JESUS y EL ESPIRITU

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amplio de la credibilidad de Jesús, y bien puede proporcionarnos
una mayor comprensión de su propio conocimiento; y, en segundo
lugar, se refiere directamente al tema de la continuidaddiscontinuidad
entre Jesús y la Iglesia primitiva, con las evidentes
consecuencias cristológicas, a saber, cuanto más se conforma
Jesús al «tipo carismático» (Otto) más grande es la continuidad
entre Jesús y los carismáticos de la antigua Iglesia; pero por
otro lado, cuanto más grande sea la continuidad menos diferente
y menos único es Jesús.
Consideraremos primero a Jesús como un taumaturgo 3, e
intentaremos determinar el carácter y alcance de sus «obras maravillosas».
Después, examinaremos la naturaleza de la autoridad
de Jesús y consideraremos hasta qué punto El puede ser presentado
correctamente como un profeta. Finalmente, tendremos que
preguntar si, o en qué medida, la experiencia extática fue parte
o elemento constitutivo de su experiencia de Dios.
12. Jesús, taumaturgo
12.1. ¿Jesús "como hombre divino"? Uno de los debates más
animados en la investigación actual sobre el Nuevo Testamento
es la «cristología del hombre divino», siendo el resultado si, o
hasta qué punto Jesús fue considerado principal o solamente como
un taumaturgo en algunos círculos cristianos primitivos. Puesto
que se puede argumentar que el hacer milagros era considerado
como algo propio de la esfera de influencia helenística,
como uno de los modos por los que podía ser autentificada la
condición divina del individuo. La pregunta surge espontáneamente:
¿presentaron los apologistas cristianos a Jesús como un
«hombre divino», autentificado por sus milagros? 4. Se arguyó
3. Para obviar toda confusión posible quizas debería advertir que
estoy usando el término «milagro» en el sentido de la definición que da
R. SWINBURNE, Tbe Concept 01 Miracle, Macmillan 1970, 1: «Milagro
es un acontecimiento de naturaleza extraordinaria, realizado por un dios
y de importancia religiosa».
4. Véase, por ejemplo, S. SCHULZ, Die Stunde der Botscbajt, Hamburg-Zürích
1967, 64.79; H. D. BETZ, [esus as Divine Man, en [esus
and tbe Historian: In Honour of E. C. Colwell, ed. F. T. Hrotter, Westminster
1968, 114-33; M. SMITH, Prolegomena to a Discussion 01 Aretologies,
Divine Men, tbe Gospels and [esus, JBL 90 (1971) 174-99;
P. ]. ACHTEMEIER, Cospel Miracle Tradition and tbe Divine Man, Interpreation
28 (1972) 179·97.