JESUS y EL ESPIRITU

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Jesús y el Espíritu
podemos concluir que gnosis para los corintios fue un conocimiento
carismático del interior de la verdadera naturaleza de la
realidad, del interior de la estructura del cosmos, y la relación
de lo divino con lo humano, y de lo espiritual con lo material en
el cosmos. De igual importancia es el hecho que este conocimiento
no sea meramente especulativo, sino que tenga también una
aplicación práctica. En el' caso de Corinto, la ciencia posibilitó
a los corintios el unirse a las actividades sociales y a las fiestas
de los templos paganos (8, 10), sin escrúpulos o reservas. La
gnásis, por consiguiente, fue una «visión del mundo» carismática
con consecuencias éticas diferenciativas.
De aquí podemos deducir la comprensión de gnásis por parte
de Pablo en 1 Ca y, en particular, su comprensión de «palabra
de ciencia» en 1 Ca 12, 8. Dos posibilidades se nos ofrecen al
respecto. Por un lado, Pablo participa evidentemente, algo al
menos, de la comprensión de gnósis propia de los corintios. El
considera la gnósis corintia como un enriquecimiento (l Cal, 5,
eploytistbete; 2 Ca 6, 6; 8, 7; 11, 6) y participa de la actitud
de la gnósis corintia ante los ídolos y ante las comidas que se
celebraban en los sacrificios del templo (8, 1-4: él está de acuerdo
con las afirmaciones de los corintios; 10, 25 ss.; d. Rm 14, 14).
Es verdad que para Pablo la gnósis mucho más importante, en
el sentido más experiencial del Antiguo Testamento (algo más
que especulativo) es la ciencia de la relación personal con Cristo
(Flp 3, 8; así también 2 Ca 2, 1; 4, 6; 10, 5) 100. Pero en 1 Ca,
cuando se usa tal palabra se refiere ala gnósis más especulativa;
a ésta se alude siempre. Y en este sentido es completamente posible
que Pablo hable de gnósis en 12, 8 y 14, 6, como se confirma
en 13, 2. 8. «Palabra de ciencia», en consecuencia, puede
ser entendida propiamente como una palabra pronunciada bajo
inspiración, que concede un conocimiento de las realidades y de
las relaciones cósmicas; una palabra que implica una aplicación
well 1968, sobre todo cap. 2; E. YAMAUCHI, Pre-Cbristian Cnosticism,
Tyndale 1973; también C. WILSON, S. ARAI y B. A. PEARSON en las
obras citadas ya en nota 95. Es improbable que la experiencia corintia
de la gnasis incluyera ya la visión mística de Dios y la sensación de deificación
(cf. J. WEISS, 1 Kar 300; R. BULTMANN, TDNT 1 694 ss.), aunque
sus experiencias pueden haber sido extáticas (cf. antes § 40, 3 y
1 Ca 2, 9, si, como piensa Pearson 34 s., eso recoge un dicho corintio)
y ciertamente desembocó en ideas de su propia superioridad sumamente
orgullosas (l Ca 4, 8; 8, 1).
100. cr R. BULTMANN, TDNT 1 697. 706.