JESUS y EL ESPIRITU

330 Jesús y el Espíritu
tarnente en él (d. 2 Ca 12, 9), ya inspirando alguna intervención
humana. Por consiguiente, aquí charisma significa una acción particular
de Dios en favor de Pablo, ya directamente en el mismo
Pablo, ya a través de circunstancias que llevaron a su rescate 32.
En 1 Ca 7, 7 Pablo considera el celibato como un charisma.
La capacidad de refrenar las relaciones dentro del matrimonio, y
la capacidad de controlar el apetito sexual cuando se está soltero.
es considerado por Pablo como un don concedido por Dios 33. El
charisma no está en el estado celibatorio, sino en la capacidad de
decir «no» a las pasiones sexuales; una capacidad que Pablo experimenta
como algo que no está en sus propias fuerzas, sino como
algo concedido desde fuera. Se advierte que, en contra de la
afirmación frecuente 34, Pablo no llama al matrimonio charisma.
Cuando Pablo afirma: «Cada uno tiene de Dios su propio charisma,
éste uno, aquél, otro», dice sencillamente que algunos tienen
el don de la continencia; otros que no tienen este don se les
aconseja casarse, dando por seguro que ellos tendrán algún otro
don de Dios 35. No podemos decir en qué otros dones estaba
pensando, si en el conjunto de charismata enumerados en 1 Ca
12, o en una gama más amplia. La última posibilidad parece más
probable.
En tercer lugar, charisma como una manifestación particular
de la gracia dentro del contexto de la comunidad de fe. Es el
sentido más frecuente en Pablo. Rm 11, 29: «los charismata y la
llamada de Dios son irrevocables». Cbarismata aquí podría referirse
a favores especiales concedidos a Israel en tiempos pasados,
como la adopción, la gloria, los pactos, la ley, el culto y las
promesas (9, 4). Pero, ¿describiría Pablo la ley como un «don
irrevocable»? En el contexto de 11, 28 s. «cbarismata» aparece
juntamente con «llamada», como una explicación de la palabra
«elección». En consecuencia, probablemente se refiere a los actos
de la gracia por los cuales Dios realizó la vocación de Israel y
su firme elección. La acción gratuita de Dios en favor de Israel 36.
32. La interpretación de F. GRAU 72 s. es aquí algo forzada.
33. Véase. ante todo, F. GRAU 64·69.
34. Por ejemplo, J. WOBBE 66; E. KXSEMANN, ENTT 69 s.; F. F.
BRUCE, Cor 68; J. RUEF, Paul's First Letter to Corintb, Penguin 1971, 55.
35. H. LIETZMANN en H. LIETZMANN- W. G. KÜMMEL, Kor 30; F.
GRAU 67 S.; C. K. BARRETT, 1 Cor 158 s. Respecto de los paralelismos
en la historia de las religiones en el sentido de que la continencia es un
don divino, véase ]. WEISS, 1 Kor 176, nota 1; K. E. KIRK, Visión, los
términos «cclibacy» y «continence» en el índice.
36. Cf. C. K. BARRET, Romans 225.