11.04.2013 Views

JESUS y EL ESPIRITU

JESUS y EL ESPIRITU

JESUS y EL ESPIRITU

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El cuerpo de Cristo 437<br />

47. El ejercicio de la autoridad en la comunidad:<br />

la autoridad apostólica<br />

47.1. Desde que R. Shom planteó la cuestión de la interrelación<br />

existente en la Iglesia primitiva entre la organización carismática<br />

y la ley eclesiástica(,(), desde entonces se ha visto que<br />

constituye uno de los problemas más complicados para cuantos se<br />

ocupan de la valoración histórica y teológica del cristianismo primitivo,<br />

representando el tema de un debate que ni termina, ni<br />

deja de ser frecuentemente acalorado, sin duda debido a las repercusiones<br />

que entraña para la eclesiología dogmática. O. Linton<br />

ha llevado a cabo una importante investigación sobre «la<br />

cuestión de la Iglesia primitiva» en los estudios realizados entre<br />

1880 y 1931. No es sorprendente que este autor al final de su<br />

trabajo vuelva a plantear esta cuestión: «¿Qué relación mutua<br />

existía en el primitivo cristianismo entre Espíritu y ministerio?»<br />

61. El debate ha seguido adelante especialmente en esta<br />

dirección, o sea, sobre la relación entre Espíritu y ministerio, o<br />

entre carisma y ministerio. Para algunos, la respuesta se hallaría<br />

sencillamente aclarando la distinción que Harnack hace 'entre<br />

ministerios «religiosos» (o «carismáticos»), cuyo campo de acción<br />

era universal (apóstoles, profetas, maestros) y ministerios «administrativos»<br />

de ámbito puramente local (presbíteros, obispos, diáconos)<br />

62. Lo que habría que hacer sería, pues, clasificar los elementos,<br />

haciendo una distinción neta entre carisma y ministerio,<br />

estando aquél claramente subordinado a éste 63. Pero la mayoría<br />

de los investigadores se han dado cuenta de que carisma y ministerio<br />

no aparecen tan fácilmente contrapuestos a base de un análisis<br />

histórico y exegético, sino que, al contrario, un análisis de<br />

60. R. SOHM, Kirchenreclít 1, Leipzig 1892.<br />

61. O. LINTON, Das Problem der Urkirche in der neueren Forscbung<br />

Uppsa1a 1932, 211. Por desgracia no se sirvió de la importante obra de<br />

T. M. LTNDSAY, The Church and the Ministry in the Earl» Centurias,<br />

Hodder & Stoughton 1902, y prestó poca atención a B. H. STREETER,<br />

Church. Respecto de otros puntos en los debates más recientes véase<br />

M. BARTH, A Cbapter on the Church -The Body 01 Cbrist, Interpretation<br />

12 (1958) 131-56.<br />

62. A. HARNACK, Constitution, §§ 5 y 14.<br />

63. Véase en especial, A. M. FARRER, Ministry, 145 ss., quien severamente<br />

rechaza lo que él llama «la heresía de Harnack» (145 nota 1),<br />

pero sin fundamentar su exégesis; J. BROSCH, Cbarismen, 46 ss., 94 ss.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!