial «en vosotros»). Uno no puede experimentar a Cristo<br />

sin experimentar al Espíritu. 0, dicho con más exactitud: uno<br />

no puede experimentar a Cristo sino como Espíritu, lo que a su<br />

vez significa que uno no puede experimentar el Espíritu sino como<br />

Cristo. Nos volvemos a encontrar aquí con que lo específico del<br />

cristiano es la experiencia del Espíritu (8, 9); pero no sólo como<br />

experiencia del Espíritu, o sea, de inspiración, de carismas, sino<br />

que lo específico del cristiano es la experiencia del Espíritu como<br />

vida de Cristo (cf. 2 Ca 13, 5; Ca 2, 20; Col 1, 27; El 3,<br />

16 s.) 104.<br />

En 1 Ca 6, 17 se dice: «Pero el que se allega al Señor se<br />

hace un espíritu con él». La sentencia está construida en paralelismo<br />

con Gn 2, 24: en el matrimonio los dos se hacen uno solo;<br />

literalmente, una sola carne (6, 16). La carne es el medio de<br />

esta unicidad, es decir, no sólo como unión física, sino como<br />

armonía del deseo terreno y de la personalidad 105. Si su unión es<br />

103. En 2 Ca 3, 17 Pablo no identifica a Cristo y al Espíritu: «el<br />

Señor. es Yahvéh como en Ex 34, 34. Véase aquí nota 88, ante todo<br />

contra I. HERMANN.<br />

104. Cf. N. Q. HAMILTON, Spirlt, 10 s.; I. HERMANN, 65 s. Véase A.<br />

WIKENHAUSER, Mysticism, 40-49.<br />

105. Sobre la gama de significados de sarx véase J. D. G. DUNN,<br />

[esus - Flesb and Spiris, 44 s.

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