JESUS y EL ESPIRITU

138 Jesús y el Espíritu
centurión 45, la excepcional atribución del asombro a Jesús, y la
naturaleza apogtemática del diálogo (en el contexto de una narración
milagrosa) 46, apuntan en su conjunto a ubicarlo en la vida
real de Jesús. Las versiones siríacas sugieren que en el original
aramaico el centurión dijo: «También yo soy un hombre con
autoridad...» 47. En cuyo caso el reconocimiento de la autoridad
de Jesús fue incluso más explícito 48.
Casi con toda certeza, la cuestión propuesta por los delegados
de las autoridades religiosas es un episodio auténtico de la vida
de Jesús (aunque no necesariamente en el contexto de Marcos):
«¿Con qué poder (exousía) haces estas cosas?» (Mc 11, 28 Y
par.) 49. El propósito de la cuestión era presentar la ausencia de
autoridad en Jesús 50; pero el mismo hecho propuesto demuestra
un reconocimiento por parte de los adversarios de Jesús de que
sus palabras y acciones incluían y expresaban una exigencia de
gran autoridad; sólo que se trataba de una autoridad que no
podían reconocer sin la sanción rabínica o sacerdotal. En su respuesta,
Jesús mostró que aceptaba la cuestión, situando en aguda
antítesis la autoridad «celeste» y la autoridad «humana». La implicación
es evidente: Jesús fue consciente de una autoridad directa
e inmediata; una autoridad trascendente que le situsba por
encima de todo partido, incluso a veces por encima de la ley;
una autoridad carismática cuyas exigencias tenían que ser obedecidas
sin tener en cuenta 10 que los hombres pudieran decir (cf.
Ca 1, 1·11 ss.¡.
Esto nos lleva a la segunda cuestión, a los otros dos pasajes
donde Jesús explícitamente reclama la exousía con abundancia
de palabras. Mc 2, 10: «Pues para que veáis que el Hijo del
hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados... ». Dada
la discusión acerca de las frases sobre el «Hijo del hombre»,
estas palabras no pueden ser presentadas entre las pruebas más
convincentes. Con todo, difícilmente pueda dudarse, ni que Jesús
45. Black 158 s.
46. R. BULTMANN, Tradition 41.
47. J. JEREMIAS, Promise 30, nota 4.
48. Cf. C. H. DODD, Founder 50.
49. Véase, por ejemplo, M. DIBELIUS, Tauier 21 s.; W. GRUNDMANN,
Markus 236; G. BORNKAMM, [esus 49 s.; G. S. SHAE, Tbe Question on
tbe Authority 01 [esus, NovTest 16 (1974) 1-29. Es sumamente improbable
que la primitiva iglesia hubiera basado su defensa de la autoridad de
Jesús en su bautismo por parte de Juan (E. LOHMEYER, Markus 243).
50. D. E. NINEHAM, Mark 306.