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JESUS y EL ESPIRITU

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Pentecostés 241<br />

26. ¿Qué sucedió en Pentecostés?<br />

Aclarado, en cierta medida, el fundamento, podemos plantear<br />

ahora la cuestión histórica central: ¿qué sucedió realmente en<br />

Pentecostés? ¿Qué fue esta experiencia que Lucas describe como<br />

efusión del Espíritu? J. Kremer ha sometido recientemente este<br />

pasaje (Hch 2, 1-13) a un riguroso examen exegético 48; nosotros<br />

nos vamos a interesar únicamente por algunas cuestiones especialmente<br />

pertinentes.<br />

26.1. Caracteres del acontecimiento y escena. ¿Quién estuvo<br />

implicado? Si nuestras observaciones anteriores son válidas, la<br />

respuesta obvia es ésta: estuvieron implicados aquellos primeros<br />

discípulos que volvieron a Jerusalén desde Galilea después de<br />

las manifestaciones iniciales de la resurrección (cf. pp. 231 ss.).<br />

El número de 120 (Hch 1, 15) suena a artificial, pero Lucas<br />

añade óseí (alrededor de 120), y es totalmente probable que sea<br />

un buen cálculo de las personas presentes en el día de Pentecostés<br />

49.<br />

¿Dónde sucedió? Si los disscípulos habían vuelto a Jerusalén<br />

debido a la expectación apocalíptica centrada en el templo (cf.<br />

§ 29), entonces el lugar obvio de concentración para un grupo<br />

semejante sería el mismo templo (cf. especialmente Le 24, 53;<br />

Hch 5, 12. 42). Si la reflexión es apropiada, uno puede imaginarse<br />

fácilmente a los galileos, reuniéndose en el templo el día de<br />

Pentecostés, y manifestando su ardiente esperanza y oración en<br />

orden a la decisiva intervención escatológica de Dios, estimulados<br />

simultáneamente por el día y por el lugar, estando reunidos por<br />

«la promesa del Padre». Pero el mismo Lucas pensó, probablemente,<br />

que la reunión fue en una casa privada (oikós, 2, 2) so.<br />

48. J. KREMER, Piingstbericbt,<br />

49. Según Sanh 1, 6 se necesitaban 120 hombres para que se pudiera<br />

formar un sanedrín local, pero el número de Lucas incluye a mujeres.<br />

El «todos» de Hch 2, 1 casi con seguridad que se refiere a los 120<br />

y no sólo a los doce J. D. G. (DuNN, Baptism 40; contra J. KREMER,<br />

Piingstbericbt 96).<br />

50. E. HAENCHEN, Acts 168, nota 1; sobre los que se reunieron en<br />

oikos = templo, véase, por ejemplo, N. ADLER, Pfingstfest 128. Ejemplos<br />

de la equivalencia oikos = templo los tenemos en ls 6, 4; Hch 7,<br />

47; JOSEFO, Ant 8, 65 s. Por supuesto que al templo se le llamaba frecuentemente<br />

«casa de Dios», «la casa del Señor» etc. en el AT (especialmente<br />

1 R 5·7; Ez 40 s.; Ag 1-2).<br />

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