JESUS y EL ESPIRITU

476 Jesús y el Espíritu
de la persona (vv. 4·7; «No soy nada», v. 2; «Nada me aprovecha»,
v. 3) 192. Amor, aquí, es el poder que transforma el carácter
y que es el motor de ese carácter transformado. Es otro aspecto
del poder de la gracia. El Espíritu, que se manifiesta a sí mismo
como carisma en la situación concreta de la comunidad, es el
mismo que se manifiesta como amor en el carácter del carismático.
Es imposible experimentar amor sin carisma, puesto que
el carácter que ama se expresa indefectiblemente en una actividad
de amor, de servicio o de 10 que sea, 10 cual es tan carisma
como 10 son la glosolalia o la profecía. Pero también es posible
tener un carisma y estar desprovisto de amor (l Ca 3, 1-4; 1-3;
d. Rm 14, 15), o es posible que el amor sea algo hipócrita (Rm
12, 9; 2 Ca 6, 6) 193. El problema y el peligro del carisma es
que puede actuar a un nivel puramente emocional y no racional
(glosolalia) o a nivel emocional y racional (la profecía) y, al
mismo tiempo, estar desprovisto de carácter moral y ético. Sólo
cuando el carisma se manifiesta como la expresión de gracia, o
sea, cuando va acompañado de un amor humilde y desinteresado,
sólo entonces es cuando aprovechará al individuo o a la comunidad.
Esta es la prueba que necesariamente hay que aplicar,
puesto que el carisma sin amor no sirve para nada. La prueba
es sencillamente aplicada al carácter: vv. 4-7, cualquiera que
sea carismático, y al mismo tiempo impaciente, áspero, envidioso,
pretencioso, etc. (defectos que no se mantendrán ocultos por un
tiempo largo en un grupo rdeucido como una iglesia doméstica),
a cualquiera que sea así hay que considerarlo como poseedor de
un carisma que puede que haya que ignorar y hasta despreciar,
como un don sin el cual la comunidad puede pasar bien, a causa
del individuo en cuestión. Entre otros criterios, fue éste el que
permitió ver que los falsos profetas de 2 Ca 10·13 no contaban
con una misión divina. Ese criterio sacó a relucir, en especial,
su incurable arrogancia 194.
En la carta a los gálatas «el fruto del Espíritu» juega el
mismo papel que «el himno al amor» en 1 Co, porque la mayor
parte de la carta de Pablo intentó hacer ver a los gálatas lo
que perdían de libertad al caer en el legalismo. Pero en 5, 13
192. Cf. A. FRIDRICHSEN, Miracle, 145s.
193. Anypókritos se emplea únicamente en conexión con el amor en
las cartas indiscutiblemente paulinas.
194. Los capítulos están dominados por el término kaucháomai 14
veces; y kaycbésis que se emplea 2 veces.