JESUS y EL ESPIRITU

El Espíritu de Jesús 513
para Pablo la perfección todavía no se había alcanzado, precisamente
debido a que el cuerpo tenía que ser redimido (Rm 8, 11.
13 ss.; 1 Co 15,44-49; Flp 3, 10 s.) 76.
Si lo que a Pablo lo separa de las ideas más gnósticas que
corrían por sus Iglesias era el énfasis que daba al todavía-no,
lo que lo separa de la mayor parte del judaísmo de su tiempo es
lo mucho que resalta el ya. Las esperanzas mesiánicas que caracterizaban
a la corriente principal del judaísmo se fijaban en una
escatología totalmente centrada en el futuro. Lo mismo ocurría
con la esperanza apocalíptica, que anhelaba ardientemente la intervención
inminente de Dios, careciendo de evangelio para el presente.
Pero Pablo es típicamente cristiano con su creencia de que
los días finales han comenzado ya y de que el Espíritu escatológico
es algo que ya tienen los creyentes. Con la resurrección de
Jesús ha comenzado ya la resurección final. Para Pablo el evangelio
hunde sus raíces en el Cristo que ha venido ya. Su esperanza
cara al futuro mana de su fe en el Cristo que vino y de su
experiencia del Espíritu en el presente.
Unicamente en parte del judaísmo, en la secta de Qumrán, es
donde encontramos un paralelismo con la tensión escatológica de
Pablo. Ya vimos (pp. 264 s.) que los de Qumrán formaban una
comunidad escatológica con varios puntos de contacto con la
Iglesia jerosolimitana de primera hora. Más sorprendente aun es
el paralelismo con la tensión paulina del ya pero todavía no.
Pienso, en especial, en la doctrina sobre los dos Espíritus que
encontramos en la Regla de Qumrán (1 QS 3,134,26)77: «y él
(Dios) dio al hombre dos Espíritus de modo que caminara en
ellos hasta el día de su visitación 78; son los Espíritus de la verdad
y de la maldad».
«El poder sobre todos los hijos de la justicia se encuentra en
manos del Príncipe de la luz; ellos caminan por los caminos de
76. Véase también ]. D. G. DUNN, CSNT 137 s. Para una crítica más
amplia sobre la idea de que el concepto que Pablo tiene del cristiano
como pneumatikás se deriva del misticismo helenístico, véase H. A. A.
KENNEDY, Paul, 130-59: W. D. DAVIES, Paul, 191-200: E. W. SMITH,
Tbe Form and Religious Background 01 Romans 7, 24-25 S., NovTest 13
(1971) 127-35, ofrece algunos paralelismos formales respecto de Rm 7,
24-25a, tomados de la literatura helenística tanto religiosa como filosófica,
pero ninguno de ellos trasluce la tensión escatológica tan característica
de Pablo.
77. Sigo aquí la traducción de ]. DUPONT-SOMMER, Qumran', 78 ss.
Cf. también 1 QS 11, 9-15; 1. QH 4, 29-31.
78. Es decir, el juicio final o del desquite.
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