JESUS y EL ESPIRITU

228 Jesús y el Espíritu
gún otro centro o distrito viene a su consideración cuando trata
del principio que determina la fe cristiana 11; hasta para Pablo
se expresa el papel peculiarmente representativo de la Iglesia de
Jerusalén al decir «los santos» (1 Ca 16, 1; no «los santos en
Jerusalén» como en Rm 15, 26) \2. Al no encontrar en Pablo
ninguna alusión a algún otro pretendiente al título de lugar de
nacimiento del cristianismo, entonces se puede concluir que no
existió tal pretendiente. Si Jerusalén podía ejercitar su autoridad
sobre un área tan extensa sin riesgos serios por parte de nadie, a
excepción de Pablo, entonces se sigue que el Pentecostés de
Jerusalén tuvo que haber sido el «Pentecostés» para la mayor
parte de la joven Iglesia. El ímpetu de la nueva vida que animó
principalmente al cristianismo recién nacido debió centrarse en
Jerusalén.
En segundo lugar, está el hecho significativo de que todos
los jefes principales de la comunidad más antigua de Jerusalén
fueron galileos, Santiago, Pedro y Juan, los apóstoles «columnas».
Un caudillaje semejante implica que la mayoría de los primeros
discípulos en Jerusalén fueron galileos (d. Hch 1, 11;
2, 7). Si Galilea hubiera proporcionado un impulso espiritual
de igual magnitud que el Pentecostés de Jerusalén, ¿por que
encontramos tantos galileos en Jerusalén? Si se dieron «Pentecostés»
independientes en Jerusalén y en Galilea, ¿cómo consiguieron
los galilieos el caudillaje en Jerusalén! De nuevo, si
hubo, hasta cierto punto, comunidades rivales, ¿cómo Santiago,
el hermano de Jesús, llegó a identificarse él mismo con la comunidad
de Jerusalén, dado que su conversión fue probablemente
posterior al Pentecostés de Jerusalén (d. § 25,3 y nota 38), y
supuestamente, en esta hipótesis, estuvo influenciado, al menos.
de alguna manera, por la prolongada comunidad galilea? Estos
problemas se mitigan algo reconociendo la importancia apocalíptica
de Jerusalén, lo cual podría explicar un movimiento de discípulos
desde Galilea hasta Jerusalén (d. p. 232 s.). Pero, de
este modo, los problemas no quedan solucionados. Permanece la
probabilidad de que las experiencias iniciales más importantes del
Sspíritu sucedieron en Jerusalén.
11. Cf. K. HOLL, Der Kirchenbegriff des Paulus in seinem Yerbaltnis
zt: dem der Urgemeinde, en Gesammelte Aufsatze zur Kirchegeschichte II,
Tübingen 1928, 57 SS.; R. BULTMANN, Theology 1 52. .
12. ]. WEISS, Earliest Cbristianitv, 45: «La terminología viene indudablemente
de un tiempo en que la comunidad estaba concentrada en Jerusalén...
».